kradiario.cl

viernes, 27 de mayo de 2016

OBAMA EN HIROSHIMA

Por Martín Poblete
.
Barack Obama consiguió hacer historia, por primera vez en los 71 años desde el lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, un Presidente de Estados Unidos visita  el memorial erigido en recuerdo del evento y las víctimas en la primera de aquellas ciudades;  lo hizo acompañado por el Primer Ministro Shintaro "Shinzo" Abe, en el marco de la reunión regular del G7.


La situación interna en Estados Unidos,  en las semanas finales de las primarias presidenciales, hacía  imposible aprovechar la ocasión para enfrentar la responsabilidad histórica, y política, del gobierno del Presidente Harry Truman al ordenar el primer uso de armas nucleares en tiempo de guerra.   Consciente de  tal limitación y de otras impuestas por encontrarse en el año final de su mandato, el Presidente Obama optó por centrar su discurso en la utopía de poner fin a las armas nucleares, desnuclearización de los arsenales,   y en la mucho mas realista opción de perfeccionar los instrumentos de control junto con avanzar la no proliferación.  Antes, un par de vueltas a la manivela de la historia. 

Entre 1958 y 1962, Estados Unidos y Rusia, esta última potencia entonces bajo el manto de la fenecida Unión Soviética, construyeron y diseñaron numerosas armas termonucleares unidas al desarrollo de misiles capaces de llevarlas a destino; los únicos controles  eran las reuniones bilaterales  de sus diplomáticos.
.
La crisis de los misiles de rango intermedio rusos instalados en territorio de Cuba, y el posterior grave incidente naval en el Océano Índico, forzaron a las superpotencias a iniciar negociaciones serias,  tendientes a establecer mecanismos bilaterales de control de sus arsenales termonucleares en particular, de las actividades de sus respectivos complejos tecnológico-militares dedicados a construir y diseñar armas termonucleares, de los misiles capaces de transportar dichas armas, y de los radares  construídos para detectar posibles violaciones a los acuerdos;  un misil intercontinental con cabezal termonuclear demora alrededor de 20 minutos, dos o tres mas o menos, entre su punto de partida y su llegada a destino   Fuera de los tratados de control quedaron la investigación científica, la construcción  de aviones espías diseñados para eludir la detección de radares, y el uso de satélites dotados de sensores remotos, cuyo fin era prevenir construcciones fuera de la legalidad de los tratados así como lanzamiento de misiles por cualesquiera de las partes.    

Durante el largo régimen del Secretario General  Leonid Brezhnev, con el concurso de su ministro de relaciones exteriores Andrei Gromyko, de una parte; y de los gobiernos de los Presidentes Richard Nixon y Gerald Ford, con su secretario de estado Henry Kissinger, de la otra, se suscribieron tres importantes tratados bilaterales de control de armas estratégicas, el tercero no fue ratificado por el Congreso estadounidense, pero eso no fue obstáculo para la escrupulosa observancia de esos instrumentos de diplomacia; justo es recordarlo,  alrededor de la dupla Gromyko-Kissinger hubo un grupo de altos funcionarios finamente especializados, sin cuya contribución no hubiese sido posible materializar las políticas conducentes al sistema de control establecido.  Sin ser signatario de los  tratados, el Reino Unido aceptó los principios establecidos, ejecutándolos escrupulosamente.

Fuera de los mecanismos de control de armas estratégicas, quedaron los países desarrollando sus propios arsenales nucleares por sus propias razones geopolíticas.  Primero fue Francia, durante el gobierno del General Charles De Gaulle; luego  China durante el régimen de Mao ZeDong, con el concurso de su ministro de relaciones exteriores Zhou EnLai, y del Jefe del Estado Mayor del Ejército General Lin Biao; después India, usando de base un reactor experimental donado por Canada; mas adelante Israel, usando de base un reactor experimental donado por Francia, con la cooperación de Sudáfrica durante el régimen del Apartheid; finalmente Pakistán. 

Como entre dos aguas, quedan Iran y Corea del Norte, los iraníes tienen la maestría del ciclo nuclear, pero recientes acuerdos multilaterales los inhibirían de  iniciar construcción y diseño de armas; los norcoreanos, tolerados por China y Rusia, habrían llegado a un nivel peligrosamente cerca  de tener una bomba atómica similar a la usada en Hiroshima, esto no ha sido posible verificarlo.


De regreso en el Siglo XXI, sin perjuicio de las intenciones del Presidente Obama, el deterioro de las relaciones bilaterales con Rusia por cuestiones geopolíticas en Europa Central y Oriental, pone serios obstáculos al progreso en  reducir los actuales arsenales termonucleares; ese deterioro, por el peso específico de ambas potencias en el escenario mundial,  afecta negativamente el cumplimiento de los instrumentos multilaterales de no-proliferación de armas nucleares, al haber países como Israel y Pakistán fuera del sistema de inspección de instalaciones nucleares en el marco de las Naciones Unidas.   Por el futuro previsible, el planeta y sus habitantes deberán vivir con la realidad de dos superpotencias termonucleares capaces de lanzar una verdadera orgía de muerte y destrucción masivas, seguidas de radiactividad por muchos siglos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario