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lunes, 9 de agosto de 2010

Sindicato: La venta de Canal 13 ha sido una operación "oscura, sin transparencia y a un precio vil"



La operación de venta del 67 por ciento del Canal 13 de Televisión al grupo Luksic fue calificada   de "oscura y  sin transparencia alguna", por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Estación televisiva.

En un duro comunicado conocido hoy, la organización gremial del medio de comunicación; en la que expresan su desacuerdo total con  la decisión de la Pontificia Universidad Católica de que se haya desprendido de tan importante porcentaje (se quedó sólo con un 33%), subrayando que los 55 millones de dólares que recibirá por la venta, "están lejos de lo que realmente vale el canal".

"La verdad es que el Canal 13 se ha vendido a un precio vil, causando una lesión enorme a la Universidad. No sólo se vendió de manera secreta, oscura, sin transparencia alguna, basados, al parecer, únicamente en los últimos resultados financieros, no dándole valor ninguno, simplemente cero, al valor intangible más preciado en el mercado, como es la marca", dice el comunicado.

Agrega que "si entramos en la lógica mercantil, creemos que este Canal vale varias veces el precio que se ha ofrecido pagar (...). Los responsables de este hecho optaron por el peor de los caminos, la negociación secreta y oculta, obteniéndose así el peor de los resultados: Un precio vil, a todas luces muy inferior al real".

El documento de rechazo de la operación se refiere también a los nuevos dueños y a la libertad de expresión que tendrá el canal a partir de ahora: "Hoy la Universidad Católica pretende entregar a un grupo económico el control de este medio televisivo (...) ¿En qué va a quedar la libertad de prensa, la libertad de información, la libertad de opinión?, pilares en el funcionamiento de una sociedad realmente democrática cuando el control de la producción y de la transmisión queda sólo en manos de intereses económicos".

Entretanto, el senador de la oficialista Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín, calificó la venta y sus condiciones como un error.

"Renunciar (la Iglesia) en su tarea evangelizadora al principal medio audiovisual de la época me parece, simplemente, algo difícil de entender", indicó según informó el diario "La Hora" de Santiago.

Este documento sindical es el comienzo de un debate al que se agregarán seguramente otros sectores de la sociedad chilena, porque ciertamente han quedado muchos vacíos en esta sorpresiva operación comercial que fue anunciada el viernes pasado. En un breve comunicado se dijo simplemente que el Canal 13 de televisión había sido  adquirido en un 67% por el Grupo Luksic, uno de los más poderosos y que forman el cuadro de quienes controlan el gran capital en Chile.  La Universidad Católica seguirá controlando el 33 por ciento del canal.

 En el acuerdo se agrega además que la Universidad recibirá 55 millones de dólares para saldar las deudas que había adquirido el canal. El convenio fue suscrito por el Rector de la PUC, Ignacio Sánchez, y Andrónico Luksic. En el documento se incluye una cláusula de "recompra" que posibilitará a la Universidad recuperar el 17% de la propiedad para llegar al 50%.

El peligro que ha surgido ahora es que esta operación incremente más aún la orientación conservadora que tienen las comunicaciones en  Chile con dos cadenas periodísticas que publican más del 90 por ciento de la prensa escrita, manejan radios y también están presentes de distintas formas en el negocio televisivo.

Esta concentración de medios se repite en la propiedad de las radioemisoras, negocio en el que toman parte distintas sociedades extranjeras. En cuanto a la televisión abierta, con excepción de TVN que es un canal público, el resto de las estaciones estará manejado por sectores de la derecha chilena, entre ellos ahora el Canal 13.

En la gestión de venta, que se hizo debido a la crisis económica que afecta a la estación, tuvo un  papel clave el  Gran Canciller de la Universidad y Arzobispo de Santiago, Cardenal  Francisco Javier Errázuriz.

El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Canal 13, René Reyes, agregó que “una prsona honorable, así como una autoridad puede cambiar de opinión, pero cuando esto ocurra tiene el deber de transparencia de explicar las razones de su cambio de pensamiento y eso es actuar en consecuencia, nada de ello ha ocurrido, simplemente se traicionó la palabra empeñada balbuceando una justificación que de nueva no tiene nada, como los cambios tecnológicos en la industria de la Televisión".

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