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lunes, 30 de agosto de 2010

Hablando de Ricardo Lagos

Por Felipe Portales

El liderazgo de la Concertación debiera explicarle también al pueblo chileno porque su obra y sus líderes han suscitado verdaderas apologías de diversos y connotados líderes intelectuales, empresariales y políticos de la derecha nacional e internacional. Una cosa ciertamente loable es generar el respeto de los adversarios políticos; pero otra muy distinta es generarles el reconocimiento de que se han transformado en partidarios de sus ideas.

Así, tenemos las expresiones de uno de los principales artífices de la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago, Arnold Harberger, quien señaló en marzo de 2007 que “estuve en Colombia el verano pasado participando en una conferencia, y quien habló inmediatamente antes de mí fue el ex presidente Ricardo Lagos. Su discurso podría haber sido presentado por un profesor de economía del gran período de la Universidad de Chicago. El es economista y explicó las cosas con nuestras mismas palabras. El hecho de que partidos políticos de izquierda finalmente hayan abrazado las lecciones de la buena ciencia económica es una bendición para el mundo”. (El País, España; 14-3-2007)

Por otro lado, el entonces presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, Hernán Somerville, a fines de 2005 señaló respecto de Lagos que “mis empresarios todos lo aman, tanto en APEC (Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico) como acá (Chile)… porque realmente le tienen una tremenda admiración por su nivel intelectual superior y porque además se ve ampliamente favorecido por un país al que todo el mundo percibe como modelo”. (La Segunda; 14-10-2005)

A su vez, el destacado economista y empresario, César Barros, sostuvo con ocasión del término del gobierno de Lagos que “las alabanzas empresariales dejan pequeñas a las ‘declaraciones de amor’ que le hiciera la cúpula empresarial finalizada la APEC. Un grupo de amigos empresarios, que denominaban a Don Ricardo ‘El Príncipe’ (tanto por aquello de Maquiavelo como por ser el primer ciudadano de la República), han optado en llamarlo, de ahora en adelante, ‘Zar de todos los Chiles’… Antes de este gobierno, los empresarios repetían el padrenuestro del rol subsidiario del Estado… Y por lo tanto, un príncipe socialista solo podría hacernos daño.

Pero el hombre, trabajando con cuidado y con inteligencia, los convenció de que estaba siendo el mejor Presidente de derecha de todos los tiempos: y el temor y la desconfianza se transformaron en respeto y admiración”. El mismo Barros comparó la actitud de Lagos con la del hijo pródigo de la parábola evangélica (Lucas 15; 11-32), efectuando una analogía del padre (Dios) con la derecha económica; del hijo mayor –que siempre se mantuvo derechamente apegado al padre- con la derecha política; y del hijo pródigo –el pecador arrepentido- con Lagos. Y concluyó señalando que cuando la derecha económica comprueba que la conversión de Lagos y sus ministros a las políticas liberales “es sincera y decidida, no quedaba más que hacer una gran fiesta: esta vez de discursos y de abrazos. Porque nos habíamos reencontrado con la izquierda en lo fundamental”. (La Tercera; 11-3-2006)

Por su parte, el destacado dirigente de la UDI, Herman Chadwick, declaró que el gobierno de Lagos “fue muy bueno y que el ex presidente tiene una importancia a nivel mundial que no podemos desaprovechar”. (El Mercurio; 21-3-2006) Asimismo, el destacado empresario y personalidad de derecha, Ricardo Claro, expresó que “Lagos es el único político en Chile con visión internacional, y está muy al día. No encuentro ningún otro en la derecha ni en la DC”. (El Mercurio; 12-10-2008) Incluso, el ultraderechista Hermógenes Pérez de Arce planteó luego del fin del gobierno de Lagos que “la derecha… ha visto como el modelo de desarrollo económico social que ponen en práctica los sucesivos gobiernos concertacionistas se parece mucho más al que ella siempre prohijó que a los proyectos propios y originales de la izquierda (socialismo marxista-leninista) y de la DC (socialismo comunitario)”. (El Mercurio; 19-3-2006)

Pero quizá el testimonio más elocuente a este respecto ha sido el del cientista político Oscar Godoy, quien al ser consultado si observaba un desconcierto en la derecha por “la capacidad que tuvo la Concertación de apropiarse del modelo económico”, respondió: “Sí. Y creo que eso debería ser un motivo de gran alegría, porque es la satisfacción que le produce a un creyente cuando consigue la conversión del otro. Por eso tengo tantos amigos en la Concertación; en mi tiempo éramos antagonistas y verlos ahora pensar como liberales, comprometidos en un proyecto de desarrollo de una construcción económica liberal, a mí me satisface mucho”. (La Nación; 16-4-2006)

Frente a esta efusión de panegíricos a la obra de la Concertación, y particularmente a Ricardo Lagos, efectuados por tan connotadas personalidades de la derecha nacional e internacional, ¿podrá tener el liderazgo concertacionista alguna credibilidad para seguir presentándose como centroizquierdista?…

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