kradiario.cl

sábado, 28 de mayo de 2011

Zelaya regresa con un futuro político incierto a una Honduras aún dividida - Vivió 16 meses exiliado tras ser depuesto en el 2009

En lo interno, la presencia de Zelaya en Honduras también implicará una alta responsabilidad para Lobo en lo que respecta a la seguridad personal del exmandatario y su familia

ANALISIS DEL DIARIO  LA PRENSA DE TEGUCIGALPA


El ex presidente de Honduras Manuel Zelaya regresó hoy a su país, que sigue tan dividido como lo dejó tras su destitución que sufrió el 28 de junio de 2009.

En lo político se desconoce el futuro de Zelaya, quien después de haber llegado al poder al frente del conservador Partido Liberal, mantener una relación estrecha con Estados Unidos y tras convertirse en aliado del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ahora se define como un "liberal prosocialista en resistencia".

El regreso de Zelaya al país supone "un triunfo" político para el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), surgido tras el derrocamiento del expresidente para exigir desde entonces su retorno y la convocatoria de una Asamblea Constituyente.

Para el Gobierno que preside Porfirio Lobo, la vuelta de Zelaya también representa un triunfo, porque despeja el camino para el virtual regreso de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA), que suspendió al país el 4 de julio de 2009.

En lo interno, la presencia de Zelaya en Honduras también implicará una alta responsabilidad para Lobo en lo que respecta a la seguridad personal del exmandatario y su familia, que el presidente hondureño se comprometió a garantizar en el acuerdo que ambos firmaron el domingo pasado en Colombia.

Ese acuerdo fue producto de una iniciativa que desde abril pasado promovieron los Gobiernos de Colombia y de Venezuela, en coordinación con Lobo.

El FNRP, del que Zelaya es coordinador general, todavía no tiene claro si se convertirá o no en un partido político para participar en las elecciones generales de noviembre de 2013, o si continuará como una plataforma con representación de diferentes sectores que pugnan por la Constituyente que promueve el ex mandatario.

Los viejos líderes del Partido Liberal, entre ellos el expresidente del Parlamento Carlos Montoya, consideran que lo mejor que podría hacer Zelaya sería incorporarse de nuevo a la agrupación política que "lo honró con llevarlo al poder", en aras de su unidad.

Para el presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal, Elvin Ernesto Santos, si Zelaya quiere regresar al seno de la institución "será bienvenido", pero si no, "que le vayan bien y que tenga suerte".

A raíz de la crisis política, el Partido Liberal se dividió entre grupos que apoyaron o condenaron la separación abrupta de Zelaya del poder, aunque muchos de los solidarios con el expresidente ahora se definen como "liberales en resistencia", pero sin haber renunciado al partido.

El ex ministro de Defensa y excanciller de Zelaya, Ángel Edmundo Orellana, comentó que el expresidente sigue siendo "un líder", ahora incluso "a nivel latinoamericano", por lo que considera que su regreso puede contribuir a la reconciliación no solo de todos los hondureños, sino también del Partido Liberal.

Orellana, quien se define como un "liberal sin calificativos", busca la aceptación de los liberales para su candidatura presidencial en los comicios de 2013.

Según dirigentes del FNRP como Juan Barahona y Rafael Alegría, antes de convertirse o no en un partido político, exigirán reformas a la actual Ley Electoral y en el Tribunal Supremo Electoral, "porque no gozan de credibilidad, ni garantizan nada".

Para el analista político Matías Funes, excandidato presidencial por el Partido Unificación Democrática, de izquierda, Zelaya sigue siendo una persona "impredecible" políticamente, por lo que no le augura mucho futuro, al margen de que siga en el FNRP o regrese al Partido Liberal.

Funes, quien además es catedrático universitario, comentó a Efe que Zelaya ahora no goza del respaldo que el expresidente quisiera, ni en el Partido Liberal ni en la Resistencia Popular.

Políticos, empresarios y profesionales entre otros sectores, tildados como "golpistas" por Zelaya y el FNRP, recriminan a Lobo porque con el titular del Parlamento, Juan Orlando Hernández, influyeron para que la justicia le anulara al expresidente dos juicios que tenía pendientes acusado de corrupción en su Gobierno.

Lobo alega que el país necesita la reconciliación y que esa fue una de sus promesas de campaña para las elecciones de 2009, aunque tras más de un año de su mandato los hondureños siguen divididos entre "golpistas" y "golpeados".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario