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lunes, 23 de mayo de 2011

Exhumaron restos de Salvador Allende para intentar conocer la verdad sobre su muerte

Un equipo de forenses formado por expertos chilenos y de otros países exhumó hoy los restos del ex presidente chileno Salvador Allende en el marco de una investigación judicial para esclarecer si su muerte el día del golpe militar de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973, se debió a un suicidio o a un asesinato.

El equipo de forenses está integrado por siete expertos chilenos y cinco extranjeros, quienes recibirán el apoyo de funcionarios de la Policía de Investigaciones y del propio cementerio.

Se trata de médicos, odontólogos, antropólogos y fotógrafos entre los que figura el médico español Francisco Etxeberría, además de expertos argentinos, colombianos, estadounidenses y británicos.

El director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, dijo hoy que la principal dificultad en las pericias será el tiempo que ha transcurrido desde su muerte (casi 38 años) y el estado de conservación del cuerpo, aunque dijo confiar en el avance de la tecnología en estas materias. El ministro a cargo del caso, Mario Carroza, establecerá un cronograma para las pericias solicitadas.

"Objetivamente tenemos la dificultad del tiempo transcurrido y el estado de conservación de los restos, pero al mismo tiempo está el avance científico que ha ocurrido durante todos estos años en el ámbito de la genética, de la imagenología, de todas las ciencias forenses", dijo Bustos al diario La Tercera.

Agregó que “tomaremos una muestra ósea del Presidente Allende para enviarla a un laboratorio extranjero, de tal modo de tener a la brevedad la verificación de identidad y avanzar en las pericias para determinar la causa de muerte (...) Llegando a nuestro laboratorio se va a tomar un examen radiológico de las osamentas, se va a hacer una clasificación de antropología y van a trabajar en conjunto con nuestros odontólogos forenses, con balísticos, con otras instituciones, también con la PDI", indicó.

En la exhumación, realizada a las 7:30 horas hoy en el Cementerio General de Santiago, estuvo presente la hija del ex mandatario, la senadora María Isabel Allende Bussi y otros políticos.

El proceso de exhumación fue supervigilado por el propio Carroza y por el director nacional del Servicio Médico Legal chileno, Patricio Bustos.

El informe de la dictadura militar difundido en 1973 tras el derrocamiento de Allende sostiene que éste se suicidó durante el asedio militar al Palacio de La Moneda disparándose con un fusil AK-47 regalo de Fidel Castro, mientras que organizaciones de izquierda y de defensa de los Derechos Humanos aseguran que fue asesinado por los golpistas.

En 1973 el cuerpo de Allende fue sometido a una autopsia antes de que sus restos fueran trasladados a la ciudad costera de Viña del Mar, a 125 kilómetros al noroeste de Santiago, donde fue sepultado en el Cementerio de Santa Inés bajo otro nombre. En 1990, con la recuperación de la democracia, el cadáver fue exhumado y trasladado de nuevo a la capital, donde descansa hasta hoy en un mausoleo del Cementerio General. En esa ocasión se realizó además una segunda autopsia.

Pero ahora no se practicará una nueva autopsia del cuerpo del mandatario socialista, que según la versión más aceptada se suicidó disparándose un tiro en la cabeza en los momentos cruciales del asalto a La Moneda por los militares golpistas, sino que será sometido a peritajes para tratar de determinar las circunstancias que rodearon su muerte.

El médico español Etxeverría, que participará en la pericia,  ha colaborado en otros procesos para identificar en Chile a opositores de la dictadura, entre ellos, a víctimas que habían sido enterradas en el Patio 29 del Cementerio General de Santiago y que fueron mal identificadas por el Servicio Médico Legal.


Conocer la verdad histórica

La hija del presidente, la senadora socialista Isabel Allende (foto derecha abajo), ha señalado que la familia tiene la convicción de que su padre se suicidó durante el bombardeo al palacio presidencial, pero solicitó esta exhumación con el fin de que la investigación "logre determinar, más allá de las versiones, la verdad histórica".

El caso de Allende figura entre 726 procedimientos por violaciones a los derechos humanos que la Fiscalía presentó el pasado 26 de enero ante el juez Carroza y que nunca antes habían sido investigados por la Justicia.


El ministro Carroza recibió este mes de una de las testigos que declaró en el proceso un certificado de defunción del ex mandatario fechado en el año 1975.

El documento está enmarcado y es el único ejemplar de este tipo que ha podido encontrar la justicia chilena. Allende, según la versión oficial, se suicidó en el Salón Independencia del Palacio de La Moneda momentos antes que ingresaran efectivos del Ejército a la sede gubernamental.

El documento está fechado en julio de 1975 y sostiene que la causa de su muerte es por una herida a bala "cérvico buco cráneo encefálico". La misma conclusión que figura en la autopsia de Allende, que también estaba desaparecida y que se dio a conocer recién en el año 2000, según publicó el diario El Mercurio de Santiago.

El certificado está firmado por un oficial civil adjunto de la comuna de Independencia en julio de 1975. Sin embargo, el documento recién fue otorgado el 16 de junio de 1976, afirma El Mercurio.

¿Asesinato o suicidio?

Aunque la familia del Presidente Salvador Allende, especialmente su hija, la senadora Isabel Allende Bussi, cree ciegamente en el suicidio, el conocido escritor Camilo Taufic puso en duda esta versión.

Taufic afirma que el presidente Salvador Allende se disparó en la cabeza con una pistola el 11 de septiembre de 1973 en el Palacio de La Moneda durante el golpe de Estado, pero quedó malherido y uno de sus escoltas debió darle el tiro de gracia.

El autor presentó su tesis en una entrevista con la agencia española EFE en feberero pasado como parte de una investigación realizada por el mismo en los últimos años. La muerte de Allende fue un "suicidio asistido", dijo Taufic. El encargado de rematar a Allende, según las indagaciones de Taufic, fue Enrique Huerta, intendente de Palacio y miembro de la guardia personal del presidente, los llamados 'GAP' (Grupo de Amigos Personales), en un "acto de solidaridad humana y política".

Esta versión de los últimos momentos de la vida del presidente Allende difiere de la más difundida hasta ahora de que Allende se mató al dispararse en la barbilla con un fusil de asalto AK-47 que le había regalado el líder cubano Fidel Castro.

Para Taufic, autor de varios libros, esta explicación obedece a un plan ideado por los militares golpistas para hacer aparecer al ex Presidente "empuñando un arma rusa, regalada por un jefe de Estado comunista, con la cual se dispararía en defensa de su Gobierno, ligando el fracaso de la vía pacífica y la vía armada al socialismo".

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