Escalofriante informe de comisión especial de las Naciones Unidas sobre la violencia en Siria
En un escalofriante informe de una comisión investigadora de la ONU sobre la violencia en Siria, conocida hoy en Ginebra, se denuncia que en los centros de detención tanto adultos como niños -algunos, menores de 10 años- son sometidos a torturas salvajes.
Los integrantes de la comisión recogieron numerosos testimonios sobre menores varones sometidos a torturas sexuales en centros de detención y en presencia de adultos o de familiares, a los que a su vez se torturaba con electrochoques en los genitales y otros actos aún más bárbaros.
"La comisión vio a numerosos niños cuya salud mental ha sido gravemente afectadas por su traumática experiencia", recalca el informe.
El documento reconoció que las fuerzas de seguridad sirias cometieron crímenes contra la humanidad en la represión de las manifestaciones pacíficas efectuadas en distintas ciudades de ese país árabe.
Según las conclusiones de la comisión los crímenes contra la humanidad se cometieron además con la aprobación de las máximas instancias del Gobierno de Bashar Asad y sin importar si las víctimas eran niños o adultos.
"Las pruebas reunidas por la comisión muestran que militares y fuerzas del orden sirias han cometido violaciones flagrantes de los derechos humanos, desde el comienzo del movimiento de protesta en marzo de 2011", declararon los tres expertos designados por la ONU.
Desde el comienzo de las protestas el pasado marzo, unas 3.500 personas han fallecido en Siria. Este mismo lunes, la represión dejó 10 muertos.
En función de la numerosa evidencia que recogió, "la comisión cree que las órdenes de disparar y, por otro lado, de maltratar a los civiles se originaron en directivas emitidas al nivel más alto de las Fuerzas Armadas y del Gobierno", señala la mencionada comisión investigadora.
Brutal violencia contra niños
En el informe de 40 páginas, que será examinado en marzo en la sesión 19ª del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, los expertos indican haber entrevistado a 223 víctimas directas, testigos y desertores de distintos cuerpos de seguridad.
Sus testimonios muestran que "se han cometido ejecuciones sumarias, arrestos arbitrarios, desapariciones forzadas, torturas -entre ellas algunas con violencia sexual-, así como violaciones de los derechos de la infancia".
Varios testigos declararon a la comisión que "niños, sobre todo varones, fueron asesinados o quedaron heridos por palizas o disparos durante manifestaciones en varios lugares del país", denuncia la comisión presidida por el brasileño Sergio Pinheiro e integrada por las juristas Yakin Erturk (Turquía) y Karen Koning Abuzayd (EEUU). Según el informe, al menos 256 niños han muerto a manos de las fuerzas sirias.
Tiros contra la población
El informe también relata las consignas que el régimen de Bashar Asad da a sus fuerzas de seguridad para reprimir las protestas, así como la violencia ejercida contra quienes se niegan.
"Nuestro comando nos dijo que había conspiradores armados y terroristas atacando civiles y quemando edificios públicos (...) No vimos a ninguno de esos grupos. Los manifestantes estaban pidiendo libertades, llevaban ramas de olivo y marchaban con sus hijos. La orden era disparar al aire e inmediatamente contra la muchedumbre, sin que hubiese tiempo entre una acción y otra", según el relato de un desertor.
A pesar de que la orden es clara y consistía en disparar a los manifestantes sin previo aviso, en algunas ocasiones los responsables de las operaciones les advertían de que debían dispersarse y daban alguna señal antes de abrir fuego. Cuando eran detectados, los agentes de seguridad que mostraban signos de compasión eran castigados tan duramente como los propios civiles detenidos.
Un desertor "con cicatrices en los brazos compatibles con marcas de electrochoques" dijo que en una manifestación contra la que su unidad abrió fuego, él intento "tirar más alto" para luego darse cuenta de que otros cuerpos de seguridad les tomaban fotografías. "Me fotografiaron tirando al aire. Fui interrogado y acusado de ser un agente secreto, me golpeaban cada hora durante dos días y me torturaron con electrochoques", según la víctima.
"Muchos desertores vieron el asesinato de sus camaradas que se negaron a ejecutar la orden de disparar a los civiles", señalan los comisionados, a los que el gobierno no dejó entrar a Siria y realizaron sus entrevistas en los países vecinos.
Llamamiento al Gobierno
La comisión "lanza un llamamiento al Gobierno para ponerle fin de inmediato e iniciar una investigación independiente e imparcial sobre estas violaciones y llevar a sus autores ante la justicia",
Sin embargo, los tres expertos de la ONU reconocen y lamentan "profundamente que a pesar de numerosas demandas el Gobierno sirio no haya conseguido entablar un diálogo y le haya permitido entrar" en Siria.
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