Otro sospechoso de colaborar con la célula terrorista neonazi recientemente descubierta, responsable de una decena de asesinatos entre 2000 y 2007, fue detenido en Alemania, informó hoy la Fiscalía General en el país europeo. El hecho se conoce en momentos en que más de las mitad de los alemanes pide la prohibición total de las organizaciones nazistas que aún funcionan en Alemania, por entorpecer la marcha normal de la democracia.
Analistas chilenos consultados por KrohneArchiv que pidieron mantener sus nombres en reserva, coincidieron al conocer este anuncio en que la misma medida podría aplicarse en Chile contra los grupos "fascistas" formados por ex militares pinochetistas que siguen perturbando la calma en el país.
El nuevo nazi detenido en Alemania fue identificado como André E., de 32 años, quien es acusado de haber prestado apoyo en dos casos a la célula autodenominada "Clandestinidad Nacionalsocialista" (NSU).
Agentes de la policía y de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) están registrando el departamento que habitaba el detenido en Zwickau, así como otros tres pisos en Dresde y Jena, todos en la región oriental alemana.
Según la Fiscalía André E. es sospechoso de haber producido en 2007 el "vídeo propagandístico lleno de desprecio hacia la dignidad del ser humano", en el que el grupo terrorista asume la autoría de los asesinatos de nueve extranjeros y una agente de policía. El vídeo contiene además extractos sobre los reportes de dos atentados con bomba en Colonia "que dan pie a deducir la autoría del NSU".
La investigación determinó también que el detenido mantenía desde 2003 un contacto estrecho con los miembros del NSU.
La trama neonazi quedó al descubierto tras hallarse una casa rodante incendiada en la ciudad de Eisennach con los cadáveres de dos de los integrantes de la célula terrorista, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, de 38 y 34 años, que aparentemente se suicidaron.
Poco después, Beate Zschäpe, de 36 años, la tercera integrante del grupo ultraderechista, se entregó a las autoridades tras prender fuego a la vivienda que había compartido con Mundlos y Böhnhardt, presuntamente para destruir pruebas.
Posteriormente fue detenido otro sospechoso, Holger G., de 37 años, por colaboración con banda armada, al confirmarse que cedió su documentación a los asesinos para que alquilaran vehículos y viviendas.
Por otra parte, el hermano de André E, el hombre detenido hoy, Maik E., de 32 años, aparece como un activo colaborador del ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD), según un informe de 2010 de la Oficina de Protección de la Constitución en Brandeburgo.
Los semanarios "Der Spiegel" y "Focus" habían adelantado el pasado martes que el trío de terroristas neonazis tuvo al menos 20 cómplices, entre los que se mencionaba a los detenidos Holger G. y André E.
Reacción de la canciller alemana
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| Canciller alemana Angela Merkel |
La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que toma muy en serio el peligro que emana de la extrema derecha y que se estudia también la prohibición de partidos de ese cuño ideológico.
En medio de los problemas de grueso calibre que enfrenta el gobierno alemán por estos días, comenzando por la crisis de la eurozona, el tema de la amenaza del extremismo de derecha no ha pasado a segundo plano. El caso de una serie de asesinatos de extranjeros en los últimos años, que según se ha descubierto ahora correrían por cuenta de una célula de ultraderecha, conmociona no sólo a la opinión pública sino también a la cúpula política, informó la Deutsche Welle.
En este cuadro la canciller alemana abrió su presentación ayer en el debate general del Bundestag refiriéndose a estos hechos, que calificó de un ataque contra la democracia (ver KrohneArchiv edición de ayer). Emotivas fueron sus palabras porque pronunció el nombre de cada una de las víctimas atribuidas a la “célula de Zwickau“.
Sin embargo, también habló de los errores cometidos por los organismos de inteligencia y la falta de eficacia. “El hecho de que semejante célula de extrema derecha existiera, cometiera semejantes atrocidades silenciosamente y haya podido actuar durante una década en la clandestinidad sin ser descubierta, no tiene parangón“, indicó la jefa del gobierno alemán.
La opinión pública alemana parece compartir mayoritariamente los reproches de la canciller: de acuerdo con una encuesta realizada por la empresa Forsa, por encargo de la revista Stern, un 74 por ciento de los consultados considera que las actividades de los neonazis no son combatidas con suficiente determinación. Además, un 64 por ciento dijo confiar poco o nada en el trabajo del organismo (de inteligencia) de Protección de la Constitución.
El NPD en la mira
De acuerdo con la encuesta de Forsa, un 60 por ciento de los entrevistados se manifiesta a favor de prohibir el NPD. Pero las autoridades no quieren sufrir otro revés como el de años atrás y buscan un camino viable para poner coto a sus actividades, sin tener que renunciar por completo a infiltrar agentes que, según el ministro del Interior, entregan valiosa información, informó la Deutsche Welle.
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