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lunes, 14 de noviembre de 2011

KARADIMA SE SALVÓ DE LA CÁRCEL PORQUE LOS GRAVES DELITOS COMETIDOS YA PRESCRIBIERON - FALLO FINAL RECIBIDO CON FRUSTRACIÓN

La ministra en visita Jessika González cerró el caso, pero antes acreditó los delitos cometidos.


La ministra en visita del caso del sacerdote Fernando Karadima Fariña (Foto arriba), Jéssica González (foto abajo izquierda), sobreseyó hoy al imputado por la prescripción de los delitos de abuso sexual y decidió cerrar definitivamente el caso causando sorpresa y frustración en algunos sectores, pero conformismo en al menos un denunciante Juan Carlos Cruz, quien fue abusado por el párroco entre 1980 y julio de 1981.

La investigación duró ocho meses, lapso en el cual la magistrado pudo acreditar los delitos cometidos que fueron denunciados por los afectados.

El fallo de 84 páginas sostiene que "se sobresee definitivamente la causa, por la causal prevista en el artículo 408 N° 5 del Código de Procedimiento Penal, en relación a lo dispuesto en el artículo 93 N° 6 del Código Penal, por encontrase extinguida la responsabilidad penal que le cabría a Fernando Karadima Fariña derivada de los delitos de abusos deshonestos, reiterados, justificados en la causa, cometidos en la persona de Juan Carlos Cruz entre los años 1980 y julio de 1981; James Hamilton entre mediados del año 1983 y septiembre del mismo año y Fernando Batlle, entre 1991 y enero de 1995".

En la resolución de la jueza no figura como delito acreditado la denuncia contra Karadima realizada por el filósofo José Andrés Murillo (lea detalles más adelante).

Durante la investigación, la jueza González interrogó al arzobispo Ricardo Ezzati, al cardenal Francisco Javier Errázuriz y, además, realizó careos entre Fernando Karadima y los denunciantes, James Hamilton, Fernando Batle, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo. El caso Karadima ya había sido sobreseído en diciembre pasado por el juez Leonardo Valdivieso.

Tras conocerse la resolución de la magistrado González, uno de los afectados Juan Carlos Cruz, quien aunque dijo a la prensa que le hubiese gustado que Karadima terminara en la cárcel, señaló en un modo conformista que "esto es lo mejor que podría haber pasado con la ley que tenemos ahora".

"Nos propusimos desde un principio que esto terminara así, que se acreditaran los delitos para establecer que Karadima es un criminal y un abusador”, declaró.

Cruz escribió también en su cuenta de Twitter: “Emocionado. Gracias a todos. Jueza acreditó delitos. Feliz y emocionado con cariño de todos. Hemos sacado un criminal de nuestra sociedad.”

Historia del caso

El caso Karadima comenzó en abril de 2010, luego que el Arzobispado reconociera una investigación eclesiástica en contra del sacerdote por hechos que ocurrieron en los años 80 hasta mediados de los 90 en contra de cinco personas en la parroquia de  El Bosque de Providencia.

Hay que recordar que después de un primer período investigativo del Ministerio Público, el proceso quedó en manos de la justicia antigua a cargo del juez del 10º Juzgado del Crimen Leonardo Valdivieso, quien declaró la prescripción de la acción penal, pero sin acreditar delitos.

Por orden de la Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago la investigación judicial fue reabierta y luego la Corte Suprema designó como ministra en visita a la jueza Jéssica González, en marzo de este año.

La Declaración de los Obispos

Esta mañana , según el diario La Segunda, Juan Carlos Cruz señaló que “es muy difícil para mí tragarme (comprender) lo que están haciendo los obispos. Hay obispos en la Parroquia de El Bosque que han sabido por años lo que ha pasado y se han quedado callados".

Al respecto debe recordarse que en abril de este año los cuatro obispos de la Iglesia Chilena formados por el sacerdote Fernando Karadima emitieron una declaración pública en la que reconocieron la sentencia eclesiástica que declaró culpable de abusos sexuales al ex párroco de la iglesia El Bosque.

Obispo Arteaga
"Con gran dolor hemos asumido la sentencia que declara su culpabilidad en graves faltas sancionadas por la Iglesia", señaló el documento firmado por Andrés Arteaga, Juan Barros, Tomislav Koljatic y Horacio Valenzuela.

Los obispos dan cuenta que "como tantos, hemos conocido con profundo asombro y pena esta situación y sus diversos y múltiples efectos".

En cuanto a las víctimas, los obispos expresaron su "solidaridad y cercanía con ellos, sus familias y con todas las personas que por estos tan tristes acontecimientos han sufrido y se han escandalizado".

Hacen ver también que "cada uno de nosotros ha sido duramente impactado por esta tan lamentable situación y hemos también vivido jornadas muy tristes. Nos ha confortado la oración y el apoyo fraterno de muchos".

En otro de los párrafos expresan su más absoluto rechazo y dolor "por cualquier actitud impropia de un consagrado".

Omisión del cardenal Errázuriz

Según los críticos, el cardenal Francisco Javier Errázuriz (foto izquierda) habría cometido una sustancial omisión ya que las tres primeras denuncias formales contra el cuestionado sacerdote comenzaron a llegar al Arzobispado de Santiago a partir de mayo de 2005.

Dos años antes, sin embargo, el propio cardenal Errázuriz recibió en sus manos la primera denuncia contra el ex párroco de El Bosque, a través de una carta firmada por el ex novicio jesuita Juan Andrés Murillo. En el programa Informe Especial de TVN, transmitido el lunes 26 de abril pasado, el denunciante afirma que fue víctima de acoso e intentos de abuso sexual por parte de Fernando Karadima, entre 1994 y 1996, cuando el acusador tenía entre 18 y 20 años, según informó Ciper.

En los años en que Murillo se integró a su círculo, Karadima era uno de los párrocos con más influencia en la elite económica y social santiaguina. Dueño de un innegable carisma, en El Bosque había logrado articular un cerrado núcleo de jóvenes, en su gran mayoría provenientes de familias tradicionales, reunidos bajo el movimiento “Acción Católica”. Cerca de 50 actuales sacerdotes descubrieron su vocación bajo su guía, entre ellos cinco obispos hoy en funciones.

Declaración del abogado Hermosilla

El abogado querellante en el caso Karadima, Juan Pablo Hermosilla (foto, derecha), indicó hoy con respecto al fallo entregado por la ministra en visita Jéssica González, que de éste se desprende que si se hubiesen tomado en cuenta las primeras denuncias, los delitos denunciados contra el religioso se hubiesen evitado y quizás el ex párroco de El Bosque estaría en la cárcel.


"Una de las cosas que trasunta del fallo es que si se hubiesen tomado medidas con las primeras denuncias probablemente se hubiera evitado otros delitos como los que se denunciaron y no estarían prescritos, y Karadima quizás estaría en la cárcel", dijo el abogado en las afueras del 34° Juzgado del Crimen.

Hermosilla explicó que en estos momentos están en proceso de evaluar las acciones que se tomarán. "Lo importante aquí era esclarecer los hechos, si constituían delitos", dijo.

Por otro lado, con respecto a la denuncia que realizó uno de los denunciantes, Juan Carlos Cruz, en la que indica que Karadima no estaría cumpliendo la sentencia canónica, Hermosilla sostuvo que es la Iglesia la que debe ver y revisar que se cumpla, ya que si el religioso no respeta la condena eclesiástica, podría ser excomulgado.

Errázuriz recibió la misiva de Murillo a través del entonces vicario para la Educación, el jesuita Juan Díaz, quien le había aconsejado a Murillo formalizar su acusación a través de ese canal.

Según el Código de Derecho Canónico, las normas especiales dictadas por El Vaticano en 2001 y el procedimiento que fijó la Conferencia Episcopal Chilena en 2003 –el mismo año en que Errázuriz recibió las denuncias de Murillo-, lo que procedía era abrir, sin dilaciones y obligatoriamente, lo que se denomina en términos canónicos una “investigación previa”.

¿Por qué el cardenal no inició la investigación previa?

A ojos de algunos eclesiásticos consultados, a Errázuriz le jugó en contra su estilo prudente, ya que desde que comenzaron a circular las primeras versiones que inculpaban a Karadima, hace ya siete años, ha tenido que enfrentar el enconado lobby de los defensores del ex párroco de El Bosque, entre los cuales se cuentan cinco obispos. Uno de ellos es Andrés Arteaga, quien fue colaborador directo de Errázuriz, informó Cipèr.

A mediados de los 90, Murillo se integró a la parroquia de El Bosque cuando estudiaba filosofía y se sentía atraído por la carrera sacerdotal. Según el testimonio que entregó a TVN, en 1996, a los 20 años, Karadima intentó masturbarlo y él se negó. Luego de confrontarlo, abandonó la parroquia para siempre.

Posteriormente, Murillo ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús, donde permaneció dos años, hasta que descubrió que el sacerdocio no era lo suyo. Posteriormente hizo una denuncia formal a la Iglesia sobre su experiencia con Karadima, pero su gestión, realizada a través de una carta, "quedó guardada en un cajón".

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