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jueves, 24 de noviembre de 2011

CRISIS ECONÓMICA EUROPEA SE AGRAVA: LA RECESIÓN OBLIGA A PENSAR EN LOS BONOS EUROPEOS A PESAR DE LA OPOSICIÓN ALEMANA

Francia y Alemania presentarán en los próximos días una propuesta común de modificación de los tratados de la Unión Europea en una reunión que sostuvieron hoy en Estrasburgo el presidente francés Nicolás Sarkozi, la canciller alemana Angela Merkel y el flamante premier italiano Mario Monti. El mandatario galo reconoció en esta ocasión la grave crisis que vive la eurozona diciendo que “conscientes de la gravedad, buscamos los mismos remedios".

La posición francesa frente a la crisis es que hay que otorgarle al Banco Central Europeo (BCI) las facultades necesarias para que pueda intervenir de manera decisiva en la solución del endeudamiento, en un momento crucial en que ya han aparecido los primeros síntomas del contagio en la propia Alemania, que era el país “acorazado” de la eurozona.

Ayer miércoles, Alemania no consiguió todo el dinero prestado que pretendía en una emisión de sus bonos, considerados los más seguros de la eurozona. Los inversores solo compraron títulos de deuda alemana a diez años por valor de US$5.200 millones de un total de US$8.000 millones que puso en venta.

Un periodista especializado de la BBC dijo que lo sucedido ha causado sorpresa porque la economía alemana es considerada el pilar fundamental de la eurozona y la clave para restaurar la estabilidad.

Todo este panorama llevó al Instituto Internacional de Finanzas (IIF), formado por más de 400 bancos, a advertir que la situación de la zona euro ha empeorado en el último mes y su economía entró ya en recesión.

"La situación en la zona del euro ha dado un serio giro negativo hacia lo peor en el último mes. La economía se ha inclinado hacia lo que creemos que es una recesión, que sólo servirá para ampliar el déficit presupuestario y debilitar la calidad de los activos bancarios", señala el IIF en un informe.

En concreto, para el último trimestre del año 2011, el IIF pronostica una contracción de la economía del 2%, mientras que para el conjunto del ejercicio 2012 avanza una caída del 1%.

La reunión de los grandes

El encuentro de Estrasburgo se realizó después que la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings rebajó en un escalón la nota de solvencia de la deuda a largo plazo de Portugal, que pasa así a 'BB+' desde 'BBB-', lo que representa un grado "especulativo", también denominado 'bono basura, ante el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento para el país luso a raíz de las sombrías expectativas para el conjunto de la economía europea.

La agencia, que mantenía la nota lusa en vigilancia con implicaciones negativas desde el pasado mes de abril, otorgó así al 'rating' portugués una perspectiva 'negativa', lo que abre la puerta a más recortes de calificación en el medio plazo. Justificó su decisión de recortar el 'rating' de Portugal en los grandes desequilibrios fiscales del país, así como en el elevado endeudamiento en todos los sectores y las adversas perspectivas macroeconómicas.

Fitch prevé una contracción de la economía lusa del 3% en 2012 y advierte que la recesión complicará los planes de consolidación fiscal del Gobierno portugués y afectará negativamente a la calidad de los activos de la banca lusa.

Distintos funcionarios galos expresaron su confianza en que el rechazo mostrado hasta ahora por Alemania a un mayor protagonismo del BCE se modere en cierta medida tras el fracaso en la subasta de bonos de ayer.

Entretanto, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, presentó sus propuestas en cuanto a la emisión de bonos conjuntos de la eurozona, advirtiendo a Alemania que ningún país debería bloquear el debate al respecto.

Su reacción a las palabras de rechazo de los bonos europeos por parte de Merkel fue bastante dura, si se toma en cuenta la sutileza habitual del lenguaje diplomático. Durao Barroso consideró que sería una falta del “apropiado respeto por las instituciones europeas“ si un país intentara bloquear el debate. “Nuestra intención no es ir contra nadie, ni menos contra el Estado miembro que representa la mayor economía de la zona euro“, aclaró el jefe de la Comisión de la UE. Al mismo tiempo, trató de restar perfil a las objeciones alemanas, afirmando que se referían a la oportunidad del debate y no al fondo del asunto.

Durao Barroso se muestra confiado en que Merkel no haya dicho aún la última palabra: “A veces, la realidad es un gran maestro“, comentó, haciendo referencia a que Berlín ha depuesto entretanto su resistencia inicial a un Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) más fuerte y flexible. Por otra parte, el dirigente europeo sabe que mucho países simpatizan con esta opción, lo que podría incrementar la presión sobre Alemania.

Eurobonos: tres opciones

Por ahora, Durao Barroso está decidido a impulsar el debate sobre los “bonos de estabilización“, como se denomina en lenguaje de Bruselas a los eurobonos. Y lo hizo planteando una propuesta que contempla tres opciones: bonos europeos conjuntos para la totalidad de la deuda de los países de la eurozona; eurobonos para parte de la deuda; o bonos que cubrirían parte de la deuda, pero por los que los países responderían no en su conjunto, sino de forma proporcional. Esta tercera opción sería la más fácil de poner en práctica, porque no requeriría reformar los tratados europeos, pero sería también la menos eficaz en cuanto a su propósito de apaciguar a los mercados.

La primera, en cambio, tendría el mayor impacto, porque una garantía conjunta haría descender los intereses que los países en aprietos están teniendo que pagar por los créditos que solicitan. Los débiles se beneficiarían así de la solvencia de los más fuertes, como Alemania. Para estos últimos, sin embargo, aumentarían probablemente las tasas de interés, entre un 0,5 y un 2 por ciento. Ésta es una de las razones del rechazo germano, pero no la única: el principal argumento de Berlín es que los eurobonos restarían urgencia a la necesidad de ahorrar para consolidar los presupuestos. Y volver a la senda de la disciplina fiscal es esencial, a jucio de Merkel. En este punto, Durao Barroso le concede razón y propone por ello incrementar la supervisión de los presupuestos nacionales por parte de Bruselas. El debate, en todo caso, ya está abierto, le guste o no a Berlín.

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