Por Walter Krohne
Director-editor de Krohne Archiv
Hay gente en Chile que parece no entender nada de nada y se deja llevar por tenebrosos mensajes que circulan todo el día por Internet, desprestigiando a personas que son valiosas, especialmente en una época como la actual en que hay una necesidad urgente de realizar verdaderos cambios en la sociedad chilena. Una de ellas es la joven dirigente estudiantil Camila Vallejo, que cada vez que pueden la destrozan como si le tuvieran una envidia sin límites, quizá por su juventud, su capacidad y talento de movilización y su cara bonita, como dicen los argentinos.
En esas típicas discusiones "bizantinas", según la jerga popular, la critican y la rechazan porque es comunista, dejando que en la superficie reflote una tremenda ignorancia burguesa.
Hay que reconocer que gracias a estos dirigentes, los chilenos se han atrevido otra vez a levantar la voz y exigir mayor igualdad y sobre todo, justicia social. Vallejo y muchos otros dirigentes, como Giorgio Jackson, que no es comunista, son los continuadores de los “pingüinos”, que en su momento fueron anulados en sus objetivos por los políticos tradicionales. Hay que pensar que lentamente, a través de las gestiones de los nuevos líderes, se comienzan a crear espacios como oportunidades históricas para entrar a etapas más avanzadas en este desarrollo chileno con más participación y una mucho más justa distribución de la riqueza.
“Es que Camila está influenciada por el Partido Comunista”, dicen los “bizantinos” llamados también “revolucionarios de salón”, como si todavía viviéramos en la Guerra Fría y el PC tuviera la absurda imagen de entonces cuando se hablaba de una colectividad que secuestraba niños y jóvenes. ¡Qué ridículo! Los comunistas se han integrado ya a los sistemas democráticos y lo han hecho en todo el mundo con excepción de Cuba, Corea del Norte y China.
Gracias a los estudiantes la reforma va si o si, ya no hay vuelta atrás. La idea central de Vallejo, Jackson y otros jóvenes, ya está metida en la "mente" de los partidos de derecha que nos gobiernan actualmente, estén o no plenamente de acuerdo. Ya no hay otro camino. A través de ella deberá controlarse el lucro en la educación, se acabará la municipalización y habrá en el futuro mucho más dinero para la educación en general que hasta ahora. Y si hay fallas o siguen las deficiencias, existirán los organismos competentes donde podrán plantearse las demandas.
Lo que falta es hacer los mayores esfuerzos necesarios para mejorar la calidad educacional y, para ello, está claro que habrá que recurrir a cambios fundamentales dentro del Magisterio, tengan estos o no un dirigente de filiación comunista. Esto, como también la creación de un sistema educacional único y gratuito, propuesto por la Concertación, son las otras patas de una mesa que sigue cojeando a pesar de lo que ya parece haberse avanzado. Al menos hoy, gracias a estas movilizaciones de los últimos siete meses, ya estamos hablando de una reforma tributaria, de cambios en la salud, de reforma de nuestro sistema de jubilación y de hasta una reforma constitucional que mejore notablemente la democracia en este país.
Todo estos aspectos son tremendamente positivos y alentadores porque por esta vía los chilenos otra vez podremos recuperar el control de la administración del Estado que no fue arrebatado por la dictadura militar de Pinochet. Si hoy Camila es comunista, mañana, si pierde la elección de la Fech, podrá cambiar el escenario y las caras del movimiento estudiantil, como es el caso de Jackson que ya dejó de ser Presidente de la Feuc.
Camila Vallejo, Giorgio Jackson y los demás dirigentes estudiantiles me recuerdan al dirigente estudiantil alemán de la década de los sesenta Rudi Dutschke, el líder del "Movimiento del 68" que por sus ideas fue acallado a balazos por la ultraderecha el 11 de abril de 1968 en un atentado ocurrido en Berlín.
La prensa alemana, especialmenbte el semanario Die Zeit compara hoy a la figura de Camila con la de Dutschke, quien también, por la inoperancia de la política y los políticos tradicionales atornillados por décadas en los escaños del Congreso, luchó igualmente en contra de los grandes abusos del capitalismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario