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martes, 20 de marzo de 2012

LOS NUEVOS DIRIGENTES ESTUDIANTILES Y SOCIALES REEMPLAZARÁN EN CHILE A UNA SERIE DE POLÍTICOS INEPTOS

Por Walter Krohne
Director-Editor de Krohne Archiv

Camila Vallejo ha vuelto a causar revuelo nacional. Su viaje a Calama preocupa notoriamente a la derecha a escasos días que la dirigente estudiantil ocupó junto a su grupo – las juventudes comunistas - la sede de la Unión Demócrata Independiente (UDI) en la comuna santiaguina de   Providencia.  No cabe duda, que tras haber dejado la vocería del movimiento estudiantil, desea seguir  activa y movilizada para que los medios y el mundo político sigan ocupados de ella y sus fotografías sigan dando la vuelta al mundo,  especialmente cuando existe la firme posibilidad de que se convierta en candidata a diputada por el Partido Comunista.
Desde ya, sorprendió que el portavoz de  La Moneda, el UDI Andrés Chadwick,  ocupara varios minutos ayer lunes  en criticar a Vallejo por su proyectada incursión en la nortina ciudad de Calama, donde hoy participó en una nueva y masiva protesta social.
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No cabe duda que su carisma y figura femenina  le han ayudado y le ayudarán en una futura campaña política. Si bien comenzó en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) consiguiendo continuar con la “rebelión de los pingüinos” realizada en  2007, logró un pedestal, no sólo movilizando al mundo estudiantil para luchar por una educación de calidad en Chile, sino también  despertando a todas las fuerzas vivas de nuestra sociedad y captando el entusiasmo de otros gremios interesados en crear un clima de cambios a nivel nacional.
Este es el mayor resultado que tuvo el movimiento estudiantil el año pasado, porque volver a poner a la gente en una posición de lucha, terminando con el miedo que introdujo la dictadura militar en la mente de los chilenos, es ya un gran logro. Esto significa además que gobernar será mucho más difícil en el futuro de lo que fue hasta el 2010, especialmente en un país que tiene un sistema presidencialista muy fuerte  y donde los políticos son cada vez menos respetados o tomados en cuenta.
Esto se nota más cuando existe un Presidente débil  que no toma las decisiones adecuadas en el momento preciso y prefiere dilatar los problemas quizá para ver si se resuelven solos o la gente que está en las protestas se aburre o se desalienta de tomar parte en ellas.
El caso de Aysén, los mapuches, Punta Arenas, la educación, la salud, el binominal, el aborto terapéutico, la ley del Lobby,  la protección de la propiedad privada y ahora Calama, están vivos como siempre estuvieron y no se vislumbra una solución amplia y definitiva para ninguno de ellos.
Todos son temas complejos que no se pueden ni se deben tomar a la ligera, como ha ocurrido en la Región de Aysén, donde llegó un ministro para dialogar y llegar a un acuerdo,  pero que no logró ni  lo uno ni lo otro y para peor, ni siquiera estuvo dispuesto a conversar o a intercambiar algunas ideas con los dirigentes del Movimiento Social culpando de ello a los desórdenes que protagonizaron en la vía pública ciudadanos frustrados y aburridos de vivir en la postergación y en la pobreza.
En cambio, la respuesta que dio el Gobierno central fue la aplicación de la Ley de Seguridad del Estado contra 22 personas, al parecer elegidas a dedo, porque la mayoría nada tiene que ver con “el violentismo” del que se le acusa.
Los reclamos y protestas de la gente en Chile se levantan sobre una base sólida de pura verdad y, sino veamos como vive la gente en regiones.  El hambre, la desolación y la carestía de vida recorren los extremos de Chile, mientras en Santiago un alcalde  autoriza la construcción del edificio más caro entre miles, sólo porque a un empresario se le ocurrió que su nombre debía recorrer el mundo como propietario del edificio más alto de América Latina, sin darse cuenta, ni él ni menos el alcalde, que han levantado el bodrio más gigantesco de toda América o del mundo que desentona con la línea arquitectónica de su entorno  y que además provocará un gran trastorno vehicular.
Estas realidades convierten a personas como Camila Vallejo en líderes que movilizan masivamente a una población llena de necesidades. Ella participó hoy en la marcha del movimiento social de Calama, ciudad a la que seguramente se enviará más de un ministro que, quizá tampoco esté dispuesto a conversar para luego poner en práctica una serie de medidas, decididas unilateralmente por el Gobierno en Santiago y dejando fuera las principales demandas de la ciudadanía. ¡Qué viva la democracia!
La verdad  que es difícil entender a este país, donde a sus dirigentes lo único que les interesa es el crecimiento del PIB, que suba el precio del cobre reconocido como el sueldo de Chile desde hace cincuenta o sesenta años,   respetar a pies juntillas las “doctrinas” de la OCDE  y sin molestarse en crear nuevas fuentes de producción nacional o de  controlar los altos precios de  algunos productos  que son, en su mayoría consecuencia de la especulación de  empresarios inescrupulosos.
Seguramente los sabios del Gobierno me calificarán de un ignorante, pero yo sé lo que escribo y ellos saben muy bien a lo que me estoy refiriendo.

1 comentario:

  1. Estimado,

    Muy de acuerdo y muy asertivo su artículo, no me queda claro que la Camilita tendrá el mismo empuje cuando logre su escaño público, creo que se aburguesará como el resto.

    saludos ... El seguidor de Guru

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