POLÍTICA-KRADIARIO
DÁVALOS, ¿EL "REY DE LOS HUEVONES" O PEPE· ANTÁRTICO"?
Por Rafael Luis Gumucio Rivas
El
primer personaje es muy conocido por la película del mismo nombre y, el
segundo, pertenece a la revista picaresca chilena de los años cincuenta, y
representa a un frescolín. En primer lugar, Sebastián Dávalos se puede ganar
gratuitamente el título de “el rey de los huevones”, pues no dejó estupidez por
hacer sobre la base de su insaciable amor al dinero, a los autos de lujo, a la
propiedad raíz y, en general, a la vida burguesa; se convierte así en un
socialista pillín – lo son algunos ex
Mapu como los Correa, los Brunner y los
Tironi -.
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Me
parece ridículo el compadecer a la Presidenta de la República por tener un hijo
“cacho”, pues en el fondo, ella también es responsable como madre, en primer
lugar, por la educación desde su infancia;
en segundo lugar, ella no puede alegar desconocer las inclinaciones y
actuaciones de su hijo a través de la vida, en especial cuando ocupó un cargo
en el área comercial de la Cancillería – ya había quejas y
denuncias, entre ellas, la del connotado periodista de la Radio Bío Bío, Tomás
Mosciatti, que le valió una querella de parte de Sebastián Dávalos, con el
cargo de injurias y calumnias -; en
tercer lugar, al nombrarlo en La Moneda en un cargo de su exclusiva
responsabilidad, conocedora de los antecedentes de su hijo, no tomó los
resguardos necesarios; en cuarto lugar, antepuso su amor maternal – abismo sin
medida – a los intereses del Estado, su combinación política y su partido; en quinto lugar, la derecha
nunca hubiera imaginado recibir el mejor regalo de la Presidenta de la
República; en sexto lugar, debió haber pedido la renuncia, de inmediato, a su
hijo y funcionario – tal cual lo hizo con la ministra de Salud, Helia Molina,
por decir la verdad en sus declaraciones sobre el aborto y las “cuicas” -.
.
El periodista José Miguel Villouta tiene toda la razón al sostener, en uno de los
programas de la Red, Los vigilantes,
la cobardía de los periodistas y de la Prensa en general al no atreverse a
entrevistar a la Mandataria, ni menos preguntarle nada sobre el tema, mucho
menos, dar opiniones y análisis. Es
necesario saber que los Luksic son propietarios del Canal 13 y que además, la
mayoría de los medios de comunicación radial, escrita y televisiva está en
manos de los empresarios, por consiguiente, la línea editorial está determinada
por ellos, y si algún periodista osara traspasar este límite sería, de
inmediato, exonerado de su cargo; los pocos medios independientes que existen
actualmente tienen baja sintonía – incluso CIPER Chile, que se atreve a
realizar investigaciones un poco más audaces, también depende de COPESA -dudo
que se atrevan a investigar a fondo a Álvaro Saieh, su patrón-.
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Me
pregunto, si los políticos son mozos fieles de los empresarios, como está
probado con el PentaGate-UDI-Soquimich,
¿por qué no lo van a hacer sus periodistas como empleados directos que,
cotidianamente son pauteados por sus empleadores? ¿Se puede hablar de opinión
pública en un país en que el 70% de los ciudadanos no comprende lo que lee, ni de sistematizar lo que
escucha, es decir analfabetos funcionales? Un país donde apenas vota el 40% de
los ciudadanos para elegir a sus autoridades, significa que el 60% son
analfabetos políticos. Actualmente, el presidente de la república representa
sólo el 25% de los ciudadanos, y los diputados, el 8%.
.
El
único personaje que pasa desapercibido en este derrumbe de las instituciones políticas es Andrónico
Luksic, uno de los principales responsables en este caso, al conceder un
crédito de seis mil millones de pesos,
exigiendo como aval la comparecencia del hijo de la Presidenta de la República,
Sebastián Dávalos – hay que ser ingenuo para creer que estos regalos no son
cobrados al poder político, considerando que cualquier Presidente en Chile
tiene más poder que Luis XIV -.
.
Hemos
llegado a tal grado de podredumbre moral en que Chile, la Fenicia de América
Latina, se ha convertido en una sociedad de siete familias plutocráticas que
manejan el país a su antojo, y que tiene a su servicio a Ex Presidentes,
parlamentarios, jueces y periodistas, que vendrían ser como en La visita de la anciana dama, de Friederich Dürrenmatt, una
millonaria que compró las conciencias de todo un pueblo con su dinero.
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