Director-Editor de Krohne Archiv
Ojalá que la nueva Ley de Alcoholes se cumpla como es debido y no caiga rápidamente en el olvido como muchas otras disposiciones que fueron efectivas en los primeros meses, pero que posteriormente hasta hoy ya a nadie preocupan. Hablamos de las prohibiciones de utilizar el teléfono celular sin manos libres a conductores de vehículos motorizados o no fumar o no maquillarse mientras se está frente al volante o también de la obligación de usar el cinturón de seguridad que se respeta poco. Igualmente se puede mencionar la prohibición de fumar en lugares públicos, entre otros, que en muchos locales de nuestra gastronomía y bohemia santiaguina y de regiones, simplemente no se cumple.
Es muy fácil en Chile caer en estas infracciones sin ser descubierto debido a la falta de controles policiales. El personal de Carabineros debe asumir constantemente nuevas tareas de vigilancia que le dejan muy poco tiempo para la fiscalización. Bueno sería que la cobertura de algunos temas se hiciese con inspectores especiales de civil que estuviesen bajo la tutela del cuerpo policial.
La nueva Ley de Alcoholes fue promulgada esta mañana y en algunos días más entrará definitivamente en vigencia. La nueva legislación indica que los conductores que presenten un nivel de entre 0,3 y 0,7 gramos de alcohol por litro de sangre están bajo los efectos del alcohol. El estado de ebriedad se declara desde los 0,8 gramos hacia arriba. Para todos ellos, pero especialmente para estos últimos, el asunto se vuelve bastante o muy serio si cometen accidentes graves con muertos, heridos y daños materiales, lo que se castigará con la suspensión o pérdida de la licencia de conducir y hasta con cárcel.
Parece lamentable que un pueblo como el chileno deba vivir siempre con “el azote encima” para que entienda que no debe tener conductas reñidas con el respeto y las buenas costumbres porque de lo contrario “la mano pesada del amo” le caerá encima. ¿Falta de madurez o es parte de nuestro temperamento?
Como toda Ley, ésta quizá resuelva un problema grave en Chile, pero agravará otros. La situación de los bares, pubs y restaurantes podría llegar a cambiar bastante, porque ir en el futuro a uno de estos locales a beber agüita para acompañar un buen bife chorizo o intentar gozar un plato de "locos mayo" con cola light, mejor es quedarse en casa, lo que para muchas familias, acostumbradas a salir los fines de semana, les va significar un ahorro extra en un momento en que los precios de los alimentos suben y suben. Pero en muchos casos resulta totalmente absurdo vivir ahorrando sin gozar la vida como corresponde.
Los servicios de taxis se van a beneficiar porque los noctámbulos más responsables dejarán el auto en casa y recorrerán Santiago a bordo de uno de estos vehículos. Igualmente las botillerías podrían salir ganando porque quienes no desean salir al “carrete” sin auto y prefieran beber en casa, recurrirán a estos locales hasta bien entrada la noche. Bueno sería que el servicio del metro funcionara las 24 horas, al menos en fines de semana.
Quizá, en esta situación de vivir a la defensiva, ayudará bastante el consumo de cerveza sin alcohol, de la cual varias marcas, nacionales y extranjeras, la ofrecen ya como "salvavidas" o soluciones desesperadas.
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En fin, algunos quedarán muy amargados, otros contentos y los más prácticos se las jugarán con todas en esta pasada. Lo incongruente es que hablan de Tolerancia Cero a pesar que se puede llegar a un 0,3, es decir es una tolerancia bien especial a la que se llega rápidamente tras beberse una cerveza o una copa de vino, según los más expertos. Muchos se preguntarán ¿para qué vivimos, entonces?
Quizá, en esta situación de vivir a la defensiva, ayudará bastante el consumo de cerveza sin alcohol, de la cual varias marcas, nacionales y extranjeras, la ofrecen ya como "salvavidas" o soluciones desesperadas.
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En fin, algunos quedarán muy amargados, otros contentos y los más prácticos se las jugarán con todas en esta pasada. Lo incongruente es que hablan de Tolerancia Cero a pesar que se puede llegar a un 0,3, es decir es una tolerancia bien especial a la que se llega rápidamente tras beberse una cerveza o una copa de vino, según los más expertos. Muchos se preguntarán ¿para qué vivimos, entonces?
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El problema se podría producir este fin de semana en que muchos “habitúes” lo tomarán como “la fiesta de la despedida”, porque es el último antes de que entre en vigencia el ya llamado “gran garrote”. Como consuelo nos puede servir que no somos los únicos en América Latina, porque entre nuestros vecinos, Brasil y Uruguay tienen “tolerancia cero”, Argentina 0,5 y mucho más estrictos son los europeos, como Alemania, Croacia, Rumania, Eslovaquia, República Checa y Hungría. Algunos de estos últimos tardaron unos diez años hasta que las autoridades pudieron cambiar la mentalidad y el modo de vida de mucha gente. ¡Es algo para meditar!


COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderBorrarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años