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miércoles, 3 de agosto de 2016

DIACONADO FEMENINO EN LA IGLESIA CATÓLICA
El 12 de mayo pasado, dirigiéndose a una reunión de líderes de congregaciones de religiosas en la santa sede, el Papa Francisco reconoció la inquietud de muchos en la Iglesia respecto a la cuestión del diaconado femenino.   Este asunto comenzó a ser tema de conversaciones y ocasionalmente de reuniones, luego de concluido el Concilio Vaticano II.  El Papa Juan Pablo II, en su Carta Apostólica Ordenatio Sacerdotalis, Roma 1994, trata tangencialmente el tema; mas adelante, en 2002, la Comisión Teológica Internacional volvió a tratar la cuestión de manera mas detallada, dejándola abierta.

Según un anuncio oficial,  el Papa Francisco decidió  crear una Comisión Pontificia Sobre el diaconado de la Mujer, integrada por doce miembros con paridad de género, presidida por un jesuita español, el Arzobispo Luis Francisco Ladaria Ferrer S.J., Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fé.  Como en toda comisión romana, hay notoria presencia de italianos, pero no deja de llamar la atención la de cuatro españoles empezando por quien la presidirá, acompañado por Sor Nuria Calduch-Benages, miembro de la Pontificia Comisión Bíblica; el Padre Santiago Madrigal S.J.  titular de la cátedra de Eclesiología en la Pontificia Universidad Comillas en Madrid; y Monseñor Pedro Coda,  Rector del  Instituto Universitario Sophia en Roma, miembro de la Comisión Teológica Internacional.   Los demás integrantes de la Comisión son un belga, dos alemanes, y una teóloga secular americana, la Dra. Phyllis Zagano, Hofstra University, Hempstead, NY.

De la lectura de los nombres de los miembros de dicha Comisión, resaltan las ausencias de integrantes de Latinoamérica, África y Asia; tal vez en el curso del trabajo en los meses venideros se incorpore a gente de las latitudes  que no fueron consideradas.  En todo caso, el Papa Francisco, tal vez consciente de la necesidad de contar con diversidad de opiniones, ha incluído a dos destacadas proponentes del diaconado femenino, la Dra. Phyllis Zagano, y la Dra. Sor Mary Melone, franciscana, primera mujer rectora de la Pontificia Universidad Antonianum en Roma.

Apenas informada de su nombramiento, la Dra. Zagano, tomando por base la mención de la diaconesa Phoebe por el Apóstol San Pablo en su Carta a los Romanos, habló de restaurar antes de crear un diaconado femenino; en esta línea de argumentación, si había diaconesas en la Iglesia de los Apóstoles, correspondería restaurarlas en la Iglesia misionera del Siglo XXI.   Puede ser una fascinante discusión histórica y teológica. 


1 comentario:


  1. Victor Navia Garrido
    3 de agosto a las 23:13

    La lucha por la dignidad de la mujer debe ser universal y el repudio total, especialmente a "pastores" de cualquier iglesia que en lugar de enaltecerlas, las segregan.

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