El domingo se efectuó una marcha familiar por la Alameda Bernardo O'Higgins en apoyo del movimiento estudiantil con participación de una 80.000 personas. Hoy hubo 150.000 marchistas.
Una marcha que comenzó pacíficamente en Santiago de Chile, en la que participaron unas ciento cincuenta mil personas según los organizadores, derivó al final en una serie de incidentes y en nuevos enfrentamientos con carabineros. La manifestación fue organizada por los estudiantes universitarios al inicio de una huelga nacional que tiene como objetivo lograr del Gobierno una amplia reforma educacional.
En marchas similares en Valparíso y Talca también se produjeron incidentes. Los estudiantes piden ahora la realización de un plebiscito nacional para que el pueblo decida directamente sobre esta reforma educacional, argumentando que el Parlamento no seria capaz de resolver el problema. Sin embargo, el Gobierno se opone a esta consulta nacional, ya que en algunos sectores de la derecha gobernante se opina que los plebiscitos corresponden más bien a países con gobiernos de izquierda o progresistas y mencionan como ejemplos a Venezuela, Bolivia o Ecuador.
En la manifestación de hoy en Santiago, grupos de manifestantes instalaron barricadas en una decena de puntos, complicando el tránsito. Los carabineros emplearon chorros de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los participantes.
Las autoridades y los dirigentes estudiantiles llegaron ayer a un acuerdo para que los jóvenes realizaran la marcha por un recorrido que evita el centro de Santiago, aunque incluye un tramo de la Alameda, la principal arteria de la capital chilena. El pasado jueves, la prohibición de manifestaciones en esa arteria derivó en enfrentamientos que se prolongaron durante todo el día y dejaron más de 870 detenidos y daños materiales estimados en entre 1.200 y 1.300 millones de pesos (2,5 a 2,8 millones de dólares).
Con el paro las federaciones estudiantiles buscan presionar al gobierno de Sebastián Piñera para mejorar al menos varios puntos de un plan de 21 medidas que el Gobierno presentó la semana pasada para mejorar la educación y que fue rechazado por los estudiantes. Los puntos en cuestión se refieren a una garantía constitucional de una educación pública gratuita y de calidad, la prohibición del lucro en las universidades privadas y la devolución al Estado, desde los municipios, de la administración del sistema educativo primario y secundario.
Tales demandas, que comenzaron hace más de dos meses, han mantenido movilizados a los estudiantes chilenos, que tienen el apoyo del Colegio de Profesores y de numerosas organizaciones sindicales y sociales.
El ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter, lamentó que la marcha de hoy terminara con desórdenes, enfrentamientos y graves daños materiales. Los resultados de hoy deben llamar a los dirigentes a la reflexión, aunque ellos han declarado abiertamente que no controlan las marchas. Los organizadores han señalado que quienes producen los desórdenes y los daños son infiltrados que nada tienen que ver con el mundo estudiantil y reclaman que Carabineros no hace verdaderos esfuerzos para detener a estos elementos.
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