El problema del relevo del renunciado ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobin, por el ex canciller de Lula da Silva, Celso Amorim, ha agitado a los altos mandos de las fuerzas Armadas del Brasil que no están plenamente de acuerdo con el cambio.
Jobin fue despedido ayer por la presidenta Dilma Rousseff tras criticar a dos ministras y afirmar que estaba "rodeado de idiotas" en el gabinete presidencial, las que fueron difundidas por la prensa brasileña.
El problema del relevo del renunciado ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobin, por el ex canciller del ex Presidente Inazio Lula da Silva, Celso Amorim, ha "agitado las aguas" de los altos mandos de las Fuerzas Armadas del Brasil que no están plenamente de acuerdo con el cambio.
Generales, almirantes y brigadieres activos comentaron, a condición de anonimato, que la elección de Celso Amorim fue la "peor sorpresa de los últimos tiempos", según escribió el diario Estado de Sao Paulo.
En todo caso hoy la Presidenta Rousseff ratificó en sus cargos a los comandantes de las Fuerzas Armadas, tratándose del jefe del Ejérctio, Enzo Peri; del titular de la Marina, almirante Julio Soares Moura, y al comandante de la Aeronáutica, Juniti Saito, según reveló el mismo diario.
Los tres militares habían sido nombrados por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y fueron ratificados por Rousseff al asumir en enero pasado.
Jobin fue despedido ayer por la presidenta Dilma Rousseff tras criticar a dos ministras y afirmar que estaba "rodeado de idiotas" en el gabinete presidencial, las que fueron difundidas por la prensa brasileña.
El problema del relevo del renunciado ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobin, por el ex canciller del ex Presidente Inazio Lula da Silva, Celso Amorim, ha "agitado las aguas" de los altos mandos de las Fuerzas Armadas del Brasil que no están plenamente de acuerdo con el cambio.
Generales, almirantes y brigadieres activos comentaron, a condición de anonimato, que la elección de Celso Amorim fue la "peor sorpresa de los últimos tiempos", según escribió el diario Estado de Sao Paulo.
En todo caso hoy la Presidenta Rousseff ratificó en sus cargos a los comandantes de las Fuerzas Armadas, tratándose del jefe del Ejérctio, Enzo Peri; del titular de la Marina, almirante Julio Soares Moura, y al comandante de la Aeronáutica, Juniti Saito, según reveló el mismo diario.
Los tres militares habían sido nombrados por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y fueron ratificados por Rousseff al asumir en enero pasado.
Las críticas militares en contra de Amorim (derecha) se centraron en las dudas que existen en círculos castrenses de su capacidad para liderar esa cartera. Según las ramas militares el nuevo ministro, "contrarió principios y posiciones de los militares" a lo largo de su gestión de ocho años en la Cancillería durante el gobierno Lula (2003-2010).
Un alto oficial recordó que, como jefe de la política exterior brasileña, Amorim estrechó las relaciones del país con Cuba y Venezuela, así como con el Presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, lo que generó insatisfacción en los medios castrenses más conservadores.
La primera prueba del nuevo ministro, quien asumirá oficialmente el cargo la semana próxima, será probablemente la aprobación por el Congreso del delicado proyecto de Rousseff de crear una Comisión de la Verdad para investigar los crímenes practicados contra opositores políticos durante la dictadura brasileña (1964-85) y para ubicar los cuerpos de cientos de desaparecidos, según afirmó la agencia dpa.

El ex ministro Jobim (derecha), había desarrollado una excelente relación con las Fuerzas Armadas desde que asumió el cargo, en 2007, durante el pasado gobierno.
No obstante, muchos analistas, como el politólogo David Fleischer, de la Universidad de Brasilia (UNB) opinan que Amorim tiene buenas posibilidades de superar las resistencias a su nombramiento y construir una buena relación con los sectores castrenses. "Muchos dicen que Dilma erró al designar a un diplomático, pero Amorim es diferente. Fue ministro de Relaciones Exteriores y muchas de sus opiniones nacionalistas coinciden con las de los militares. Esto pesa", expresó Fleischer, en entrevista al portal brasileño UOL.
Además de las posiciones nacionalistas, Amorim coincide con los militares en la defensa de un papel más destacado de Brasil en el escenario internacional y de la modernización de las Fuerzas Armadas. Una de las tareas del nuevo ministro será precisamente definir la licitación abierta por el gobierno para adquirir 36 nuevos cazabombarderos para la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), y que tiene como finalistas a los aviones Rafale, de la francesa Dassault, los F18 Super Hornet de la Boeing estadounidense y los NG Gripen de la sueca Saab.
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