GORDON BROWN DEBE NEGOCIAR CON LOS LIBERALES PARA PODER SEGUIR GOBERNANDO EN GRAN BRETAÑA
Los británicos son para todo muy especiales, incluyendo su sistema electoral: Así como su monarquía se sostiene sobre una Constitución que nunca ha sido plasmada por escrito, en la parte electoral tiene siempre posibilidades de ganar quien está en el poder, porque éste tiene prioridad a la hora de negociar la formación de un nuevo gobierno.
Es lo que le ocurre al primer ministro Gordon Brown (foto izquierda), cuyo Partido Laborista perdió 29 puntos y logró con ello el peor resultado desde 1983. Sin embargo, nadie puede echarlo por la capacidad que tiene de negociar y lo hará hasta el final, porque su propósito es conservar el poder.
Como contraparte, el conservador David Cameron ganó la elección pero le faltaron 36 mandatos parlamentarios para poder ser designado oficialmente primer ministro. Así Brown, aunque más débil electoralmente, es el que sigue mandando y por lo mismo ha decidido negociar, pero no con Cameron, como lo ha dicho, sino lo intentará primero con los liberales del derrotado candidato Nick Clegg, para intentar formar una coalición de Gobierno. Clegg se ha convertido entonces para Brown lo que en la politica británica se denomina “contacto bisagra”.
Contrariamente a lo que se ha comentado, David Cameron destacó hoy la importancia de formar pronto un "gobierno estable" por el bien del país. Así se adelantó a Brown haciéndole una oferta a los liberales de Clegg con algunas concesiones como podría ser una reforma del sistema electoral en Gran Bretaña. En esta forma el líder liberaldemócrata se convirtió también en una "bisagra" de Cameron.
El líder “tory” tendió su mano a los liberademócratas poco después de que el primer ministro británico, el laborista Gordon Brown, se ofreciera a negociar con el partido de Nick Clegg en caso de no fructificar unas eventuales negociaciones entre conservadores y liberaldemócratas.
Hay que hacer notar que entre ambos existen serios desacuerdos y uno de ellos es el europeísmo de los liberaldemócratas. Cameron (foto derecha) le hizo notar a Clegg que “ningún gobierno debería darle más poder a la Unión Europea”.
Frente a la propuesta del partido de Clegg de regularizar a los inmigrantes que están viviendo en este país, Cameron dijo que “no hay que ser blandos” en esta materia.
También marcó sus diferencias con relación a los temas militares, y aquí pareció descartar un abandono del programa de renovación del sistema nuclear “Trident”, uno de los puntos claves del programa liberaldemócrata.
En cuanto a los puntos de aproximación, Cameron recordó que su partido apoya una “economía verde” y que, al igual que los liberaldemócratas, también es contrario a la propuesta laborista de incrementar la cotización a la seguridad social a partir del próximo año.
Sobre estos asuntos, el líder “tory” remarcó que existían “muchos puntos de acuerdo” entre los dos partidos, lo que, a su juicio, ofrece “las bases para la formación de un gobierno sólido”.
Hay si diferencias en la forma de como deberá afrontarse el déficit fiscal en Gran Bretaña que asciende a 163.000 millones de libras. Mientras Cameron opina que debe comenzarse de inmediato, los liberaldemócratas son partidarios, como también lo son los laboristas, de retrasarlo para más adelante, hasta que se consolide la recuperación económica.
“La mayor amenaza es el déficit y es esencial afrontarlo este año”, afirmó el líder conservador, en alusión clara a lo que está ocurriendo en otros países como Grecia.
Cameron destacó que no hay que olvidar que los electores votaron por un cambio y una nueva política y los problemas que afronta el país “son demasiado graves y urgentes”.
Los conservadores han ganado, aunque sin mayoría absoluta, al obtener 304 diputados, frente a los 257 que de momento tienen los laboristas y 57 los liberaldemócratas, con 646 de 650 escaños asignados.
En resumen, a falta de un partido con mayoría absoluta en el Parlamento, las opciones ahora son la de formar una coalición o gobernar en minoría. Como actual ocupante del número 10 de Downing Street, es facultad de Brown decidir si puede lograr un acuerdo para permanecer en el poder o si debería renunciar. Y por eso su principal interés es llegar a un acuerdo con liberales demócratas para formar una coalición.
Ahora, si el primer ministro no lo intenta o no lo logra, entonces Cameron tendrá que decidir si hace acuerdos con partidos de menor importancia para gobernar en minoría y, en sus planes, como ya informamos, estaría una posible alianza con Clegg, aunque las diferencias entre ambos parecen no hacer el camino fácil.
Mientras tanto, Clegg (foto izquierda) anunció que mantiene su opinión de que el partido con más votos y escaños, es decir los conservadores, deben tratar de formar un gobierno.
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