Termina otra semana difícil para el cobre que cayó en un 6,7 por ciento frente a la semana anterior y cerrando en 3,117 dólares por libra. La causa fueron nuevamente las turbulencias financieras, originados en la deuda de Grecia, que han desequilibrado los mercados mundiales.
La crisis financiera, especialmente en Europa, fue mucho más fuerte que la baja en 2,1 por ciento en los inventarios del metal rojo, hasta las 763.800 toneladas métricas de cátodos en bolsas de metales, cantidad suficiente para abastecer el consumo mundial durante 2,2 semanas.
El informe semanal de la Comisión Chilena del Cobre (COCHILCO) señala que luego que la Bolsa de Futuros de Shanghai y la BML permanecieran cerradas el lunes, tras los feriados en ambos países, la cotización del cobre retornó el martes con un descenso cercano al 3%, ante las turbulencias financieras que continúan desequilibrando los mercados mundiales.
Fue así como el fin de semana, el gobierno Griego, el FMI y la Unión Europea acordaron activar el rescate a Grecia, poniendo a disposición del país asistencia financiera por 110 mil millones de euros durante los próximos 3 años, gran parte de los cuales serán aportados por miembros de la UE como créditos bilaterales. Grecia comprometió para esto, drásticas medidas de austeridad, de manera de reducir el déficit de forma paulatina desde el actual 13,6% del PIB a un 2,6% en el año 2014.
A pesar de la fuerte austeridad fiscal de la medida, los mercados financieros no lograron convencerse del todo con el rescate acordado, lo que derivó en una fuerte caída en los mercados de renta variable, junto al avance del dólar frente al euro, dando cuenta de un nuevo retorno de la mayor aversión al riesgo, ante la amenaza de contagio más allá de Grecia.
La escalada de la moneda norteamericana se traduce en retrocesos para los precios de los metales base, los cuales tuvieron caídas desde 3% en el caso del estaño hasta 14,1% en el caso del níquel.
Contrariamente, el oro fue el único en registrar ganancias, transándose incluso el día viernes en su mayor valor del año (1,199.6 US$/oz).
Otro factor que afectó el precio del cobre, fue la adopción por parte de China de nuevas medidas de ajuste monetario. Fue así como por tercera vez en lo que va del año las autoridades anunciaron una subida en el ratio de reservas bancarias en 50 puntos base, de manera de limitar el flujo de crédito, y de evitar la creación de burbujas especulativas sobre todo en el sector inmobiliario y un repunte en la inflación.
No obstante lo anterior, los fundamentos de la demanda se mantienen positivos según se deriva de los indicadores económicos conocidos en la semana. Particularmente, la actividad esperada del sector manufacturero estadounidense continúa dando señales de una senda de recuperación bastante fuerte, luego que el índice ISM avanzara en abril por noveno mes consecutivo hasta 60,4 puntos, situándose en el nivel más alto desde junio de 2004.
En tanto en la Zona Euro, el indicador PMI mostró un avance hacia los 57,6 puntos durante abril, ligeramente por sobre los 57,5 puntos esperados. En tanto, en China, el indicador PMI publicado por el gobierno, mostró un avance hasta los 55,7 puntos, divergiendo con la publicación del mismo índice por parte del HSBC, que se contrajo hasta los 55,4 puntos en abril.
Finalmente, el gobierno australiano propuso la implementación de un nuevo impuesto (llamado supertax) que gravaría los beneficios de las empresas del sector minero a una tasa de 40%, información que rápidamente repercutió en el valor de las acciones de las principales empresas mineras, las que manifestaron su desaprobación frente a esta política, dando a conocer incluso la suspensión de algunos proyectos (pertenecientes a Rio Tinto), hasta estudiar las incidencias que tendrá el impuesto sobre su plan de negocios.
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