Como una solución de corto plazo ve China, el principal acreedor de Estados Unidos, el acuerdo de último momento alcanzado en el Congreso en Washington para evitar la suspensión de pagos. El Diario del Pueblo del gigante chino dijo claramente que se desconfía del futuro de la economía estadounidense.
"Aunque Estados Unidos ha evitado la suspensión de pagos, los problemas de su deuda soberana siguen sin resolverse ya que solo se han pospuesto para más adelante", dijo el portavoz del Partido Comunista de China en un editorial.
Sin embargo, la misma opinión se escucha en diversas partes del mundo. La analista Ana Barón en el diario Clarín de Buenos Aires dijo que “el frágil acuerdo que sellaron republicanos y demócratas el domingo no logrará revertir el deterioro de la influencia política y económica de EE UU a nivel internacional. El acuerdo no fue lo suficientemente profundo y genuino como para poner fin a la percepción de que Estados Unidos tiene cada vez más problemas de gobernabilidad”
El Diario del Pueblo chino destacó también en su comentario que el problema del endeudamiento "ha generado una nube de incertidumbre sobre la recuperación de la economía estadounidense e incrementado los riesgos que afronta el sistema económico mundial".
La consultora de rating internacional Standard & Poor's advirtió de que podría bajar la calificación de la deuda de EE UU a pesar del acuerdo, lo que afectaría a China, principal compradora de bonos estadounidenses con un total de 1,16 billones de dólares. "No se puede descartar la posibilidad de una bajada en la calificación de la deuda si Washington no logra un equilibrio a largo plazo para su endeudamiento", dijo al respecto Chen Daofu, director del Centro de Investigaciones Políticas del Consejo de Estado de China, en declaraciones al oficial "China Daily".
Barón en Buenos Aires aclaró además que “el compromiso prevé nuevas rondas de negociaciones para reducir el déficit fiscal que, en plena campaña electoral presidencial, aumentará aún más la polarización política y aumentará, también, el riesgo de un nuevo bloqueo político.”
Comentó seguidamente que “lo que más ha sorprendido durante esta crisis es la falta de liderazgo, no sólo de parte del presidente Barack Obama -a quien acusan de haber sido demasiado flojo durante las negociaciones--, sino también por parte de los líderes de ambos partidos. En efecto, el presidente de la Cámara de Diputados, John Boehner, tuvo grandes dificultades en sus intentos por disciplinar a los fanáticos diputados del conservador Tea Party, mientras que el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, presentó un plan para evitar el default que fue rechazado hasta por miembros de su propio partido.
Preocupación en China
¿Con problemas de liderazgo a nivel doméstico cómo hará Washington para seguir liderando a nivel internacional?”
En China lo que igualmente preocupa es la inestabilidad que la cuestión de la deuda puede generar en el dólar también se ve con preocupación en China, ya que esta moneda representa el 70 por ciento de sus 3,2 billones de reservas de divisas.
Chen advirtió que buscar alternativas de inversión para las reservas chinas y cambiar la composición de éstas "es un desafío crucial para los consejeros políticos en Pekín", aunque para el Diario del Pueblo el dólar "sigue siendo una moneda firme que todos los países deben aceptar aunque no lo quieran".
“La confianza que había antes en el sistema político estadounidense ha menguado. La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, lo dejó en claro cuando dijo, muy diplomáticamente, que la crisis de la deuda ‘está disminuyendo la inclinación positiva que siempre hubo hacia Estados Unidos, hacia los bonos del Tesoro’”, subrayó Ana Barón.
Recordó además en este contexto que “los pronósticos sobre la decadencia de Estados Unidos no son nuevos. No hay más que recordar lo que ocurrió durante la Guerra de Vietnam. Pero nunca antes, EE.UU. se había autocolocado al borde del default. Esta actitud suicida dejó al mundo boquiabierto”.
Igualmente la pregunta que se hacen hoy muchos analistas de si ¿EE UU tiene realmente los recursos para poder seguir adelante reduciendo en forma paulatina sus deudas? Y la respuesta sería que no tiene problemas de financiamiento, lo que significa que este default sería autoinfligido”.
Votación en la Cámara
En Estados Unidos se comentaba hoy que la votación ayer en la Cámara de Representantes demostró la división. El resultado fue de 269 a 161. Lo más curioso es que la iniciativa, propiciada por presidente Barack Obama, contó con más apoyos de los rivales republicanos que de sus colegas demócratas. El sector liberal se siente traicionado con esta medida de la que se ha excluido la revisión del sistema impositivo. Consideran que se aplican recortes que afectan a los sectores más desfavorecidos mientras que no se aplica ninguna compensación. A los ricos y las corporaciones no se les revisa su estatus impositivo.
Los demócratas descontentos superaron en al menos una treintena de votos negativos a los legisladores inspirados por el ala ultra de los conservadores, a pesar de que estos hicieron mucho más ruido. El estropicio podría haber sido peor, porque la líder de los progresistas, Nancy Pelosi, estuvo dudando hasta el último momento en dar su apoyo. Al final no se atrevió a ponerse de espaldas a la Casa Blanca.
Según los expertos, éste era el primer gran escollo pendiente. El segundo, la votación en el Senado, también fue superado hoy, lo que se logró por 74 votos contra 26 (el Partido Demócrata tiene mayoría en esta Cámara). En esta forma, el Presidente Obama convirtió en ley un plan que recorta el gasto y eleva el tope del endeudamiento del país, comunicó la Casa Blanmca en Washington.
El cambio que viene en EE UU se originará en el propio Obama quien habló ya de la necesidad de poner énfasis en “el nation building” a nivel domestico. Es decir, después de dos guerras y una de las crisis financieras más graves desde la Gran Depresión, Obama considera que es necesario dejar de reconstruir países en el extranjeros para poder poner todo el énfasis en la reconstrucción de EE UU. Esto explica, en parte, por qué el Pentágono aceleró el retiro de Afganistán y por qué la Casa Blanca dejó en manos de la OTAN las operaciones en Libia, opinó Ana Barón en Clarín.
Con la aprobación hoy de la medida en el Senado, el Gobierno tendrá un incremento inmediato de 917.000 millones de dólares del techo legal de endeudamiento. En un segundo plazo se añadirán 1,1 billones, aunque se aplicarán unos mecanismos que permitirán al gobierno adoptar esta medida sin tener que revivir la pesadilla de estos días. Todo esto irá acompañado de un recorte total del déficit, en diez años, de 2,4 billones.
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