La cifra de muertos y desaparecidos en la tragedia japonesa aumentó hoy a casi 12.000, cifra que se desglosa en 3.771 fallecidos y 8.181 desaparecidos. Este dato incluye sólo a las víctimas por el terremoto grado 9 Richter y posterior tsunami , temiéndose que también haya más muertos y muchos heridos graves como consecuencia de la onda radiactiva que ha tenido como centro la planta atómica de Fukushima.
Igualmente el saldo de pérdidas humanas por el terremoto y tsunami también podría aumentar en las provincias más afectadas como Iwate, Miyagi y Fukushima, donde la situación sigue siendo muy confusa.
La agencia efe informó que unos 100.000 militares japoneses, ayudados por voluntarios extranjeros especialistas en salvamento, peinan la zona devastada en busca de supervivientes atrapados bajo los escombros o arrastrados mar adentro por la ola gigante de diez metros de altura.
Los equipos de rescate luchan contra las constantes réplicas, el intenso frío al norte de la isla de Honshu y la enorme destrucción provocada por el sísmo.
El Gobierno japonés informó hoy que ha rescatado a 26.000 personas tras el sismo y tsunami. Casi 80.000 edificios y viviendas fueron destruidos y más de medio millón de evacuados vive en unos 2.500 refugios, muchos de los cuales no tienen agua potable o electricidad, señaló el informe de efe.
Sigue el infierno de Fukushima
Entretanto, la inestabilidad en la planta nuclear de Fukushima 1, en el noreste del país, continúa con cuatro reactores inestables de un total de seis, temiéndose siempre que pueda producirse una fuga radiactiva masiva. La situación es muy grave debido a que los reactores 1, 2 y 3 tienen parte del núcleo al descubierto.
Funcionarios de TEPCO, la empresa que controla Fukushima, midió ayer niveles de radiación de 8.217 microsievert por hora, muy por encima de los 1.000 anuales establecidos como límite seguro. Ayer dijimos en Krohne Archiv que con una radiación de entre 2000 y 4000 microsievert habría un efecto médico grave con hemorragias, caída del pelo, riesgo de leucemia y de otros tipos de cáncer. La situación es mortal en un 50 % con una radiación de entre 4.000 y 10.000 ms y la muerte segura se produce con una radiación de 10.000 ms o superior.
Las autoridades japonesas destinan todos los medios, incluido el Ejército, a refrigerar estos reactores con agua e incluso enviando helicópteros que lanzan ácido bórico (mezcla de agua salada marina con ácido bórico). El problema es que la enorme nube provocada por las fugas radiactivas de la central impide las labores de refrigeración al entorpecer la visibilidad del personal en los helicópteros.
Esto significa que el combustible nuclear está expuesto y por tanto carece de la refrigeración adecuada para evitar que el proceso de fusión avance. Si esto ocurre, la reacción puede ser incontrolable y podría fundirse totalmente el núcleo del reactor, escribió hoy La Vanguardia de Barcelona.
El portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano (foto izquierda), citado por la agencia nipona Kyodo, informó que la estructura de contención del reactor número 3 puede estar dañada, por lo que el vapor blanco que ha comenzado a emitir por la noche podría estar expandiendo partículas radiactivas al exterior. El combustible de esta unidad es el plutonio, mucho más peligroso para la salud humana en caso de fuga radiactiva. Este ha sido el reactor que se ha querido enfriar lanzando agua desde helicópteros, pero los altos niveles de radiación han aconsejado abortar la operación.
El reactor 2, que tiene dañada la estructura de contención, tiene un 33% de las barras de combustible afectadas. Se cree que su núcleo pueda haberse fundido en parte. Ayer, este reactor sufrió una explosión que dañó la estructura que recubre la piscina donde se almacena el combustible gastado. En el reactor 1, un 70% de las barras de combustible están dañadas, según la televisión japonesa NHK.
Los seis reactores que configuran la central japonesa, con graves problemas desde el terremoto del viernes, siguen su camino hacia la catástrofe nuclear, agregó La Vanguardia. La situación de los reactores es "gravísima". El reactor número 1, el primero que explotó, se encuentra sin refrigeración, se ha producido una fusión parcial del núcleo y su vasija está dañada. El 2, uno de los más afectados, no tiene prácticamente refrigeración, mientras que su vasija de contención resultó dañada tras la explosión de hidrógeno que se produjo en la madrugada del martes. Los reactores 5 y 6 también viven problemas de refrigeración ya que la temperatura de sus piscinas se ha incrementado considerablemente.
Los reactores más peligrosos son el 3 y el 4. El primero de ellos, dañado por una explosión desde el lunes, tiene graves problemas de refrigeración, ha producido una fusión parcial del núcleo y su sistema de contención está gravemente dañado y está expulsando partículas radiactivas a la atmósfera, lo que junto al escape del reactor 2 ha elevado los niveles de radiación hasta los 100 milisievert por hora, por lo que las labores de refrigeración se han parado hasta que desciendan dichos niveles.
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