kradiario.cl

viernes, 18 de marzo de 2011

Documentación: Los siete desafíos del ex Presidente Ricardo Lagos para Chile

Este texto del estudio del ex Primer Mandatario es una versión reducida del original.


Los siete desafíos o siete “carreteras” planteadas por el ex Presidente Ricardo Lagos Escobar para conducir a Chile hacia una nación realmente desarrollada, fueron presentadas hoy causando un impacto positivo en los sectores políticos y económicos, tanto del oficialismo como de la oposición, que recibieron el trabajo de 24 carillas como un aporte constructivo al llamado “sueño de Lagos”, quien desea ver a Chile, lo antes posible, compitiendo entre los mejores países del mundo.

Los siete puntos, presentados hoy en una entrevista con Radio Cooperativa de Santiago,  son: democracia, educación, garantía para vivir, las ciudades, el desarrollo, la distribución del ingreso y energías renovables.

1. La Democracia

Sin más y mejor democracia las posibilidades de abordar los otros seis desafíos se reducen drásticamente. La calidad de la política, entendida como la capacidad de construir acuerdos de largo plazo en beneficio del país, es clave para el éxito de cualquier empresa colectiva. En una sociedad democrática los individuos son iguales en derechos y deberes, y el voto no depende de la capacidad de consumo. El desarrollo es la ampliación creciente de las libertades, de las posibilidades y de los derechos de las personas. No hay dictaduras progresistas; no hay progreso sin democracia. La democracia, en último término, es la decisión de los ciudadanos respecto de cuáles son los bienes públicos que se debe garantizar a toda la población, y en qué magnitud se han de entregar y las definiciones estratégicas del tipo de sociedad que se desea. La voluntad ciudadana toma esas decisiones a través de las instituciones de la democracia. La democracia debe cambiar sus prácticas, tener legitimidad política y valor ético ante los ojos de los ciudadanos. Para que ello funcione, hay que abordar dos tareas. 1.- La primera es casi obvia, cambiar las reglas de nuestro sistema electoral, porque el sistema binominal erosiona –en el largo plazo– las bases del sistema democrático. Si en cada distrito elegimos dos diputados o dos senadores, y sabemos de antemano que se elegirá uno de cada coalición y que ello refleja muy inadecuadamente la voluntad de los votantes, lo que hacemos es alejar a la gente de las instituciones políticas, y así lo muestran las encuestas. En bien de la democracia, debemos cambiar el sistema electoral, establecer la inscripción automática y, en mi opinión, el voto obligatorio, por cuanto el derecho a votar supone, también, el deber de ejercer la ciudadanía. 2.- La segunda tarea es global. Es la democracia 2.0 igual como la web en Internet pasó en su versión 1.0 en que usuarios eran espectadores de los contenidos en la red, a la versión 2.0 en que los usuarios generan los contenidos. El quiebre entre estos dos momentos en la red fue la crisis. com. Del mismo modo hoy la política sufre una crisis.com. La nueva plataforma tecnológica comunicacional ha cambiado la política y así lo vemos en todo el mundo. Los jóvenes, en particular, reclaman nuevas formas de participación y de democracia continua, más allá de las elecciones.

2. De la gradualidad a la revolución en educación

Un país cohesionado es aquel en donde todos tienen la percepción, o incluso la certeza, de que independientemente de la cuna en que nacieron el sistema educacional les asegura igualdad de oportunidades. Si por igualdad de oportunidades entendemos la posibilidad de acceder a educación de calidad más allá de la capacidad de pago de cada uno, tenemos aquí una tarea todavía pendiente, no obstante lo mucho que se ha avanzado. Todos coinciden en que esta es la gran batalla que debemos seguir dando, pero para darla hay que entender que se trata de un camino de largo aliento, donde nada se inventa de la noche a la mañana, y que la única forma de avanzar es estableciendo, como país, objetivos en el largo plazo.

3. Avanzar a una sociedad de garantías y obligaciones

La pregunta central aquí es cómo construir una sociedad capaz de asegurar las garantías fundamentales para que todas las personas tengan acceso equitativo a las oportunidades de progreso y de protección social. Este debate está abierto en todos los países que han alcanzado un grado de desarrollo mayor que el nuestro. Las experiencias históricas son variadas, y todas se ven obligadas a readecuarse a los desafíos de la economía globalizada, de los cambios demográficos y las migraciones. Así ocurre con la experiencia norteamericana, sostenida en una red de seguros privados; con la de los países escandinavos, altamente solidaria y con un exigente nivel impositivo; y con la de otros países europeos, con un nivel solidario e impositivo más moderado. Se trata de concebir, con el mayor rigor político y técnico, una sociedad que establezca un límite de calidad de vida bajo el cual ninguna persona debería vivir, y que defina un horizonte al que toda la población puede llegar. Esto es construir una sociedad de garantías. Se dio un paso fundamental cuando se aprobó la reforma de salud. El AUGE (acceso universal con garantías explícitas) significó un gran avance.

4. Chile nodo y las mejores ciudades para vivir

Ayer, nuestra geografía y nuestra demografía nos parecían un dato natural, casi un destino. Hoy son un terreno en el cual hay que tomar decisiones. El motor del desarrollo mundial se ha desplazado, desde Europa y Estados Unidos, a Asia y China, y esa transición del poder mundial se vive intensamente. Es, también, el tránsito del motor económico desde el Atlántico Norte al Pacífico. Chile debe ser el país donde se instale el gran puerto del Pacífico en el sur de Sudamérica. Este asunto será de la más alta importancia en el futuro cercano, pero ese futuro hay que construirlo desde ahora. No está definido dónde estará ni cuál será ese puerto. Si miramos la experiencia europea, advertiremos la enorme importancia económica, social y estratégica que el puerto de Rotterdam representó y representa aún para Holanda. Chile debe abordar hoy esa tarea, y proveer todo lo que ello implica desde el punto de vista material, financiero, logístico, etcétera. La enorme red de acuerdos comerciales que hemos suscrito es un capital muy importante en esta tarea. Chile, enfrentado al Pacífico, está hoy en la primera fila de la platea de la historia, y no podemos dejar pasar la oportunidad.

5. La población como motor del desarrollo

Chile ha basado su desarrollo en las últimas décadas atrayendo capitales extranjeros y dando garantía al capital doméstico. Amén de aquello ahora Chile debe centrar su crecimiento con más población, cultivando sus talentos y habilidades. La tasa de fecundidad en Chile, del orden de 1,9, significa que el aumento de la población es negativo, a menos que la inmigración compense esa caída. Y ello es muy importante para un país como el nuestro, que tiene mucho territorio, que lo necesita poblar y hacer crecer social y económicamente. Es necesario, en consecuencia, abrir un debate sobre este tema. Durante mucho tiempo se pensó que era más adecuado tal vez buscar la forma de reducir los niveles de crecimiento demográfico como una forma de avanzar con mayor rapidez hacia la satisfacción de las necesidades de todos. Hoy, sin embargo, a partir del crecimiento económico que se ha logrado, estamos en condiciones de avanzar para mejorar la tasa de fecundidad. Ha llegado el momento de debatir el tema. Y por ello entonces también es importante tener una mirada más amplia hacia el fenómeno migratorio.

6. Crecer quebrando la tendencia en la distribución de ingreso

Crecer no basta para alcanzar el desarrollo. Es una condición necesaria, pero no suficiente: sólo el primer paso. Lo que define el desarrollo es el nivel de vida que alcanzan los sectores más modestos, las garantías, derechos y oportunidades que tiene la mayoría, la renovación de las elites en base al mérito, el nivel de cohesión social, seguridad, libertad y práctica democrática logrados por una sociedad. En los últimos 20 años creamos bases sólidas para enfrentar los desafíos de hoy, desafíos que, claramente, no son los de ayer. Alcanzado cierto grado de desarrollo, las tareas son nuevas en todos los planos: económico, social, cultural y político. No abordarlas implica dejar de avanzar y perder lo conquistado: ese es precisamente el sentido de los cinco desafíos que ya hemos esbozado. Qué duda cabe, debemos seguir creciendo. Pero como ha mostrado recientemente Andrea Repetto, si Chile alcanzara los 18 mil dólares por habitante manteniendo la distribución del ingreso actual, el ingreso del quintil más pobre sería de 3.395 dólares, equivalente al ingreso medio de Congo; el ingreso del quintil más rico, en tanto, sería de 60.987 dólares: el tercer país más rico del mundo, sólo por debajo de Qatar y Luxemburgo. ¿Se puede hablar de cohesión social en un país con semejantes niveles de desigualdad?  Chile en estos 20 años ha tenido un muy buen crecimiento. No obstante que no haya cambiado significativamente la composición de nuestras exportaciones. Todavía nuestro comercio está muy concentrado en los productos tradicionales. Una mejor economía para crecer implica, al menos, otras tres tareas: 1.- Más y mejor trabajo decente, reduciendo significativamente la brecha de productividad entre sectores de la economía y entre empresas de distinto tamaño. Es necesario aumentar la productividad sistémica y aumentar la participación laboral, en particular de las mujeres y jóvenes. 2.- Es indispensable agregar valor a nuestras exportaciones. Debemos desarrollar un entendimiento y una alianza estratégica entre el sector público y el sector privado, un fuerte impulso a los instrumentos para innovar y mejorar competitividad, acercando las tareas de nuestras universidades a las necesidades del sector privado. Sin innovación tecnológica y sin inversión en ciencia y tecnología, el desarrollo no es posible. 3.- Abordar, en un emprendimiento público-privado, las áreas de actividad económica que deben privilegiarse a partir de las ventajas comparativas de que goza Chile, tanto en el ámbito de la producción de bienes como en los servicios. Más que escoger burocráticamente qué áreas privilegiar, se trata de definir los incentivos necesarios para que el sector privado pueda desarrollar nuevos campos de expansión de su actividad con vistas al largo plazo, identificando las demandas de la economía global hacia los próximos 20 o 30 años.

7. Chile, potencia en energías renovables

Este es un tema que requiere una respuesta clara y una política de Estado a la altura de las circunstancias. Se hace cada vez más urgente. Chile tiene hoy la electricidad más cara de América Latina, lo cual obviamente es un gran obstáculo para la competitividad. Por otra parte, Chile debe estar a la vanguardia de la lucha contra el calentamiento global, disminuyendo las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero, por tanto es preciso avanzar en energías renovables no convencionales. Ello requiere una acción clara y mancomunada del Estado y del sector privado. También es preciso sincerar las posibilidades de aumentar la utilización de recursos hídricos de una manera adecuada, y definir un camino claro respecto de la energía nuclear. Estos hoy son temas confrontacionales, pero los discutimos sin tomar decisiones, Chile sigue llenándose de centrales a carbón, con el agravante de que las exigencias en materia de emisiones se están reduciendo en lugar de aumentar. Así las cosas, la matriz energética es y será cada día más contaminante, y Chile irá quedando progresivamente a la orilla del camino mirando como otros avanzan.

¿Cómo hace Chile para estar entonces en la frontera de este tremendo desafío? ¿Cómo hace Chile para ponerse a la vanguardia en este terreno? ¿Cómo hace Chile, que es un país rico en recursos hídricos, para producir energía limpia, barata, y a la vez amigable con el medio ambiente? Antes del terremoto ocurrido en Japón, era legítimo preguntarse si Chile debiera contar con energía nuclear que no genera emisiones de carbono. Sin embargo la discusión sobre esta energía y sus niveles de seguridad, tras lo ocurrido en la nación asiática, hará muy difícil, por no decir imposible, la viabilidad de su desarrollo. Esto dará mayor prioridad a las Energías Renovables no Convencionales.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario