kradiario.cl

miércoles, 23 de marzo de 2011

Puntos de Vista: El deterioro del sistema de seguridad pública en El Salvador es alarmante

Por Carlos Ponce
Diario El Salvador.com
Durante administraciones anteriores, el efectivo desempeño de las fuerzas del orden salvadoreñas las colocó en una posición privilegiada de liderazgo en relación a sus pares de Centroamérica. La PNC enfrentó su primera gran prueba a finales de los noventa, derivada principalmente de circunstancias propias del período de transición por el que atravesaba la nación después de sufrir más de una década de conflicto armado interno.

La compleja dinámica social post-guerra, la acelerada desmovilización de efectivos de la Fuerza Armada y combatientes pertenecientes a grupos insurgentes, la relativamente rápida disolución de los antiguos cuerpos de seguridad y la consecuente poca experiencia acumulada por la nueva Policía, entre otros elementos, posibilitaron la evolución y desarrollo de la crisis de secuestros más seria registrada en el pasado reciente de El Salvador.

Bajo el liderazgo de las autoridades al frente de la institución en ese entonces, la corporación policial logró diseñar e implementar una exitosa estrategia con la que, en relativamente poco tiempo, virtualmente se eliminó la incidencia de secuestros. La efectividad del abordaje gubernamental rápidamente construyó una reputación positiva para la PNC, a nivel nacional y en el extranjero. Paralelamente, la Policía mejoró en otras áreas, controlando situaciones criminales y, al mismo tiempo, caracterizándose por la efectividad y compromiso de sus elementos.

El Salvador, además, logró agenciarse el liderazgo en seguridad pública a nivel centroamericano a través de la instalación en el país de la Academia Internacional para Aplicación de la Ley y el Buró Regional de INTERPOL, de los que existen, respectivamente, sólo cuatro y seis más en el mundo. No obstante, dos situaciones criminales de carácter transnacional sigilosamente ganaron terreno en toda Centroamérica: las pandillas y las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico.

Durante la última década, las pandillas se convirtieron en un serio y complejo problema de seguridad pública en El Salvador. Administraciones policiales anteriores poco a poco fueron controlándolo a través de un constante proceso de diseño y ejecución de estrategias y planes. La corporación policial salvadoreña retomó el liderazgo regional nuevamente en 2007, instalando en el país una innovadora y creativa iniciativa que se denominó Centro Antipandillas Transnacional (CAT), el cual aglutina a investigadores y analistas de la PNC y FBI.

Mediante el abordaje adecuado se lograron importantes avances, llegando a controlar y revertir la tendencia de la incidencia delincuencial desde 2006 al 2008. Esto cambió mágicamente desde que asumió el actual gabinete de seguridad, convirtiendo 2009 y 2010 en los dos años más violentos de la década. Hasta antes del inicio de su gestión, El Salvador había permanecido relativamente inmune al problema del narcotráfico, mientras países vecinos eran invadidos por estructuras criminales mexicanas dedicadas al contrabando de drogas.

El debilitamiento del aparato de seguridad gubernamental en el país ha cambiado el panorama. Las autoridades actuales señalan que, durante su administración, grupos de narcotraficantes aztecas ya hicieron sus primeras exploraciones en el territorio nacional e incluso han intentado infiltrar a la Fuerza Armada y la Policía. Informes de inteligencia oficiales también revelan que, durante la administración del actual gabinete de seguridad, el vínculo entre las pandillas y los narcotraficantes se ha estrechado, como ha pasado en otras latitudes. Dichos documentos también señalan que los pandilleros se han interesado más en el negocio ilícito de trasiego de drogas y el control del contrabando de toda índole.

El deterioro del sistema de seguridad pública salvadoreño es preocupante y afecta el abordaje regional de la criminalidad, ya que neutraliza al país que tradicionalmente ha tomado el liderazgo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario