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lunes, 14 de marzo de 2016

Columna de psicología social y familiar
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CONGELAR LOS ÓVULOS ES UNA OPCIÓN CADA VEZ MÁS VÁLIDA ENTRE LAS MUJERES CHILENAS
Por Jessika Krohne
www.psicologiaglobal.cl
Las mujeres ya no tienen como primera prioridad ser madre. Quieren estudiar, trabajar, juntar dinero y viajar antes de formar una familia. Sin embargo el reloj biológico no se detiene y muchas mujeres se dan cuenta a los 35 años que la vida avanza más rápido de lo que quisieran  y muchas ven la posibilidad de congelar óvulos como una alternativa de "detener" su envejecimiento biológico y el de sus óvulos para usarlos más adelante para concebir un hijo.   
Si antes la mayoría de las interesadas eran pacientes oncológicas, ahora se trata de profesionales de entre 36 y 38 años que buscan postergar su maternidad. El precio del tratamiento va desde los 2.000.000 a los 3.500.000 pesos. Congelar o preservar óvulos es un tratamiento que se ha vuelto cada vez más común en Chile. Este consiste en extraer ovocitos y mantenerlos congelados hasta que la mujer decide intentar embarazarse.
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Así estos no envejecen junto a ella, lo que aumenta la posibilidad de embarazo y se convierte en una especie de garantía si decide formar una familia a futuro. En la Clínica Alemana comenzaron con este tratamiento en 2007, inicialmente como una forma de hacer fecundación in vitro para parejas con problemas de fertilidad. Luego se comenzó a utilizar en pacientes oncológicos cuyo tratamiento podía dañar el ovario. "Hoy se habla de criopreservación por razones sociales, que es cuando no hay una indicación médica  y tiene que ver con la paciente que voluntariamente posterga su fertilidad.", dice el Dr. Patricio Donoso, jefe de la unidad de medicina reproductiva de la Clínica Alemana.
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La mayoría de las mujeres que llegan a la consulta por este tema tienen entre 36 y 38 años y son mujeres que aún no quieren o no pueden ser madres por no haber encontrado su pareja ideal, pero si desean serlo a futuro. Este es un fenómeno nuevo en nuestro país. Priorizar el desarrollo profesional, buscar estabilidad económica, viajar, seguir estudiando o no tener una pareja estable son todos motivos que han llevado a un retraso del embarazo.
"El problema es que el reloj biológico no ha cambiado", dice el Dr. Ricardo Pommer, de la clínica Monteblanco.  y past president de la sociedad Chilena de Medicina Reproductiva (Socmer). "A los 20 años, la posibilidad de embarazo  por mes es de alrededor del 23%. A los 40, la posibilidad por mes es de 3 a 5%. A los 20 años la posibilidad de tener una pérdida natural es de 9% y a los 40 es del 51%. El gráfico es muy malo. Además, la posibilidad de tener un hijo con trisomía, como síndrome de Down, cuando se tiene 20 años es de uno en mil. A los 40 es de uno en 68.
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Aunque cada vez aumentan más las consultas, no todas las mujeres deciden someterse a un tratamiento. "Cerca de la mitad de las mujeres que consultan siguen adelante", explica el Dr. David Vantman, jefe del centro de medicina reproductiva de la clínica Indisa. Algunos abandonan por el precio del tratamiento que varía entre los 2.000.000 a los 3.500.000 de pesos.  De las que se someten al tratamiento, no todas utilizan los óvulos, ya que muchas quedan embarazadas de forma natural. Los especialistas advierten el riesgo de creer que congelar óvulos sea sinónimo de lograr un embarazo en el futuro.

"Hay quienes piensan que la posibilidad de éxito es cien por ciento seguro y eso no es así. A veces internet sobreestima el beneficio de este tratamiento, dice Donoso. Pero la técnica no es tan fantástica y a veces pueden no embarazarse con los óvulos congelados.

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