DOS MINISTROS CLAVES DEL GOBIERNO PERUANO RENUNCIAN A SUS CARGOS MIENTRAS HUMALA ESTÁ EN COREA DEL SUR

La dimisión de los dos ministros se da en medio de cuestionamientos por la muerte de efectivos policiales y militares en recientes operaciones contra el narcoterrorismo. En esta forma, en el Congreso Nacional peruano iba a votarse mañana una moción de censura vinculada a la denominada Operación Libertad contra el narcotráfico y la guerrilla que dejó a ocho agentes de las fuerzas combinadas victimados a manos de senderistas. La moción ya contaba con los votos suficientes para ser aprobada.
El jefe del Gabinete Ministerial, Óscar Valdés Dancuart (izquierda), estuvo a punto de plantear ayer en el Congreso una cuestión de confianza sobre la permanencia de los ministros Otarola y Lozada, consistente en que si la censura contra ambos prosperaba, él personalmente presentaría su renuncia y la crisis política se ampliaría más aún, según informó el diario El Comercio.
En una entrevista en América Televisión, Valdés reconoció que “en caso de que se dé la censura, yo ya he puesto mi cargo a disposición del presidente de la República. Lo que atañe a mis ministros, me atañe a mí. Yo no puedo dejar pasar que dos ministros sean censurados, y el presidente del Consejo de Ministros diga “qué bien, busquemos las piezas de recambio”.
Si bien Valdés estaba decidido a dar este paso, según la versión de El Comercio, fue el ministro de Justicia, Juan Jiménez Mayor, quien lo hizo cambiar de opinión considerando que era inoportuno desencadenar la crisis total del Gabinete, más aún cuando el presidente Ollanta Humala se encontraba fuera del país.
El vocero de la Alianza por el Gran Cambio, Juan Carlos Eguren, de oposición, declaró en una primera reacción que la lucha contra el terrorismo del Gobierno del presidente Humala no se verá afectada con estas renuncias y que sin embargo “era una oportunidad para fortalecer el Gabinete Valdés”.
Eguren sostuvo que en la actualidad el Estado peruano enfrenta un problema de soberanía, porque el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) no es controlado por las autoridades, sino por los remanentes de Sendero Luminoso.
“En el mundo, el narcotráfico no ha sido derrotado y eso nos tiene que marcar la conciencia de que no se trata de un tema de un mes o cinco años, sino de largo plazo. El terrorismo vive a expensas del narcotráfico, entonces también harán una resistencia de largo plazo y nosotros debemos estar preparados”.
El analista político Fernando Rospigliosi consideró que la salida de Otárola y Lozada del Ejecutivo es una oportunidad para que el Gobierno humalista plantee un cambio de estrategia para enfrentar a los senderistas que ocupan el VRAE.
“Ojalá que esto (la renuncia de los ministros) implique un cambio de la estrategia antisubversiva que se viene aplicando desde el 2006 por los militares. Obviamente, este planteamiento de lucha contra los narcoterroristas está equivocado” declaró Rospigliose en una entrevista con el diario El Comercio de Lima. Agregó que ”los nuevos ministros deben ser civiles, que tengan liderazgo real en el sector y que conozcan la problemática del VRAE”.
¿Quiénes podrían reemplazar a los renunciados?
Tras las renuncias comenzaron a circular una serie de rumores sobre los posibles reemplazantes de Otarola y Lozada. En la primera cartera, de Defensa, se menciona el nombre del almirante en retiro Jorge Montoya. A su vez, el sucesor de Lozada podría ser el actual jefe de la Policía, Raúl Salazar, según fuentes periodísticas.
Asimismo, se dice que el actual jefe de la Dirincri, César Cortijo, podría ser designado como nuevo jefe de la Policía Nacional.
La salida de Otárola y Lozada se convierte en la segunda crisis ministerial del Ejecutivo de Humala en menos de seis meses y a menos de un año de llegar al poder. En diciembre pasado se produjo una fuerte reestructuración del gabinete, con la salida del primer ministro Salomón Lerner, a consecuencia de las protestas contra un proyecto minero en la región de Cajamarca. Precisamente, en ese cambio ministerial entraron al Ejecutivo Lozada y Otárola.
La crisis actual es acompañada por una tormenta de críticas a la estrategia del gobierno de Ollanta Humala contra la guerrilla que en las últimas cuatro semanas le costó la vida a 10 militares y policías en combates con un remanente de Sendero Luminoso.
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