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jueves, 1 de diciembre de 2011

PERÚ: ¿EXISTE OPOSICÓN RESPONSABLE?

Así piensan los ricos:
Francisco Miró Quesada Rada, uno de los dueños del centenario y conservador diario peruano: "El capitalismo en la era de la globalización se ha convertido en plutocracia, en el poder del dinero. Y creo que la mejor manera de resolver esta contradicción es que el capitalismo reasuma los valores de la democracia y que la ganancia esté sujeta a esos valores".

Por Roberto Mejía Alarcón
Director del diario peruano Crónica Viva

Ya pasó la fiesta de los cien días de gobierno humalista, con encuestas que ponderan la labor cumplida y comentarios favorables respecto al manejo de la macroeconomía, pero no tanto en el aspecto social. Pocos o nadie se ha preocupado, en cambio, de decir cómo ha sido el comportamiento de la oposición política, si tiene nota aprobatoria o si lleva el nombre de tal, simplemente como adorno.

Creo que casi nada se puede comentar al respecto. La oposición integrada por Fuerza 2011(fujimorismo), Concertación Parlamentaria, Alianza para el Gran Cambio y Solidaridad Nacional vive un enredo fenomenal, sin ideas claras sobre la importancia de su rol en la frágil democracia nacional, sin líderes que se distingan por su sapiencia en ese conglomerado variotinto y, mucho menos, preocupada en promover una mejor gestión respecto a problemas tan serios como el de la pobreza y la falta de empleo digno.

La ausencia de agenda propia es evidente que no permite trascender a la llamada oposición. Hasta hoy solamente sobrevive en base a los escándalos y errores cometidos por gente del partido del gobierno, como el caso Omar Chehade, Amado Romero y Celia Anicama, los mismos que están en el debate público más por mérito de los medios de comunicación, claro en diferente tono, intencionalidad y objetividad, que por logro de los adversarios del régimen.

Frente a esta inoperancia de la oposición, me pregunto si entre ella habrá quienes entiendan que la pobreza y la miseria social provienen, se componen y se establecen como violencia y daño humano, social y ecológico de una economía salvaje, egoísta y profundamente errónea como orden, funcionamiento y eficacia. Creo que no o en todo caso les importa nada saber que la pobreza y la miseria son el defecto absurdo y el abuso congénito de una sociedad desigual, que pretende nutrir y sustituir el acopio eficiente de riqueza para el desarrollo económico en el injusto reparto social de los ingresos, de los recursos y de las cargas, en el abandono social de los más débiles.

No hay otra forma de pensar al observar que los miembros de la oposición, más se dedican a buscar imágenes televisivas o portadas de periódicos sensacionalistas, aprovechando los episodios ingratos de los malos pasos de gente del gobierno o de otros asuntos baladíes. Prefieren eso, tal es su manera de hacer política, sin preocuparse que hoy en día las tendencias de la pobreza y la miseria social se van agravando, en la medida en que la actividad económica y la realidad social han quedado libradas a la lógica de precios, a las señales de consumo de alto poder adquisitivo, a las leyes de un mercado dejado enteramente a su suerte, a sus solos mecanismos.

Si alguien duda de esto, sería interesante leer y releer lo advertido por Francisco Miró Quesada Rada, en el centenario y conservador diario de propiedad de su familia(14.11.2011), donde subraya que "el capitalismo en la era de la globalización se ha convertido en plutocracia (*), en el poder del dinero. Y creo que la mejor manera de resolver esta contradicción es que el capitalismo reasuma los valores de la democracia y que la ganancia esté sujeta a esos valores". MQ se refiere a la democracia cuyo fin es la dignidad del ser humano, la igualdad, la justicia y la libertad para todos.

Por eso digo, no tanto porque MQ piense así, sino más bien porque considero que cuánto bien le haría a la democracia peruana, todavía frágil, una oposición verdaderamente política, que entienda lo que significa que millones de compatriotas sean aún víctimas de la pobreza y la miseria social, que empuje al régimen humalista a cumplir con lo prometido dentro de los cauces del Estado de Derecho y no siga comportándose, como ahora, en que no lleva con decoro el mandato que le ha otorgado la ciudadanía.
(*)  Forma de gobierno del Estado en el que el poder está en manos de los ricos o muy influido por ellos.

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