La economía española se está encogiendo de nuevo. La producción de bienes y servicios (PIB) en el cuarto trimestre de 2011 será inferior a la del tercero y la del siguiente, aún menor. Fue la noticia con la que se estrenó el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos (izquierdo), y será la tónica con la que se iniciará 2012.
"Seguramente en este trimestre la economía española ha tenido una recaída y volvamos a una tasa de crecimiento negativa" de entre el 0,2% y el 0,3%. Una senda que "va a determinar, lógicamente, el perfil en el que nos adentremos en el año próximo, que va a ser un perfil relativamente desacelerado", explicó De Guindos en la toma de posesión ayer del secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre; el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, y el subsecretario de Economía y Competitividad, Miguel Temboury.
El próximo viernes, los ministros del Gobierno de Mariano Rajoy presentarán el primer tijeretazo al gasto público que quiere, como poco, permitir una reducción del déficit que se estimaba sería de 16.500 millones de euros en 2012 para alcanzar el objetivo del 4,4% sobre PIB comprometido ante Bruselas.
Ese recorte servía sólo si se cumplía el pronóstico de déficit para el presente ejercicio, que está situado en el 6% respecto al PIB. Cada vez son más las voces que defienden que se incumplirá y cada punto porcentual por encima del objetivo equivale a un tijeretazo de otros 10.000 millones al gasto público.
Según Ángel Laborda y María Jesús Fernández, de la Dirección de Coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), el déficit del conjunto de las Administraciones Públicas se situará en 2011 en el 7,5% respecto al PIB, lo que elevaría el ajuste del próximo ejercicio a 32.000 millones de euros. El Gobierno central cumplirá su objetivo de déficit este año (4,8%), según Funcas, pero las comunidades autónomas tendrán un desvío que podría llegar a un punto porcentual por encima del previsto (1,3%).
En este contexto, la vuelta a la recesión parece inevitable. Los mercados mandan. La banca se lleva la mitad de lo que el Estado ha dejado de destinar para estimular la economía. Según Funcas, "de los 1,8 puntos porcentuales en que se estima la reducción del déficit en 2011, un punto se debe a la desaparición de gastos extraordinarios (los planes y medidas de estímulo llevados a cabo entre 2008 y 2010)", mientras que al mismo tiempo "los gastos en intereses (de la deuda) han contribuido a aumentar el déficit en medio punto porcentual", escribió el diario Público.es de Madrid.
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