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Hace poco leí un artículo en un diario que describía los conflictos que se producen en diciembre y que éste era el mes, donde las parejas más pelean.
Efectivamente, diciembre es un mes muy complicado y trae muchos tipos de conflictos. En Chile parece ser el fin de todo. Termina el año, se acaba el colegio, se preparan las fiestas de fin de año y todo el mundo anda cansado y tratando de cumplir de la mejor forma posible con todas las obligaciones de ese mes. Pareciera que la gente se pusiera de acuerdo y todos se casaran en estas fechas. También los bautizos, las confirmaciones, graduaciones y primeras comuniones se realizan en este mes. Que difícil poder mantener un ritmo y funcionar bien, sin colapsar.
La gran protagonista es de todas maneras la Navidad, donde la gran duda y posible conflicto en la familia puede ser, ¿con quién se pasará? Eso puede llevar a grandes desacuerdos y es necesario acordar eso del comienzo.
Hoy en día la forma más frecuente de resolver ese conflicto es turnarse con las familias año a año. Es decir si el año pasado se pasaron las fiestas con la familia de la esposa, este año se tendría que pasar con la familia del marido. Lo mismo se hace con el Año Nuevo, pero eso hay que dejarlo muy en claro desde el principio, para no tener después malentendidos. Otra problemática es elegir el lugar de las celebraciones y decidir en conjunto el menú. Si bien, hoy hay muchas opciones y hay muchas banqueteras que ofrecen el menú completo para Navidad, es un tema que tambien puede traer discusiones.
Para que hablar del inmenso consumismo que se produce en estas fechas. Los más contentos son los grandes empresarios del retail, ya que las colas en los diferentes centros comerciales y en los grandes supermercados son inmensas, la gente anda estresada y el gasto es infinito, ya que pareciera que uno nunca terminara con las largas listas de regalos. Siempre falta algo y hay que volver a entrar a estas tiendas llenas de personas enojadas, que tratan elegir regalos para sus seres queridos y otros por compromiso. Eso hace perder el verdadero sentido de la Navidad. El primero, segundo, tercero y cuarto adviento pasan desapercibidos y las tradiciones reales de estas fiestas no se toman en cuenta con tanto “ajetreo”.
La mayoría de la gente anhela con ansias el 2 de enero en el calendario, ya que ahí se calma todo nuevamente en la capital.Los tacos disminuyen y las primeras familias salen de vacaciones para disfrutar de algunos días de playa después de este agobiante mes de diciembre, en la apretada y sobrecargada agenda que en realidad solo lleva a vivir un mes demasiado intenso y agotador que las personas dejan de disfrutar.
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