El ex presidente francés Jacques Chirac, quien a la edad de 79 años se convirtió en el primer presidente galo en ser condenado a prisión, declaró hoy que no apelará a la sentencia en su contra de dos años de cárcel por malversación de fondos, abuso de confianza y prevaricación. El Tribunal Correccional de París, sin embargo, dejó en suspenso el cumplimiento efectivo de la condena por la avanzada edad del mandatario.
En un comunicado Chirac dijo que no apelará porque no se ve con fuerzas para un nuevo juicio.
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Agregó que no compartía la sentencia y que "no se le pueden reprochar ningún delito", pero "por desgracia" no tiene "todas las fuerzas necesarias para afrontar, frente a nuevos jueces, el combate por la verdad".
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Agregó que no compartía la sentencia y que "no se le pueden reprochar ningún delito", pero "por desgracia" no tiene "todas las fuerzas necesarias para afrontar, frente a nuevos jueces, el combate por la verdad".
A través de sus abogados, el ex presidente indicó que se encuentra "herido" por la sentencia, que considera "injusta", pero también estima que "los hechos son muy antiguos" y que un nuevo proceso "erosionaría la función presidencial" que encarnó entre 1995 y 2007.
"Soy consciente de que lo que está en juego no es sólo el honor de un hombre, sino la dignidad de la función presidencial. Creo que el respeto de nuestras instituciones exige que vuelva la calma", afirmó.
Chirac se mostró convencido que los franceses le consideran "un hombre honesto que nunca ha tenido otras exigencias y otros combates que el de la cohesión de todos los franceses, la grandeza de Francia y la acción en favor de la paz".
El ex presidente fue condenado por una serie de empleos ficticios contratados por el Ayuntamiento de París cuando él estaba al frente del mismo, pero que, en realidad, trabajaban para el partido conservador que dirigía. En concreto, Chirac fue hallado culpable de desvíar dinero público en su etapa como alcalde de París para financiar de forma ilegal su partido político RPR con el objetivo de ayudarle a alcanzar la presidencia de la República en las elecciones de 1995.
Chirac fue calificado por el tribunal como el principal instigador y autor conocedor de los hechos delictivos por los que se le acusó en el denominado caso de los Empleos Ficticios, que comprendió la creación de 21 empleos sin utilidad pública y ficticios con el objetivo de desviar 2,2 millones de euros de fondos públicos municipales para financiar al partido neogaullista RPR que creó en los años en los que era alcalde de París entre 1992 y 1995.
La defensa había reclamado desde hace meses la exculpación del ex presidente francés por motivos de salud, en concreto por "sufrir demencia y problemas mentales de gravedad irreversibles como pérdidas contínuas de memoria".
El juicio se demoró tanto porque Chirac gozó de inmunidad presidencial entre 1995 y 2007, años en los que fue Jefe del Estado.
El actual Presidente francés, Nicolas Sarkozy, indicó en un comunicado que Chirac "conservará la estima de los franceses" por "su compromiso al servicio de Francia".
El candidato socialista a la Presidencia francesa en las elecciones del año próximo, François Hollande, también destacó el lado humano de Chirac, al tiempo que mostró su satisfacción por la actuación judicial que impide que "se instale el sentimiento de impunidad" y lamentó que haya llegado tan tarde.
La condena contra el ex mandatario conservador es superior a la que por el mismo caso también tuvo que enfrentarse hace unos años el actual ministro de Exteriores francés y ex primer ministro, Alain Juppé, que fue condenado a una pena de meses de prisión.
Michel Roussin, ex jefe de gabinete de Chirac, fue exculpado, según declaró el presidente de la primera sala del Tribunal Correccional de París, Dominique Pauthe.
El juicio contra Chirac y otros nueve acusados empezó en marzo, después de 11 años de disputas legales. El ex mandatario no llegó a sentarse en el banquillo de los acusados durante las sesiones del tribunal celebradas en septiembre ya que el presidente de la sala 11 del Tribunal Correccional de París, Dominique Pauthe, le exoneró de ello tras leer un informe médico encargado por su mujer y su hija.
Un ex consejero presidencial francés cifró hoy en 20 millones de dólares el dinero negro que varios líderes africanos supuestamente entregaron entre 1997 y 2005 al entonces presidente, Jacques Chirac, y al que sería su primer ministro entre 2005 y 2007, Dominique de Villepin.
"Evalúo en 20 millones de dólares" el dinero negro que "en líquido, en metálico" presuntamente recibieron Chirac y Villepin para financiar la campaña de 2002 de Chirac, dijo el abogado Robert Bourgi en una entrevista concedida a la emisora "Europe 1".
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