El Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA, índice de referencia en Brasil) cerró 2010 con un avance de 5,91%, por encima de la tasa registrada un año antes, de 4,31%, informó hoy el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El resultado excedió el centro de la meta inflacionaria perseguida por el gobierno, de 4,5%, pero se mantuvo dentro de la franja de tolerancia, que es de dos puntos porcentuales para arriba o para debajo de esa meta.
Sólo en diciembre del año pasado, el costo de vida subió 0,63%, tras la elevación de 0,83% verificada en noviembre.
En el Boletín Focus más reciente, que reúne las expectativas de los agentes del mercado financiero sobre la economía del país y que divulga semanalmente el Banco Central (BC), la previsión de suba del IPCA para 2010 había sido de 5,90%, mientras que para diciembre fue estimada un alza de 0,62%.
Preocupa a Argentina el nuevo intento de Brasil por frenar el real
El diario argentino El Cronista Comercial publicó hoy la preocupación que se origina en sectores de industriales de Argentina por las medidas que estaría adoptando el nuevo gobierno brasileño para frenar la apreciación del ya llamado "super real". Portavoces de los industriales transandinos advirtieron en Buenos Aires que si el mayor socio del Mercosur llegara a devaluar su moneda, la gestión de Cristina Fernández debería seguir sus pasos.
Agregó el periódico que en todo caso el empresariado no cree que la presidenta Dilma Rousseff cambie el rumbo de la política económica de manera brusca y considera que las medidas que tome tendrán el único fin de evitar que el dólar se siga devaluando.
Concretamente, el Banco Central de Brasil determinó ayer que los bancos deberán depositar en la entidad el equivalente al 60% de determinadas posiciones vendidas en dólares, una decisión que se suma a otras tomadas por el gobierno de Lula da Silva y que también apuntaron a evitar que continúen ingresando dólares al mercado. El gran socio del Mercosur es hoy una plaza muy atractiva para los capitales extranjeros y, a su vez, el gobierno apostó claramente a mantener controlada la inflación. Ello hizo que el real se apreciara fuertemente hasta ubicarse por debajo del 1,70 por dólar.
Esta política favoreció mucho a la Argentina, que casi no sintió los efectos de la crisis gracias a la rápida recuperación brasileña y su paridad cambiaria.
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