kradiario.cl

martes, 25 de enero de 2011

Página Editorial Latinoamericana: Misterio en visita de Clinton a México - Guatemala: Tortuoso camino de la justicia - Las dictaduras son eternas hasta que se derrumban

Diario El Universal de México
El misterio de la visita de Clinton

Hillary Clinton, secretaria de Estado del gobierno estadounidense, vino ayer a México. Apenas la semana pasada se anunció su visita; se reunió con la canciller Patricia Espinosa y luego con el presidente Calderón, con cada uno en una ciudad diferente, para hablar oficialmente desde cambio climático hasta narcotráfico. Todo en menos de un día. Pareciera que la visita obedeció a algo urgente, pero los discursos reflejaron lo contrario: un encuentro protocolario más.

Se entiende que la compleja agenda bilateral de dos naciones contiguas obligue a ambas a estar en contacto permanente. La cercanía geográfica, además, hace factibles las visitas y la relación directa. Aun así, resulta poco común ver en los círculos diplomáticos que funcionarios de alto nivel realicen viajes relámpago a otros países, máxime cuando avisan del traslado con apenas unos días de anticipación. De ahí que lo más normal sea deducir alguna urgencia, que no se ve clara en los discursos pronunciados ayer.

Las palabras que se escucharon fueron cooperación bilateral, corresponsabilidad, apoyo económico vía la Iniciativa Mérida, reconocimiento estadounidense a la lucha antinarco del presidente Calderón, entre otras. Nada que no se haya escuchado en anteriores ocasiones en voz de la propia Hillary Clinton, quien visitó ya el país en 2009 y 2010.

Qué bueno que existe tal nivel de comunicación entre los dos gobiernos como para acudir al llamado del vecino en cuanto lo solicita. Sin embargo, habría que exigir más que muestras de solidaridad luego de estas reuniones. Los problemas bilaterales, sobre todo en materia de seguridad, son muy serios como para que los avances parezcan tan exiguos. Es necesario aclarar si lo dicho ayer es todo lo que se hizo, pues el vacío de información oficial suele llenarse con suspicacias.

WikiLeaks divulgó este domingo que el FBI (Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos) tuvo la anuencia del gobierno mexicano para interrogar en territorio nacional a migrantes sospechosos de terrorismo. Con este antecedente fresco —el cual por cierto no fue mencionado ayer— lo mejor para las administraciones de Barack Obama y Felipe Calderón sería recurrir a la transparencia. Ya suficientes suspicacias e inconformidades hay entre las ciudadanías de ambos países como para dar la apariencia de que todo está perfecto en la relación bilateral.

La vinculación entre mexicanos y estadounidenses es compleja y en ocasiones irreconciliable. Lo último que ese nexo necesita es mayor opacidad.

Diario La Hora de Guatemala
Tortuoso camino de la justicia en Guatemala

Por Eduardo Villatoro

Aunque es una frase trillada debo repetirla: los guatemaltecos nos hemos quedado sin capacidad de asombro ante lo que sucede en casi todos los órdenes de la vida; pero básicamente en lo que atañe a decisiones de instituciones del Estado.

Cito dos ejemplos. En el Congreso de la República se descubrió hace un par de años más o menos la defraudación de Q 82 millones (quetzales), cuando fungía de presidente de ese organismo el aún diputado Eduardo Meyer, contra quien recaían todas las sospechas de haberse apropiado ilícitamente de ese dinero. Se dictó orden de captura contra él, pero un tribunal de justicia resolvió dejarlo en libertad bajo una fianza por una cifra insignificante en comparación con lo defraudado. Estas son las horas en que el que fuera Ministro de Educación sigue ocupando su curul y recibiendo su sueldo, por supuesto, sin que haya avanzado el proceso penal incoado contra él.

Miles de cuentacorrentistas de los bancos del Café y de Comercio fueron estafados por los accionistas mayoritarios de esas dos empresas financieras. Perdieron sus ahorros de toda una vida, algunos se suicidaron y otros murieron lentamente víctimas de la honda depresión que les provocó la pérdida de sus haberes monetarios, y los que sobreviven han perdido la esperanza de recuperar su dinero, porque no hay funcionario de cualquier categoría e instancia que les preste atención a sus cada vez más débiles reclamos.

El expresidente Alfonso Portillo está encarcelado en un cuartel acusado del delito de peculado, entre otros, y con él se encontraban guardando prisión sus exministros Eduardo Arévalo Lacs, de la Defensa, y Manuel Maza Castellanos, de Finanzas, porque se les imputa que con otros funcionarios de aquel régimen sustrajeron del Crédito Hipotecario Nacional la cantidad de Q120 millones en dos días del año 2001, cantidad que formaría parte de Q906 millones sustraídos del Ministerio de la Defensa durante el gobierno que encabezó Portillo.

Sorpresivamente, cuando está a punto de abrirse el debate oral y público contra esos tres exfuncionarios, el Tribunal Undécimo resolvió conceder libertad condicional a los dos exministros, mediante arresto domiciliario, no obstante que Maza Castellanos estuvo 18 meses prófugo y fue capturado cuando campantemente hacía sus compras en un supermercado.

La fiscal general Claudia Paz y Paz presentó en el Centro de Gestión Penal del Organismo Judicial un amparo contra esa resolución, arguyendo válidas razones. Pero aquella decisión judicial mueve a pensar que no hay forma que se levante el manto de impunidad que cubre a tribunales de justicia que han favorecido a exfuncionarios y delincuentes, ante el enmudecido asombro de los guatemaltecos y la indiferencia de la Corte Suprema de Justicia.

¡¿A dónde iremos a parar con esta clase de jueces?!


El Salvador.com
Las dictaduras son eternas hasta que se derrumban

Lo que vuelve impenetrables las dictaduras islámicas, al igual que las comunistas, es su condición de secta, de ser, lo creen, expresión de la deidad suprema, Alá en un caso, Marx en el otro

Las dictaduras son eternas mientras no se derrumban, lo que sucedió con el déspota Ben Alí que se mantuvo en el poder durante veintitrés años en Túnez, ahora forzado a refugiarse en Arabia Saudita después de masivas protestas populares.

En el mundo islámico, con muy pocas excepciones, los que llegan al poder se petrifican hasta el día que mueren. Mubarak tiene 30 años de ser "presidente" de Egipto; Gaddafi, 42; Bashar al Assad, en Siria, desde 2000, a continuación de los treinta años de su padre; la familia Saudí, 84 años y así sucesivamente. Sadam Hussein fue el hombre fuerte del Irak por cinco decenios hasta que los estadounidenses lo derrocaron y luego ahorcaron.

No hay país, región o hemisferio que se libre de las dictaduras, como la de Huey Long, en Luisiana, Estados Unidos, a quien un pistolero despachó. Una de las más largas de la historia es la de los hermanos Castro, que han cumplido medio siglo en el poder aunque ahora todo el andamiaje está apolillado, al borde del colapso; el previo récord en América, treinta años, lo tuvo el doctor Francia, en Paraguay, al que post mórtem le diagnosticaron demencia.

Esa clase de trayectorias intentan repetir Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador y Ortega en Nicaragua.

Pero hay una diferencia entre un déspota como Ben Alí y un Castro: "el socialismo". Los marxistas pretenden que se puede ser "democrático" y al mismo tiempo perpetuarse; cuando se pregunta por qué no hay elecciones en Cuba, la respuesta es que "el pueblo ya decidió" al aclamar a Castro en 1959. La dictadura sobrevivió el colapso de la Unión Soviética por estar confinada a una isla. En el resto del Imperio, dictadores que tenían décadas en el poder: Zhikov en Bulgaria y Ceausescu en Rumania se vinieron abajo poco tiempo después de la caída del Muro de Berlín, al romperse el aislamiento total del bloque; Ceausescu y su mujer fueron fusilados por el Ejército.

Mensajes en las paredes del Medio Oriente

Tanto Ceausescu como antes de él Allende vivían en la opulencia, en medio de la más patética miseria de rumanos y chilenos, víctimas de las truculentas políticas económicas impuestas por ellos mismos. Las chilenas fueron las heroínas de esa gesta al salir todas las noches a la puerta de sus casas, a hacer sonar sus cacerolas, un reclamo por lo vacías que estaban. Chile es ahora el país que más crece en Hispanoamérica al pasar del socialismo al capitalismo.

Lo que vuelve impenetrables las dictaduras islámicas, al igual que las comunistas, es su condición de secta, de ser, lo creen, expresión de la deidad suprema, Alá en un caso, Marx en el otro. El dictador es el ungido por "dios", el depositario de la verdad suprema, el único intérprete de lo que comunican las deidades a la humanidad, el vástago de inexorables fuerzas históricas. Los príncipes saudíes saquean a Arabia de manera sistemática, como lo hacía la "nomenklatura" comunista y ahora los "bolivarianos" en sus respectivos ámbitos.

Pero el derrocamiento de Ben Alí es como la escritura en la pared que apareció durante el festín de Baltasar, el rey babilonio, antes de que su imperio sucumbiera a las fuerzas combinadas de medos y persas, hace más de dos mil ochocientos años. Las eternas dictaduras del Medio Oriente temen las repercusiones que la caída del régimen tunecino puede acarrear, por la inesperada efectividad de protestas populares.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario