AMÉRICA LATINA
LA CRISIS POLÍTICA EN MÉXICO
Por Martín Poblete
La tragedia de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos
en el Estado de Guerrero, está teniendo graves implicaciones políticas, como lo
advirtiéramos en otro artículo en KRADIARIO. Al insistir en cumplir con su agenda en un prolongado viaje a China en el marco de
la reunión de APEC, el Presidente Enrique Peña Nieto se
ausentó de su país precisamente cuando mas necesaria era su presencia.
.
Cuando regresó ya estaban lanzadas una serie de movilizaciones sociales cuyos
organizadores, tomando por pretexto la solidaridad con las familias de las
víctimas de la tragedia de Ayotzinapa,
pretendían encajonar al Estado mexicano y sus instituciones sin ocultar
sus intenciones de provocar una crisis del sistema, no faltaban quienes pedían
la renuncia del Presidente mientras los infaltables encapuchados,
parte de las turbamultas manifestantes por toda Latinoamérica, creaban
numerosas situaciones de violencia callejera.
Curiosamente, el partido mas afectado pareciera ser el
Partido de la Revolucion Democrática PRD, tal vez por hallarse entre sus
militantes el alcalde de Iguala y su mujer,
ambos imputados por su rol en el crimen de los 43 estudiantes y por sus
vínculos con el narcotráfico. El fundador del PRD, Cuahutemoc Cárdenas, hijo
del General Lázaro Cárdenas, renunció a su militancia, dejando al actual líder
Andrés Manuel López Obrador en difícil posición tratando de mantener la unidad
y vigencia de ese partido.
La tragedia de Ayotzinapa ha perfilado con suma claridad la
profundidad y transversalidad de la corrupción en México, ningún sector de la
sociedad mexicana pareciera estar ajeno a su influjo; igualmente, la tragedia en Ayotzinapa eleva el perfil de otras en diversos Estados
y localidades, y resalta la gravísima situación de violaciones a los derechos humanos
en paralelo a las limitaciones de la Judicatura en todos sus niveles
.
A lo anterior se agrega la percepción del
colapso de las policías locales y estatales, con serias dudas sobre la
integridad de los Federales. Para
completar el oscuro cuadro mexicano de seguridad ciudadana. En el
gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa
se usó extensivamente al Ejército en operaciones de control y destrucción de los carteles del
narcotráfico, sin resultados positivos.
.
Hay quienes sostienen que los desafíos
planteados por el narcotráfico configuran un problema esencialmente policial,
para el cual las Fuerzas Armadas y particularmente el Ejército no están formados ni preparados y la experiencia de
México y en menor grado la de los países centroamericanos parecen dar la razón a este argumento.
En todo este drama no es posible marginar la participación
de Estados Unidos. Desde hace algo
mas de veinte años, las diversas policías especializadas americanas han estado
activas en territorio mexicano, en la mayoría de los casos en cooperación con
las policías mexicanas, en algunas ocasiones sin informar a los anfitriones, en
otras mimetizándose con ellos usando uniformes mexicanos al punto incluso de
usar armas como las portadas regularmente por las policías mejicanas.
Este
último procedimiento se había mantenido confidencial, pero un enfrentamiento
armado con narcotraficantes en Sinaloa el 11 de julio pasado dejó
gravemente herido a un policía federal americano - U.S. Marshal - terminando con la confidencialidad.
.
Como lo indicamos antes en KRADIARIO, los gobernadores de los estados
americanos del sudoeste perdieron el control de sus fronteras, por ellas tiene
lugar un activo tráfico hacia México de armas y municiones de fabricación
americana, incluyendo piezas de grueso calibre.
.
En otra variable, Estados Unidos sigue siendo el mas importante mercado de consumo
de drogas, por ello los
narcotraficantes han tratado de controlar parte del territorio en los estados
mexicanos fronterizos, esto último no es un problema propiamente policial sino de seguridad nacional. Sin embargo no ha sido enfrentado con claridad por
las autoridades mexicanas.
Las consecuencias de la tragedia de Ayotzinapa, aún
considerando su gravedad, no debieran amenazar la vigencia del Estado
mexicano, si bien grupos a la izquierda
del PRD quisieran impulsar al movimiento social para crear situaciones de
inestabilidad. El Presidente Peña Nieto puede superar su error reciente
trabajando con las otras fuerzas democráticas en su propio partido, el PAN,
y también el PRD si consigue salvarse de
su desbarajuste interno; además, debe abrirse a la Iglesia y a otras fuerzas
sociales adversas a cualesquier intento
de generar un quiebre institucional.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario