Las personas que los padecen también sufren, por lo general,
de fermentación intestinal, gases y vientre hinchado después de las comidas,
ictericia, náuseas, dolores de cabeza, sofocos e insomnio entre la una y las
tres de la mañana.
Y esto no es bueno. Según la naturopatía, que busca
restablecer la salud reequilibrando el estilo de vida, estos signos son
sintomáticos de falta de bilis, lo que puede tener implicaciones graves a largo
plazo.
Los naturópatas proponen soluciones naturales para estimular
la producción de bilis. Ahora las voy a exponer, pero primero permítame que le
explique qué es la bilis exactamente.
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La bilis: un líquido inteligente y ecorresponsable
La bilis es uno de los productos más inteligentes que
produce el cuerpo. Lo fabrica el hígado a base de desechos que obtiene de la
sangre. En efecto, la sangre está cargada de bacterias, toxinas alimentarias,
alcohol, microbios, células muertas, amoníaco, restos de medicamentos,
pesticidas y hormonas ya utilizadas y degradadas por el organismo. El hígado lo
recupera todo (hasta el 100% de las impurezas cuando funciona correctamente) y
lo descompone gracias a unas enzimas.
Después, evacúa estos desechos y los manda al tubo digestivo
en un líquido llamado bilis. Y esta bilis, lejos de ser inservible, desempeña
un papel crucial en la digestión, encargándose de romper las grasas en
pedacitos minúsculos para que puedan ser absorbidas por el intestino.
Si se situara usted a la salida del estómago, en el lugar
por el que la comida cargada de grasas pasa al intestino, vería llegar un
chorro de bilis que convierte estas grasas en espuma (emulsión), como si fuera
el líquido del lavavajillas.
La comida indigesta, pesada y grasienta se vuelve ligera, de
forma que puede viajar con tranquilidad por el intestino y todos los nutrientes
buenos pueden ser asimilados en la sangre.
Por último, y ya que el hígado usa también el colesterol
para fabricar los ácidos biliares, una generosa producción de bilis comportará
un descenso del nivel de colesterol en la sangre.
Esto es lo que sucede cuando el hígado funciona
correctamente y la secreción de bilis es abundante.
Cuando el hígado no funciona bien
Por desgracia, si el hígado trabaja mal y no produce
suficiente bilis, surgen los siguientes problemas:
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1. las
toxinas de la sangre no son evacuadas de manera correcta. Se estancan en el
organismo y en el hígado, lo que puede llegar a provocar una serie interminable
de enfermedades tales como alergias, asma, enfermedades autoinmunes, depresión,
enfermedades cardíacas, obesidad, fatiga crónica e incluso cáncer, entre otras.
2. aumenta
el nivel de colesterol.
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3. la
digestión se altera y causa dolores de tripa, náuseas, migrañas después de
comer, boca pastosa, mal aliento, tez y ojos amarillentos, bolsas en los ojos e
insomnio.
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4. la bilis
se estanca en una bolsa que hay entre el hígado y el intestino, la vesícula
biliar. Se espesa y los desechos empiezan a acumularse para formar pequeños
cálculos (piedras) que van aumentando poco a poco de tamaño. Con el tiempo, la
vesícula se vuelve perezosa y el trasvase de bilis al intestino se ralentiza
todavía más. Algunos cálculos salen de la vesícula y se atascan en los canales,
provocando episodios muy dolorosos. En este punto, la extirpación de la
vesícula biliar se convierte en la única solución.
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Como ha visto, si sufre los síntomas antes mencionados,
tiene cuatro razones de peso para preocuparse de inmediato por el
funcionamiento de su hígado. Así podrá evitar multitud de enfermedades, su
digestión se repondrá, se deshará de todos los problemas causados por una mala
digestión de las grasas y, por último, evitará la formación de cálculos
biliares y se ahorrará una operación quirúrgica.
.Estimular el funcionamiento del hígado y secreción de bilis
La primera planta que hay que tomar es la alcachofa. Se ha demostrado que la alcachofa tiene la propiedad de
hacer aumentar la producción de bilis, hasta tal punto que está contraindicada
para los casos de obstrucción de las vías biliares, porque estimular su
secreción podría causar problemas graves. (2)
Conocida desde la antigüedad por sus efectos sobre la
digestión, la alcachofa entra en la composición de muchos preparados
tradicionales de la medicina europea pensados para estimular la producción de
bilis. Hacia mediados del siglo XX, unos italianos aislaron de la alcachofa un
compuesto que llamaron cinarina y que se empleó hasta la década de 1980 tanto
para estimular el hígado y la vesícula biliar como para reducir los niveles de
colesterol. A partir de entonces, la cinarina se sustituyó por medicamentos
sintéticos.
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¿Cómo tomar la alcachofa?
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¿Cómo tomar la alcachofa?
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Tradicionalmente, los productos de herbolario a base de
alcachofa se presentaban en forma de hojas frescas o secas, como zumo exprimido
de la planta entera o como diferentes extractos líquidos o sólidos.
Hoy en día se pueden encontrar extractos estandarizados al
5% de concentración de cinarina y extractos secos de hojas de alcachofa en
comprimidos o cápsulas.
Según una investigación llevada a cabo en 454 individuos y
también según un estudio doble ciego con placebo sobre 244 pacientes, el
extracto de alcachofa (640 mg al día en dos dosis) alivia los malestares de la
digestión que están ligados a un mal funcionamiento de la vesícula biliar y del
hígado. (3) (4)
Otra serie de estudios de gran alcance ha demostrado que la
alcachofa reduce los problemas digestivos sin provocar efectos indeseados. (5)
Coma verduras amargas
Las sustancias amargas, como las de la alcachofa, la
escarola, las endibias, las espinacas, el diente de león, la rúcula y el cardo
mariano se utilizan en herboristería para tratar los problemas de la bilis.
Por lo general, este efecto positivo se atribuye a los
flavonoides que contienen estas plantas.
El problema estriba en que las variedades que se seleccionan
para su comercialización están cada vez más desnaturalizadas, porque el público
ya no soporta el amargor como antaño.
Sin embargo, quizás tenga algo más de suerte y encuentre
especies tradicionales no cribadas de estas plantas –y por lo tanto más
amargas– si acude a una tienda de productos ecológicos.
Extracto de raíz de jengibre estimula producción de
bilis
La raíz de jengibre lleva mucho tiempo empleándose para
facilitar la digestión. Está en cientos de recetas tradicionales chinas que
buscan compensar con ella los efectos de ingredientes potencialmente tóxicos.
La raíz de jengibre contiene monoterpenoides,
sesquiterpenoides y gingeroles, todos ellos con propiedades altamente
antioxidantes y que ayudan al hígado a hacer su trabajo de descomposición de
toxinas.
Varios experimentos han demostrado que el jengibre aumenta
el nivel de enzimas colesterol-7-hidroxilasa, que estimulan la transformación
del colesterol en ácido biliar, por lo que disminuye el nivel de colesterol en
sangre y potencia la secreción de bilis.
El jengibre puede añadirse a casi cualquier plato o bebida
que pueda imaginar. No es caro, puede conservarse varias semanas en la nevera y
podrá, con el rallador, echarle una pizca a cualquier comida. Su sabor es muy
agradable y fresco, y sus propiedades van más allá de la producción de bilis.
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(*) La publicación de estos artículos está autorizada por la revista Tener Salud
y Dossiers Nutrición Salud Bienestar. Puede solicitar mas información a:
ceoschile@gmail.com
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