Y el pinochetismo y la Constitución de 1980 sigue presente y en primer plano

Aprobado bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet, el texto de la actual Carta Magna chilena ha sido reformado numerosas veces desde 1980 a la fecha, pero ha habido sólo dos intentos para reemplazarla completamente.

Un primer intento de reemplazo de la Carta Magna que fue hecha en dictadura por otra hecha en democracia terminó en un gran fracaso el 4 de septiembre de 2022 cuando los electores chilenos, en un plebiscito con participación obligatoria, rechazaron el proyecto redactado y presentado por otra Constituyente, lo que dio inicio a un segundo intento que está ahora en pleno desarrollo tras la elección de los nuevos constituyentes ocurrida el último domingo.

En esta última elección, el Partido Republicano, de extrema derecha y cercana al pinochetismo y partidarios de mantener gran parte de la actual Consitución, arrasó obteniendo el 35,6% de los votos y quedando con 23 escaños y logró además el poder de veto en el órgano constitucional.

En segundo lugar, quedó la lista Unidad Para Chile (28 %), integrada por la mayoría de los partidos que forman la coalición oficialista (el Frente Amplio del presidente Gabriel Boric, el Partido Comunista y el Partido Socialista), mientras que la tercera posición fue para la derecha tradicional de la lista Chile Seguro (21,6 %) y en la que se integran la UDI, Renovación Nacional y Evópoli (derecha tradicional).

Los conservadores tienen juntos mayoría absoluta y aglutinan más de los 30 escaños necesarios para aprobar las nuevas normas constitucionales sin necesidad de pactar con la izquierda, lo que les permitirá así marcar el rumbo de la nueva propuesta de Carta Magna.

Republicanos y Chile Vamos arrasó en la mayoría de las 16 regiones de Chile e incluso se hizo con feudos tradicionalmente controlados por la izquierda como la Región de Valparaíso o la Metropolitana, donde se encuentra la capital.

El líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, dijo este domingo que “triunfó el sentido común” y pidió “que nunca más el sectarismo se apodere del país”.

Kast, partidario de mantener la actual Constitución, señaló que los ciudadanos han elegido a su lista por su “compromiso y coherencia”.

”Logramos una meta importante, pero no es tiempo de dividir el país, sino de trabajar en unidad por el bien de Chile”, agregó.

BORIC PIDIÓ DIÁLOGO

Gabriel Boric

El presidente de Chile, Gabriel Boric, pidió al Partido Republicano “actuar con sabiduría y templanza” tras su apabullante triunfo en las elecciones constituyentes.

En cadena nacional, el mandatario instó asimismo a “no cometer los mismos errores” de la izquierda durante el primer proceso constitucional, que fracasó el pasado septiembre cuando el 62 % de los chilenos rechazó la primera propuesta de Carta Magna.

El consejo estará integrado por 25 hombres y 25 mujeres y, a diferencia de la votación anterior, no tiene escaños reservados para los indígenas, que en el proceso anterior ocuparon 17 de los 155 asientos.

Chile: los dilemas que abre el triunfo de la ultraderecha

La alta votación de un sector que no desea cambiar la Constitución, la debacle de la ex Concertación y el elevado número de votos nulos abren dudas sobre la viabilidad del proceso. Pero hay esperanzas, dicen expertos.

Internacionalmente Chile es un país preocupante porque la izquierda, tras luchar tantos años para llegar al poder y finalmente lograrlo con Gabriel Boric en el Palacio de la Moneda, sus propios errores lo están ahora sepultando.

Estas son las consecuencias de un gobierno «reguleque» y con serias divisiones partidarias internas, con repetidos cónclaves en el Palacio Presidencial del Cerro Castillo en Viña del Mar (a 130 kilómetros de la capital Santiago), pero que tampoco llegan a acuerdos válidos para poder despejar la cancha y así poder continuar con el partido. Son escasos los chilenos capaces de soportar un nuevo fracaso de la izquierda como ocurrió ya en 1973.