En vísperas del encuentro con mandatarios de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) que se prevé realizar en Brasilia el próximo martes, organizada por el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, el expresidente uruguayo José «Pepe» Mujica le envió una carta personal en la que lo convoca a construir una «mística» de la integración regional y a no repetir “errores del pasado”, a la vez que propuso acciones para fortalecer la unión suramericana. 

Para Pepe Mujica, el exguerrillero tupamaro que gobernó Uruguay entre 2010 y 2015, ese encuentro es una «oportunidad histórica» para «construir cercanía en nuestra región para hacernos oír a nivel internacional», porque «las grandes decisiones que mueven al mundo se toman en otras partes, lejos de nuestra mesa».

La clave del mensaje de Mujica a Lula es una sola:

Conseguir una comunicación «fluida y frecuente» entre los presidentes «para que hablen directamente con sus pares cuando lo consideren pertinente», lo que debe complementarse con una persona por cada país designada específicamente para seguir de cerca esos vínculos completó.

Los dos líderes históricos: Lula y Pepe Mujica

La UNASUR es una organización intergubernamental dotada de personalidad jurídica internacional, integrada actualmente por doce Estados firmantes que han ratificado el Tratado por sus Congresos Nacionales. Este tratado constitutivo de UNASUR (TCU) fue firmado el 23 de Mayo de 2008 en el marco de la Reunión Extraordinaria de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en la ciudad de Brasilia, Brasil. Desde el 11 de marzo de 2011 el referido Tratado entro en vigencia después que Uruguay hiciera entrega del documento de ratificación al Gobierno de Ecuador, depositario del referido Tratado

Lula prepara una cumbre con sus colegas sudamericanos para el 30 de mayo en Brasilia, que busca revivir la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) como un mecanismo regional influyente, según informó a fines de abril el diario O Globo.

«Quiero desearle éxito a tu iniciativa con los presidentes de nuestra región. Me parece importante la creación de un espacio de encuentro, conocimiento mutuo, diálogo y reflexión, que bien has llamado ‘Retiro’. A las reuniones presidenciales generalmente las llaman ‘Cumbres’, pero no existen cumbres sin montañas donde apoyarse. Esas montañas son nuestros pueblos, dice Mujica en su carta al «querido compañero presidente».

La convocatoria es a una reunión con formato de «retiro» en Brasilia, con menos formalidades, delegaciones restrictas y más intimidad para conversar entre los jefes de Estado de la región, informaron desde la organización.

Para Pepe Mujica, que gobernó Uruguay entre 2010 y 2015, ese encuentro es una «oportunidad histórica» para «construir cercanía en nuestra región para hacernos oír a nivel internacional», porque «las grandes decisiones que mueven al mundo se toman en otras partes, lejos de nuestra mesa».

El líder uruguayo, de 88 años, calificó a los mandatarios de la región como un «puñado de luchadores sociales y políticos» que cargan «con más de un siglo de cárcel y exilio, décadas de experiencia en gobiernos nacionales y en organizaciones sociales, vidas enteras dedicadas a mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos».


La idea de Lula

La convocatoria es a una reunión con formato de «retiro» en Brasilia, con menos formalidades, delegaciones restrictas y más intimidad para conversar entre los jefes de Estado de la región, informaron desde la organización.

Para Pepe Mujica ese encuentro es una «oportunidad histórica» para «construir cercanía en nuestra región para hacernos oír a nivel internacional», porque «las grandes decisiones que mueven al mundo se toman en otras partes, lejos de nuestra mesa».

El líder uruguayo, de 88 años, calificó a los mandatarios de la región como un «puñado de luchadores sociales y políticos» que cargan «con más de un siglo de cárcel y exilio, décadas de experiencia en gobiernos nacionales y en organizaciones sociales, vidas enteras dedicadas a mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos».

«Pero llevamos dos siglos de fracasos intentando una integración regional, desde aquel sueño bolivariano de un conjunto de repúblicas confederadas, que quedó olvidado en el tiempo. Tenemos suficiente experiencia como para no repetir nuestros mismos errores del pasado», advirtió.

«No alcanza con unirnos, debemos caminar juntos, y si en ocasiones no es posible, las puertas deben estar abiertas para salir y para volver cuando sea posible», porque «trabajamos para apoyarnos y defendernos. No son cuestiones de izquierda, de derecha o de centro, sino de ser desarrollados o no», es el pensamiento de ambos políticos.