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viernes, 14 de junio de 2013


14-6-2013-Edición Nº857

¿NOS ESPERAN OTROS CUATRO AÑOS PERDIDOS?


Por Walter Krohne

Esta semana ha sido de debates o al menos de presentación de candidatos oficialistas y de oposición que irán a las primarias presidenciales del próximo 30 de junio. El doble desfile de abanderados fue largo y tedioso con muchas intervenciones y una oratoria interminable, pero sin ideas nuevas. En este sentido no fue una semana constructiva o de esperanzas como podría haber sido, porque los temas claves o centrales de un país en crisis como Chile o no se expusieron abiertamente, fueron soslayados por los candidatos o simplemente quedaron fuera de la agenda. Nos parece triste haber llegado a este punto en momentos tan cruciales como en los que vivimos.


La misión de los políticos debería ser levantar a un país que realmente no sabe hacia adónde va y que es lo que quiere hacer. Lo que están haciendo es precisamente lo contrario, ahondar la crisis y la desilusión de la gente.

Lo peor de todo es que lo que dicen o prometen los políticos ya no es creíble para la mayoría, como ha sido posible observar esta semana en las redes sociales.

El planteamiento de la derecha es completamente absurdo y hasta nos conduce a la risa, porque simplemente es más de lo mismo, que es lo que justamente ya no quiere la gente. Allamand y Longueira hablaron ayer sobre diversos temas que expusieron con mucha liviandad como si todo estuviera funcionando normalmente y, si hay problemas, simplemente, según ellos, deben ser resueltos en el marco de la misma economía de mercado, que tampoco quiere la gente.

La educación no puede ser gratuita porque se considera un servicio y no un derecho del Estado chileno. La salud de las isapres está bajo “sospecha”, como dijo Allamand, pero no existe en ningún caso la posibilidad de cambiarla, aunque saben que es un negocio cruel y brutal de grupos económicos dedicados a enriquecerse, que también incluyen en el negocio de la salud a clínicas, laboratorios y hospitales que han ido adquiriendo gracias a los aportes y pagos extras que hacen año a año los usuarios de estas simplemente "compañías de seguros".

Lo mismo pasa con el sistema de AFP que esta semana hizo crisis en medio de la desesperación de los afiliados, todos trabajadores que han depositado allí sus ahorros para pensionarse. Las voluminosas operaciones de cambio de fondos causaron problemas en el mercado financiero, afectando a las empresas, hasta el punto que la Superintendencia tuvo que tomar medidas urgentes para evitar situaciones catastróficas. Y lo peor es que los afiliados al sistema saben que no recibirán una jubilación digna, mayor a los 200 o 300 mil pesos mensuales. ¿Qué perspectiva de vida tienen estos chilenos?

Desde Ginebra nos habló el creador de las AFP, el hermano del Presidente Piñera, José Piñera, defendiendo “su obra maestra” al sostener que estas instituciones han sido una de las principales causas del crecimiento de Chile en los últimos treinta años. Pero…¿de qué estamos hablando? ¿qué pasa con los trabajadores sobre quienes queremos hablar y no del crecimiento que han tenido los empresarios con platas que no les pertenecen? ¿Crecen también sus jubilaciones? Nada de eso, disminuyen.
 
Pero Piñera dice en su autodefensa que "en Chile la pensión que reciben los jubilados depende del esfuerzo y la conducta que tuvieron en su vida laboral. El punto principal del sistema es que hay una relación directa entre el esfuerzo y la recompensa", añadió.
 
¿Significa esto que los trabajadores chilenos no se han esforzado lo suficiente, ¿han sido flojos y despreocupados?
 
En el debate de la oposición, los cuatro candidatos tienen una opinión diferente, es decir la verdad es que este bloque no sabe bien cómo resolver conjuntamente este y otros espinudos problemas. Antonio Gómez dijo que “hay que terminar con las AFP" y "establecer un sistema de reparto", lo que criticó Andrés Velasco por ser un sistema que "está en quiebra en varias partes del mundo" y además indicó que "la propuesta de una AFP estatal no va a resolver nada, digámosle la verdad a la gente". Claudio Orrego habló de "una reforma profunda"….¿qué es ésto?, mientras que Michelle Bachelet pidió "reformas importantes" ¿qué es ésto? y aseguró que una "AFP estatal basada en el BancoEstado podría incluír equidad en el sistema.
 
La clave de todo ésto es desarrollar un nuevo país con objetivos y metas claras, mucho más justo, sin el aprovechamiento de los banqueros y capitalistas, con dignidad laboral, con derechos y un estado activo ciento por ciento, donde el chileno se sienta seguro y pueda trabajar y producir en paz y tranquilidad. Un sistema que no sólo viva del cobre sino que multiplique sus ingresos. El sistema neoliberal quizá fue necesario en dictadura pero ahora ya no da para más, porque demuestra que los que progresan son los “avivados” y los dueños del capital. Los demás son todos mandados endeudados y que no pueden dar a conocer sus puntos de vista porque si dicen algo que no les gusta a los patrones, pueden perder el empleo en cualquier momento.

La Constitución chilena de 1980 fue un molde neoliberal para un régimen autoritario y está lejos de ser democrática. Por eso que es fundamental crear el nuevo Chile con otra Constitución, lo que no se puede hacer ni entre cuatro paredes ni tampoco dentro de la actual institucionalidad con políticos desprestigiados que ya conocemos. Es urgentemente necesario elegir una Asamblea Constituyente. Pero aquí tampoco hay acuerdo. Bachelet, por ejemplo, si bien dijo que "una nueva Constitución es esencial", a renglón seguido cayó en la misma trampa de muchos al señalar que había que hacerlo por la vía institucional, lo que en nuestra realidad ese es un camino por el cual no se va a avanzar.
 
Velasco: "no es la solución a los problemas de Chile. Es una promesa vacía". Orrego: "ni una Asamblea Constituyente ni la actitud obstruccionista de la UDI y parte de RN sirven".
 
El único que accedió a una posición distinta fue Gómez: "Estoy por una Asamblea Constituyente sin ningún tipo de ocultamiento. ¿Por qué? Yo no entiendo por qué le tienen miedo a la gente, si al final el que va a decidir si hay una nueva Constitución es usted, usted va a votar. Lo que estamos diciendo es que haya un plebiscito para que la gente diga si quiere una nueva Constitución y si ésta tiene que ser redactada o no por una asamblea constituyente". ¡Eso se llama democracia con mayúscula!
 
Por eso digo: Los debates electorales fueron sin contenido esta semana  ni tampoco aportaron ideas nuevas. Horas hablando de los 1mismos temas que hace 22 años. Es decir, ¿hay que ir preparándose para otros cuatro años perdidos?

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