En las cárceles de Kirguizistán 1.319 presos se cosieron la boca y 6.680 están en huelga de hambre para protestar contra las condiciones de detención, indicó la autoridad penitenciaria en la capital Bishkek, que acusa al crimen organizado de instigar el movimiento.
Las autoridades acusaron, el 16 de enero pasado, a los jefes de la mafia de instigar la protesta de los presos en respuesta a una “operación manos limpias” después del asesinato de un jefe mafioso.
Los presos y varias organizaciones no gubernamentales dijeron por su parte que el movimiento protesta contra las malas condiciones de detención y los malos tratos.
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