http://www.psicologiaglobal.cl/
La adolescencia es una etapa del ciclo vital, que se ubica entre la niñez y la adultez. En ese estado se producen muchos cambios y transiciones, con el objetivo de la búsqueda de la propia identidad. Los adolescentes necesitan explorar el mundo existente más allá de la propia familia y salen a la búsqueda con las herramientas que han ido adquiriendo en la casa.
En ese camino de exploración pueden surgir muchas dificultades e inseguridades, sin encontrar lo que están buscando. Esta etapa se caracteriza también como un momento de contradicción, ya que por un lado vemos que se trata de un momento de separación de su núcleo familiar, en la que los hijos adquieren mayor autonomía, pero al mismo tiempo, necesitan a sus padres más que nunca. Necesitan percibir la seguridad del hogar para poder salir a explorar el mundo y volver a su refugio posteriormente.
Todavía no son adultos pero ya han dejado de ser niños, quieren crecer y empezar a serlo, pero les cuesta. Por otro lado a los padres también les cuesta perder el tipo de relación que tenían con sus hijos, cuando aún eran niños, por lo tanto para ambos es una etapa complicada.
Para poder comprender de mejor manera a los adolescentes, es necesario darse cuenta que éstos viven hoy día en un mundo muy diferente al que vivieron los adultos de hoy en la misma etapa, por lo que realizar comparaciones verbales con nuestros hijos adolescentes sobre nuestra juventud puede llegar a ser muy tedioso para ellos. Si bien es importante, ponerse en su lugar, empatizar con ellos y tratar de entenderlos desde su lógica de pensar, no considero positivo reprocharles “lo diferente que fue en nuestra época”, ya que la vida es distinta ahora y es lógico pues antes no había tanta tecnología, dificultades, incertidumbres y problemas, como las que presentan los adolescentes en la actualidad.
La vida circulaba de un modo mucho más tranquilo y si teníamos la posibilidad de andar en un carrusel, estábamos felices. Hoy, el juego más rápido en un parque de diversiones no les parece suficiente a los adolescentes, mientras para nosotros este tipo de juego era inimaginable en nuestra época. Lo mismo ocurre con el cine, donde las películas eran mucho más lentas, que las de ahora.
Lo que quiero expresar con estos ejemplos, es que la adolescencia que vivimos todos los adultos en aquellos tiempos, es incomparable con la que viven los jóvenes en la actualidad.
Ahora, una buena pregunta sería: ¿cómo serles un apoyo en esta época compleja, ganarse su confianza y ser más amigo que enemigo de ellos?, Esta reflexión parece una tarea cada vez más difícil.
A pesar de que estos años pueden ser difíciles, la recompensa es lograr ver a los hijos convertirse en adultos independientes, preocupados y responsables. Para lograr esos objetivos, hay un largo camino por recorrer, se requiere de mucha paciencia y varias herramientas más, de las cuales algunas describiré a continuación:
Una de las herramientas fundamentales, es disponer tiempo para la familia y especialmente para el adolescente. El tiempo y el espacio que se le brinda al joven es esencial para lograr ser un apoyo para ellos y ayudarles en sus dificultades. Si bien muchos adolescentes parecen estar más pendientes de sus amigos, eso no significa que no están interesados en la familia.
También es importante no estar siempre toda la familia completa, sino que invertir tiempo con cada uno de los hijos por separado. Muchas veces es positivo que las mamás salgan con las hijas y los padres con los hijos por ejemplo o viceversa. Cuando hay mucha diferencia de edad, se recomienda hacer actividades diferentes con uno y con otro, ya que los intereses son distintos.
Foto de psicologia.laguia2000.com |
Cuando se logra finalmente una conversación con el adolescente, préstele atención, mírelo, al mismo tiempo que lo escucha y no lo interrumpa. Si usted no tiene tiempo para cuando su hijo o hija quiere hablar, defina un momento para escucharlo con toda atención, tal vez en un lugar distinto fuera de la casa.
En muchas situaciones, puede estar en desacuerdo con su hijo o hija, pero hágalo de manera respetuosa, no ofensiva. No crea que sus sentimientos u opiniones son ridículos o sin sentido. Puede que usted no siempre sea capaz de ayudar cuando su hijo está triste, pero es importante decirle “me gustaría entender” o “ayúdame a entender”. No tenga miedo de no quedar bien con sus hijos por un día o dos. Créalo o no, los adolescentes ven los límites como una forma de preocupación.
Los errores ayudarán a su hijo a tomar responsabilidad por sus propios actos, por lo tanto no se enoje, si los comete. Piense que está en todo un proceso de aprendizaje. Recuerde ofrecer orientación cuando sea necesario. Enfoque las discusiones hacia soluciones.
Así como los adolescentes necesitan saber cómo usted se siente cuando no están haciendo lo que se espera de ellos, también necesitan saber que usted aprecia las cosas positivas que hacen. Es importante reconocerles las cosas buenas que hacen.
Como ya dicho y a modo de resumen, hay que evitar las comparaciones. No presione a su adolescente a ser como usted fue o como a usted le hubiera gustado haber sido a su edad. Permítale cierta libertad en cosas como la ropa o el corte de pelo. Muchos adolescentes pasan por un “período rebelde” en el cual ellos quieren expresarse de formas distintas a cómo son los padres. Sin embargo, preocúpese de los mensajes que escucha en la música, películas y video juegos, cuyos contenidos pueden revelar muchas cosas que están sintiendo los adolescentes en ese momento.
Estimada Jessika,
ResponderBorrarexcelente artículo, ojalá pudiera publicar mas seguido temas relacionados que nos ayudaran a la convivencia dentro de la familia.
saludos ... El Seguidor del Guru