Por Alfredo R. Mendizabal
Capital Madrid
La gran prensa internacional y los blogs de reconocidos gurús financieros no sueltan su presa: la crisis de la deuda, la crisis del euro, la crisis irlandesa. Este martes redoblaron sus titulares, sus análisis y sus proyecciones. Tal vez el diario alemán Handelsblatt haya descrito el contexto amplio del problema con mejor precisión que otros. Dice en la entradilla de una amplia crónica analítica firmada por Cünnen Andrea, Grüttner Anne y Michael Maisch: 'Irlanda y Portugal son el foco de la crisis del euro, pero la verdadera amenaza para la estabilidad de la unión monetaria viene de España'. Así de claro. El título, todavía más directo: 'El paciente español asusta a los mercados'. Otros medios también analizan a fondo la situación, aunque por lo general su expectativa no es de tragedia inminente, sino que coinciden en que por ahora España parece estar a salvo.
Simon Johnson, antiguo economista jefe del FMI, lo ha dicho en una columna en Project Syndicate y en su acreditada web Baseline Scenario: el problema ya no es cuestión de Irlanda, sino de la eurozona y de toda la UE. 'Si España está en serio riesgo de default, la solvencia gubernamental está en peligro en toda Europa, excepto en Alemania', escribe como hipótesis de trabajo para subrayar la necesidad de 'medidas drásticas'. Tal vez podría sobrevivir Italia, alega, porque su deuda está en manos italianas, lo que hace que la suspensión de pagos sea menos probable pese a que el tamaño de esa deuda sea preocupante, como la de Bélgica. Pero el problema español es que si bien la deuda pública del 60% del PIB está muy por debajo de la de otros países, la mayor parte de la deuda total es privada y en manos externas.
De hecho, como dice Tracy Alloway en un post en el blog Alphaville de Financial Times, la exposición de bancos extranjeros a España es de 876.000 millones de dólares, de ellos el 75% en manos europeas. Con datos de Credit Suisse, estima que entre Irlanda, Portugal y España tendrán que reducir su endeudmiento en 1,3 billones de euros, un 80% de su PIB conjunto. Por comparación, y si se estudian los antecedentes, el apalancamiento privado en casos anteriores como los de México, Thailanda y Corea del Sur sólo representaban el 60% del PIB. Hasta ahora, las pérdidas que ha tenido que asumir el sistema financiero de los tres países 'periféricos' más Grecia suma unos 140.000 millones de euros, el 8% del PIB conjunto. La proyección de Crédit Suisse al inspirarse en los precedentes: esos países 'periféricos' todavía tendrán que asumir otros 350.000 millones en costes adicionales, el 22% del PIB.
En el mismo Financial Times, Nicholas Spiro pone el acento en el protagonismo de las autonomías en la crisis y en la receta para salir de ella. Argumenta que el 'relativo aguante' de España a lo largo de esta crisis financiera depende sobre todo de las autoridades regionales, puesto que es el país más descentralizado fiscalmente de Europa, después de Dinamarca. Pero la salida tiene sus riesgos, porque la descentralización 'es una carga'. También en FT, Victor Mallet cuenta cómo el Gobierno Zapatero trata de mantener las distancias con la crisis de Irlanda. En Business Insider, Gregory White recoge otro estudio, esta vez de Société Generale, que opina que España está a salvo de momento porque tiene un sector financiero más fuerte y mejor mercado inmobiliario.
Sin embargo, el 'susto' al que se refiere Handelsblatt pone el dedo en la llaga de los inversores con deuda española: 'Están nerviosos'. Los autores, que vieron a Zapatero 'visiblemente cansado' en la cumbre del G-20 de Seúl, ponen el listón para que la preocupación se convierta en pánico: que la rentabilidad de los bonos a diez años, actualmente en un 4,6% supere el 5%. Se nota la presión de los bancos alemanes, porque según el informe de Crédit Suisse el peligro se desbordaría a partir del 6,5% de rentabilidad.
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