*La Presidenta argentina, Cristina Fernández, despierta desconfianza en Washington, lo que llevó a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a pedir un informe sobre el estado de la salud mental de la Mandataria.
*EE UU desea aislar al presidente Hugo Chávez para lo cual corteja a diversos países de la región.
*El país latinoamericano que más preocupa en Washington es Paraguay por la supuesta presencia de grupos islamistas Hezbollá, Hamas, Al Qaeda y de agentes estatales iraníes en la triple frontera con Brasil y Argentina.
*Espionaje contra el presidente paraguayo Fernando Lugo.
*Washinton busca información secreta sobre corrupción oficial, lavado de dinero, las relaciones de Paraguay con Cuba, Venezuela, China, Taiwán y Rusia, el narcotráfico y la construcción de mezquitas.
¿Y ahora qué? |
Nunca antes en toda la historia de la humanidad se había concretado una revelación tan impresionantemente amplia e importante de los contenidos de documentos secretos de la diplomacia de Estados Unidos, que datan de los últimos cinco años, y que prácticamente han dejado por el suelo la credibilidad estadounidense en cuanto a formas de ejercer la política y la confiabilidad o la seguridad en la protección de datos.
Antes fue con el Pentágono en Washington, el Ministro de Defensa de EE UU, y ahora con la política externa tratándose de 251.287 mensajes del Departamento de Estado de Estados Unidos obtenidos por la página digital Wikileaks, en los que se descubren episodios inéditos ocurridos en los puntos más conflictivos del mundo, así como otros muchos sucesos y datos de gran relevancia que dejan al desnudo la política exterior de la primera potencia mundial.
Según el diario “El País”, “estos documentos recogen comentarios e informes elaborados por funcionarios estadounidenses, con un lenguaje muy franco, sobre personalidades de todo el mundo, develan los contenidos de entrevistas del más alto nivel, descubren desconocidas actividades de espionaje y exponen con detalle las opiniones vertidas y datos aportados por diferentes fuentes en conversaciones con embajadores norteamericanos o personal diplomático de esa nación en numerosos países, incluido España.
Así van pasando a través de estos documentos las principales figuras políticas de todo el mundo.
Hugo Chávez y Cristina Fernández |
Sobre Chile, hay 1.464 cables enviados desde la Embajada en Santiago, pero aún no ha sido revelado su contenido. De acuerdo a la base de datos disponible en el sitio The Guardian, la palabra "chilean" aparece 1.808 veces y "Chile" 3.951 en el texto de las comunicaciones.
Lugo está en la mira de Washington |
En general, el El País señala que uno de los países latinoamericanos que más preocupa a Washington es Paraguay , por la supuesta presencia de los grupos islamistas Hezbollá, Hamas, Al Qaeda y de agentes estatales iraníes en la triple frontera con Brasil y Argentina. Una orden pide se recabe los datos biométricos, huellas dactilares, fotografías, ADN "y otras singularidades" de los entonces candidatos a la presidencia en 2008, incluyendo al actual Mandatario, Fernando Lugo. También solicita información sobre la corrupción oficial, el lavado de dinero, las relaciones de Paraguay con Cuba, Venezuela, China, Taiwán y Rusia, el narcotráfico y la construcción de mezquitas.
Igualmente se refleja en esos documentos la intensa actividad de parte de Washington para bloquear a Irán; el juego que se desarrolla en torno a China, cuyo predominio en Asia se da casi por aceptado; se revela, según el diario británico The Guardian, que se dieron instrucciones a los funcionarios de EE UU cuando los líderes árabes en privado instaron a un ataque aéreo contra Irán; se ordenó espiar a la conducción de la ONU; divulgan esfuerzos clandestinos de EE UU para combatir a Al Qaeda en Yemen; igualmente se dan a conocer los graves temores de Washington y Londres por la seguridad del programa de armas nucleares de Pakistán; presuntos lazos entre el gobierno ruso y el crimen organizado; críticas devastadoras a las opraciones militares de Gran Bretaña en Pakistán; afirmaciones respecto del comportamiento inapropiado de un miembro de la familia real británica; graves críticas políticas al premier David Cameron de Gran Bretañay pedido de inteligencia sobre miembros del Parlamento de Londres, entre otras revelaciones.
Algunos cables contienen acusaciones específicas de corrupción contra líderes extranjeros. Incluye referencias al ruso Vladimir Putin, al que se califica de “macho alfa”; al afgano Hamid Karzai, alguien “a quien impulsa la paranoia” ; y a Angela Merkel, quien “evita el riesgo y rara vez es creativa” . También hay una comparación entre el iraní Mahmoud Ahmadinejad y Adolf Hitler.
Se revela que casi ocurre un “desastre ambiental” el año pasado por un embarque ilegal de uranio enriquecido. Dan a conocer detalles técnicos de negociaciones secretas sobre misiles nucleares entre EE UU y Rusia en Ginebra e incluyen un perfil del líder libio Muammar Gadafi, de quien se afirma que viaja acompañado a todas partes por una “voluptuosa enfermera ucraniana rubia ”.
El asesor legal del Departamento de Estado escribió al fundador de Wikileaks, Julian Assange, advirtiendo que los cables se obtuvieron de manera ilegal y que su publicación pondría en peligro “las vidas de innumerables personas inocentes, operaciones militares en curso y la cooperación entre los países”.
Assange, el dueño de Wikileaks |
El archivo electrónico de los despachos de las embajadas de todo el mundo habría sido descargado por un soldado estadounidense este año y entregado a Wikileaks.
Los documentos-mensajes que cubren un periodo hasta febrero de 2010 y, en su mayor parte, afectan a los dos últimos años- fueron facilitados por Wikileaks hace varias semanas, además de a EL PAÍS, a los diarios The Guardian, de Reino Unido; The New York Times, de Estados Unidos; Le Monde, de Francia, y al semanario Der Spiegel, de Alemania. Estos medios evaluaron por separado toda la documentación.
Por la franqueza exhibida en los documentos, podrían truncar importantes proyectos de política exterior, coinciden las publicaciones. Y podría tensar las relaciones con algunos países, influyendo en asuntos internacionales "de formas que son imposibles de predecir", dijo The New York Times.
Al menos 180 embajadas norteamericanas alrededor del mundo utilizan actualmente ese sistema de comunicación (por internet), según informes elaborados por el Congreso norteamericano. Aunque se exigen fuertes medidas de seguridad para el uso de ese sistema, como la de mantenerlo abierto únicamente cuando el usuario está frente a la pantalla, la exigencia de cambiar la clave cada cinco meses o la prohibición de utilizar cualquier clase de CD u otro método de copia de contenidos, el número de personas que ahora acceden a la información ha crecido considerablemente.
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