MEDICINA
ÉBOLA EN ESPAÑA: LA EPIDEMIA
DEL MIEDO
Por Carlos Padilla
Cuando la noche del pasado lunes saltó la noticia del
contagio por ébola de una de las enfermeras que atendió al segundo misionero
fallecido en España por esta causa, estalló la alarma social mundial.
Se trataba del primer caso en España, en Europa y en el
mundo entero de contagio ocurrido de persona a persona fuera de África. Los
casos que se habían producido hasta entonces en países occidentales (como los
dos misioneros fallecidos en España o el del ciudadano estadounidense que
contrajo la enfermedad al viajar a Liberia, su país de origen), eran lo que
epidemiológicamente se llama “casos importados”.
El pánico –mucho más contagioso que el virus del ébola-
empezó a extenderse entre la población española.
Los medios de comunicación, encantados de responder a las
ansias de información de la población (y de paso, aumentar sus audiencias y sus
ingresos) avivan desde el lunes el fuego del miedo.
¡El ébola en prime time!
Desde entonces, la televisión está dedicando a la fiebre hemorrágica el minuto de oro en su programación. Ya no se trata
de una tragedia que está ocurriendo en África y que podemos ver tranquilamente
en la pantalla desde el sofá de la casa, haciendo zapping . ¡ha llegado ahora a España! ¡Los audímetros echan chispas!
¿Quiere esto decir que no me parezca importante y noticioso que una de las auxiliares de enfermería que atendió al misionero se haya
contagiado? ¿Pienso acaso que no debe investigarse a fondo qué ocurrió, qué
falló en el protocolo previsto precisamente para evitar contagios? Por supuesto
que no. A lo que me niego es a ser cómplice pasivo de la propaganda
sensacionalista en torno al ébola. Los mayores estragos que causa una
enfermedad cómo ésta tienen su origen en el miedo.
El miedo es lo que subyace en las medidas absolutamente
draconianas que los gobiernos de los países africanos golpeados por el ébola
están imponiendo a sus poblaciones (cierre de fronteras, cuarentena de ciudades
enteras, bloqueo de carreteras y fuego a discreción) y que están a punto de
tener, si no las han provocado ya, consecuencias dramáticas reales y un
sufrimiento atroz en la población del que tardarán en recuperarse.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de Harvard
recién publicado en la gran revista médica Plos One confirma lo que yo mismo
anunciaba el otro día desde Tener S@lud (y le aseguro que hubiera preferido no
tener razón): que las medidas de cuarentena de las poblaciones de África para,
en principio, evitar la propagación del virus del ébola, están creando una
catástrofe, con un “alza exponencial de los casos detectados”. Así pues, es
peor todavía de lo que yo temía. (1) (2)

El miedo es una emoción primaria provocada por la percepción
de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. El miedo es
real cuando se corresponde con la dimensión del peligro que lo causa. Y es
neurótico o patológico cuando es desproporcionado respecto a la amenaza.
El miedo, sobre todo cuando alcanza una dimensión social
generalizada, hace aflorar lo peor de cada uno: cuestionarse si se hizo bien
repatriando a los misioneros infectados en África (en lugar de dejarles morir
allí), el linchamiento público de cualquier responsable que haya tenido algo
que ver con la gestión del caso, sin esperar siquiera a depurar
responsabilidades, si es que las hubiera.... ¡Que rueden cabezas! Las de quien
sea, pero que rueden.
Me gustaría pensar que las centenares de miles de personas
que se han movilizado para intentar salvar al perro de la enfermera española de
ser sacrificado sienten la misma compasión por la suerte que están corriendo
miles de desdichados en África, incluidos los trabajadores sanitarios que están
pagando con su vida la atención a los enfermos.
.
Diga no al miedo
.
No se deje manipular y diga NO a la psicosis en torno al
ébola. Diga SÍ a la información objetiva y sosegada, a las medidas de
precaución tranquilas y de sentido común.
El riesgo de contagiarse con el virus en España, al igual
que en el resto de países de nuestro entorno, es muy bajo. Eso no quiere decir
que sea inexistente, como se ha comprobado. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) no descarta que pueda haber más casos, pero lo que sí descarta es que se
lleguen a producir brotes como en África. (3).
Creo que es imprescindible evitar que se extienda el pánico
irracional. Por eso le ánimo a reenviar el e-mail de hoy a todo su entorno y a
compartirlo en sus redes sociales. Es nuestro granito de arena para luchar
contra los verdaderos estragos que está causando esta enfermedad: la ignorancia
y la manipulación.
Fuentes:
1. Ébola: la
divulgación de una mentira. Tener
S@lud
2.“Temporal Variations in the
Effective Reproduction Number of the 2014 West Africa Ebola Outbreak”. Sherry
Towers, Oscar Patterson-Lomba, Carlos Castillo-Chavez. PLOS Currents Outbreaks.
3. Declaraciones
de Daniel Epstein, portavoz de la OMS en Washington. El País. 8 de octubre de
2014. Curar el ébola con una vacuna es como tratar la diabetes con
píldoras. Las promesas de las píldoras que lo curan todo son a menudo
un obstáculo que impide llegar a soluciones reales, naturales y… mucho más
eficaces.
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