Hoy se dio a conocer la segunda encuesta Cadem-Plaza Pública de junio, donde la aprobación del Presidente Gabriel Boric cayó otra vez 8 puntos en una semana, hasta llegar a 33% de aprobación, volviendo a su promedio de los últimos ocho meses. Tras la cuenta pública, con muchas promesas, su aprobación había subido 10 puntos, avance que esta semana lo volvió a perder. Entre la primera y segunda cuenta pública hubo también diferencias y es que los efectos impactantes en la primera duraron unas tres semanas, pero esta vez alcanzaron apenas a menos de una semana. Y, todo lo contrario: la desaprobación subió de 51% a 62%, es decir 11 puntos, dice Cadem.
Las tres figuras políticas mejor evaluadas son la alcaldesa Evelyn Matthei, con 70% (3 puntos más en relación a mayo), el alcalde Rodolfo Carter, con 63% (1 punto menos que el mes pasado) y el alcalde Germán Codina, con 60% (1 punto menos que en mayo). Los siguen el gobernador Claudio Orrego (59%) y la ex presidenta Michelle Bachelet (54%).
En el otro extremo, los peor evaluados son el ex candidato presidencial Franco Parisi (26%, 4 puntos más que en mayo), la diputada María José Hoffmann (25%) y el ex diputado Guillermo Teillier (19%, 2 puntos más que en mayo).
La última semana ha sido mala para el Gobierno especialmente por la polémica frente al manejo de los nuevos brotes epidémicos de invierno que ha puesto en polémica al Ministerio de Salud (Minsal) con la Contraloría como consecuencia de una niña enferma que murió por falta de cama de urgencia, así como nuevos casos fatales de menores de edad ocurridos el fin de semana.
Así, como ha sido hasta ahora la conducta política de la oposición, la fórmula no es exigir resolver los problemas que hay en la salud y en otros campos, sino «mejor irse» por la vía de las acusaciones constitucionales, como ya se pre-anuncia en contra de la ministra de salud Ximena Aguilera y también contra el subsecretario Fernando Araos, que deben responder de alguna forma por sus «errores políticos», como señala la oposición.
Una ola de críticas de parlamentarios de todos los sectores provocó la nueva controversia que involucra al Ministerio de Salud, luego de que este domingo la ministra Aguilera asegurara que no se contactó a la Clínica las Condes para consultar por disponibilidad de camas, donde efectivamente había capacidad. Sin embargo, la ministra señaló que no lo hizo por estar informada que dicho establecimiento (crítico políticamente hablando para algunos sectores de la izquierda), habría estado impedido recibir pacientes enviados por el Ministerio por impedirlo un fallo de la Contraloría General de la República, lo que finalmente fue desmentido por el propio ente fiscalizador. En rigor, la inhabilidad proviene de una resolución de la justicia laboral, situación que fue calificada como una «confusión involuntaria» por parte del Minsal, pero que derivó en fuertes cuestionamientos desde el mundo político, donde insisten también en la salida de Fernando Araos como subsecretario de Redes Asistenciales. Según el diputado UDI Henry Leal su continuidad es insostenible. Nunca llamó a la Clínica Las Condes, para consultar sihabía o no camas disponibles.
Este es un primer gran escándalo en el tema de la salud y la crisis que tendrá efectos durante la presente semana y es el tema que está derrumbando a Boric en las encuestas.
La jefa de bancada del PDG Karen Medina, como informó emol.com declaró que «aquí van a tener que dejar cargos a disposición. Cuando tenemos personas en un alto mando que no dan con lo que espera la ciudadanía, tienen que dar un paso al costado y el presidente va a tener que saber buscar personas preparada. Basta de amiguismos, basta de devoluciones por cuoteo político. Busquemos a los mejores para estar en los cargos», enfatizó.
Para el diputado RN Andrés Celis, integrante de la comisión de Salud de la Cámara Baja, «el actuar de la ministra es vergonzoso. Fue desmentida por Contraloría al intentar endosar a otros su incompetencia frente al complejo escenario de enfermedades respiratorias y falta de gestión. Además, al mentir, la ministra Aguilera podría estar faltando a la probidad con que deben actuar todos los funcionarios públicos. Evidentemente necesitamos a alguien con experiencia y liderazgo que se haga cargo de un trabajo que evidentemente no ha sido el óptimo en esta emergencia». Quien igualmente criticó la gestión del Minsal fue el diputado radical Tomás Lagomarsino, también de la comisión de Salud. «Los hospitales de la red no pueden estar preguntando uno a uno a otros hospitales o clínicas la disponibilidad de camas críticas. Para eso existe el Ministerio de Salud y en la Subsecretaría de Redes Asistenciales está la Unidad de Gestión Centralizada de Camas», sostuvo.
Por su parte, el jefe de bancada de diputados DC y miembro de la comisión de Salud, Eric Aedo, criticó que «estamos frente al ministerio de la descoordinación y los errores no forzados. Es impresionante la cantidad de errores que tiene el Ministerio de Salud en los últimos días. Una ministra que desautoriza a su propio subsecretario, una ministra que culpa a la Contraloría de un hecho que efectivamente ha planteado la justicia, un ministerio que no es capaz de preguntarle a una clínica de salud privada sólo por cuestiones ideológicas la disponibilidad de camas UCI pediátrica, y que como no preguntó, lamentablemente termina falleciendo una bebé». «La verdad es que es inaceptable lo que está pasando en el Ministerio de Salud.
Es una suma de errores, de descoordinaciones que cuesta explicar, porque además cada error y cada descoordinación del ministerio lo termina pagando la salud de los niños y en las próximas semanas los adultos mayores», subrayó Aedo.
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