Golpeado tras un fallo que mantuvo en vilo a gran parte de los brasileños este viernes y que terminó en contra del ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien fue inhabilitado por el Tribunal Superior Electoral (TSE) para presentarse a elecciones durante los próximos ocho años (hasta 2030). El mismo ex mandatario afirmó que fue “una apuñalada por la espalda”.
La resolución fue por abuso de poder y uso indebido de los medios públicos de comunicación por parte de Bolsonaro durante en las elecciones de 2022.
Sin embargo, más tarde se reveló que el ex mandatario ya tiene un plan para que la derecha pueda volver al poder en las elecciones presidenciales previstas para 2026: su esposa, Michelle, podría ser candidata. Aunque admitió que «le falta experiencia para eso».
En una entrevista con el diario Folha de Sao Paulo, el líder de ultraderecha afirmó que no se alejará de la política pese al fallo que lo inhabilita para presentarse a elecciones durante 8 años.
«Tengo la bala de plata también», dijo, y enseguida comentó la posibilidad de que su esposa se postulara a la presidencia en 2026. De hecho, Michelle ya tuvo una actuación destacada durante la campaña presidencial de 2022.
«Recientemente recibí una puñalada en la barriga y hoy una por la espalda”, declaró Bolsonaro tras la decisión del TSE.
En una declaración a la prensa en la ciudad de Belo Horizonte, Bolsonaro dijo que seguirá trabajando «dentro de las cuatro líneas» de la Constitución, algo que según apuntó, es un «esfuerzo» que «no tuvo su debido reconocimiento con esta votación.
«Hoy sufro una inhabilitación, no me gusta convertirme en inelegible en la política. Esa frase no es mía: nadie mata, nadie muere», agregó.
«No estoy muerto, vamos a seguir trabajando», afirmó el líder de ultraderecha. «Mi apelación será ante el Supremo Tribunal Federal», añadió.
El resultado de la votación y declaración de culpabilidad de “abusos de poder” fue por cinco votos contra dos. Bolsonaro fue declarado culpable de «abusos de poder» durante la campaña electoral para las elecciones presidenciales del año pasado, en las que fue derrotado por el socialdemócrata Luiz Inácio Lula da Silva, el actual presidente de Brasil.
El juicio contra el ex jefe de Estado tuvo como eje una reunión que Bolsonaro convocó con medio centenar de embajadores extranjeros en la residencia oficial de la Presidencia, el Palacio de la Alborada en Brasilia, el 18 de julio de 2022, para volver a descalificar la transparencia del sistema electoral, poniendo en duda el sistema de voto electrónico, y la propia democracia.
Ese hecho, según dice la sentencia, constituyó un «abuso de poder político, conductas vedadas y desorden informativo» y también un «uso indebido de predios públicos y medios de comunicación», pues Bolsonaro dispuso que la televisión pública transmitiera el evento.
El líder de la ultraderecha, de 68 años y que ya había manifestado su intención de disputar las presidenciales de 2026, no podrá concurrir a cargos electivos ni ejercer puestos en la administración pública durante un plazo de ocho años, contados a partir de octubre de 2022.
«Luiz Inácio Lula da Silva ya no tendrá contrincante. ¿Cuál será la oposición en las elecciones presidenciales de 2026?», se preguntó el expresidente, enemigo político del actual mandatario.
La decisión, por lo mismo, le permite disputar las presidenciales de 2030, que están programadas para octubre de ese año y cuando él tenga 75 años de edad.
El líder ultraderechista también está esperanzado en la posibilidad, ya anticipada por algunos de sus correligionarios políticos, de que el Congreso apruebe un proyecto de ley amnistiando a los condenados por delitos electorales en 2022, que lo beneficiaría y lo volvería a habilitar políticamente.
Hoy, solo el magistrado Raúl Araújo, el primero de los magistrados en votar, rechazó la inhabilitación del líder de la ultraderecha brasileña, que gobernó entre 2019 y 2022, cuando fue derrotado en las elecciones por el progresista Lula.
El futuro político del exmandatario será decidido el viernes por los tres magistrados que faltan por votar, entre los que figura Kassio Nunes Marques, cuyo nombramiento como miembro de la Corte Suprema y consecuentemente del Tribunal Electoral fue realizado por Bolsonaro.
Los cuatro magistrados que votaron hasta ahora absolvieron al general Walter Braga Netto, que era el compañero de fórmula de Bolsonaro en las elecciones presidenciales de 2022 y también es acusado de abuso de poder en la campaña electoral.
Araújo, el único magistrado hasta ahora en absolver al exmandatario, alegó que la Justicia tiene que tener una «intervención mínima» en el proceso electoral y citó al argumento usado en un juicio similar por el magistrado Gilmar Mendes, uno de los miembros del Supremo, de que el Tribunal Electoral no fue creado para «despojar mandatos».
Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal (PL), la formación a la que pertenece Bolsonaro, afirmó que está sorprendido ante lo ocurrido este viernes por ser la primera vez en la historia que un expresidente «pierde sus derechos políticos por hablar».
No hay comentarios.:
Publicar un comentario