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lunes, 11 de octubre de 2010

Visita de Piñera a Correa: Ecuador no entrará en la disputa por definición de límites marítimos demandada por Perú contra Chile



Presidentes Piñera y Correa en Quito (Foto El Comercio de Quito)


El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo hoy que su país no entrará en la disputa planteada ante la Corte de La Haya por la definición de límites marítimos entre el Perú y Chile.

Argumentó que Ecuador publicó en este año la Carta Náutica a través del decreto 450 en que se especifican límites marítimos históricos con el Perú, que se basan en acuerdos firmados entre las dos naciones y Chile, en 1952 y 1954.

Correa aclaró que Perú no ha puesto en cuestión lo que atañe a la delimitación con Ecuador, pero sí ha puesto objeciones al tema con Chile.

"En principio no creemos necesario que Ecuador forme parte de ese proceso", indicó. La declaración de Correa se dio en presencia del presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien visitó hoy Quito para expresar su apoyo al presidente y a su gobierno, tras el intento de golpe del 30 de septiembre.

Piñera llegó hoy a la capital ecuatoriana para expresar a su homólogo Rafael Correa su solidaridad por los hechos ocurridos el pasado 30 de septiembre, cuando un sector de la Policía se sublevó dejando a este país al  filo de la ruptura democrática.

Tras el encuentro, ambos Mandatarios destacaron la importancia de la unidad regional, y en ese sentido recordaron la agilidad de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para pronunciarse en respaldo a la democracia. Para Correa, el comportamiento de la Unasur "es la mayor garantía" para que nadie más en América intente quebrantar el orden constitucional.

Piñera, por su parte, apuntó que visitó Ecuador para ratificar el "más absoluto y total apoyo y respaldo al régimen constitucional de Rafael Correa y a la vigencia de la institucionalidad mediante el gobierno legítimamente constituido y elegido por el pueblo ecuatoriano".

Para el Mandatario chileno, la defensa de los derechos humanos y de la democracia en el siglo XXI "no tiene límites ni fronteras", por lo que los presidentes de la Unasur se reunieron de forma urgente el 30 de septiembre para "dar un apoyo claro y firme a la democracia en Ecuador, la Unasur y el mundo".

Correa resaltó no sólo la solidaridad y el respaldo, sino que también la eficacia del apoyo internacional y concretamente de la Unasur, que ese mismo día (30 de septiembre) logró reunir a casi todos los presidentes, con excepción de Luis Inacio Lula Da Silva, de Brasil, y Fernando Lugo, de Paraguay.

El gobernante ecuatoriano destacó que sus colegas se reunieron para expresar "sin rodeos ni titubeos el irrestricto" apoyo a la democracia.

Piñera recordó que su país ha tenido una "amistad histórica" con Ecuador, la cual se "acrecienta todos los días".  Con este gesto, el Mandatario chileno se convirtió en la primera autoridad en viajar a Ecuador para expresar su apoyo a Correa.

Finalmente, el Presidente ecuatoriano agradeció la preocupación de Chile "en momentos tan duros y tristes", como calificó a los hechos de finales de septiembre.

El 30 de septiembre decenas de policías de tropa protestaron por la eliminación de incentivos profesionales y Correa acudió a explicar la ley de servicio público al sitio donde se manifestaban.

No obstante, la manifestación derivó en agresiones y gases lacrimógenos, por lo que Correa debió ser atendido en un hospital cercano, donde quedó atrapado durante unas 9 horas. El Gobierno ecuatoriano interpretó esa crisis como un intento de golpe de Estado.

La Policía se disculpa

El jefe de la Policía de Ecuador, general Patricio Franco, expresó disculpas públicas tras las rebelión de uniformados del 30 de septiembre, que fue calificada de intento de Golpe de Estado por el Presidente Rafael Correa y la OEA. El general presentó "sentidas disculpas al pueblo ecuatoriano y al Presidente constitucional de la República por los lamentables hechos" que fueron "protagonizados por un grupo de policías", según declaraciones divulgadas hoy por medios locales.

El comandante añadió que se tomarán "acciones internas" para sancionar a los responsables de la sublevación, durante la cual Correa fue agredido por manifestantes y luego retenido por varias horas en un hospital de Quito, siendo rescatado por un operativo militar que se dio en medio de un cruce de balas.

Asimismo se comprometió con la ciudadanía a continuar con la "transformación" de la Policía y a "trabajar incansablemente buscando en todo momento hacernos merecedores de su confianza".

El ministro de Interior, Gustavo Jalkh, anunció ayer domingo que algunos policías serían destituidos, mientras que el jueves la justicia ordenó el arresto temporal de 14 uniformados, entre ellos un coronel que era el jefe de la escolta legislativa.

Unos mil agentes participaron en la insubordinación en rechazo a una ley que eliminó bonificaciones para la fuerza pública, la cual dejó diez muertos y 274 heridos.

Los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Chile, Sebastián Piñera, reiteraron hoy el respaldo a la democracia y condenaron los intentos de desestabilización del orden constituido.

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