Por Jorge Gallardo (*) y Christian Caglevic (**)
Desde EE UU publicado en la revista de ASCO
En la costa occidental de América del Sur, Chile se ha convertido en una de las naciones democráticas más estables de la región. Sin embargo, a pesar de un crecimiento económico significativo que ha reducido las tasas de pobreza a la mitad, la incidencia anual estimada de cáncer sigue siendo 240 por cada 100.000 habitantes y el número anual de mortalidad por cáncer de 120 por cada 100.000 habitantes, una de las mayores tasas de mortalidad por cáncer en la mundo.
En hombres, los cánceres gástrico, prostático, pulmonar y de vesícula biliar son las causas principales de muerte relacionadas con esta enfermedad, mientras que en mujeres, estas causas son los cánceres de vesícula biliar, mama, gástrico y de pulmón. Al igual que en otros países, la incidencia de cáncer es más alta entre las personas mayores y de mediana edad. A pesar de la falta de estudios sobre la mortalidad entre los grupos étnicos, hay evidencia de que el cáncer de vesícula biliar es más común en la población indígena.
Navegación en el sistema chileno
Cuando los pacientes presentan síntomas de cáncer en Chile, por lo general primero son evaluados por los médicos generales. Dependiendo de los resultados, son derivados luego a evaluaciones y tratamientos especializados. Sin embargo, muchos pacientes también consultan directamente con especialistas, como cirujanos, dermatólogos, urólogos, ginecólogos y oncólogos.
Un desafío importante para el desarrollo de la comunidad oncológica en Chile es que la mayoría de los especialistas prefieren trabajar en el sistema privado de salud, en parte porque las clínicas privadas ofrecen mejores salarios. Esto significa que los mejores oncólogos tiendan a emigrar a las distintas clínicas privadas, específicamente a los centros oncológicos más avanzados de la capital chilena Santiago. Otro desafío es la falta de especialistas en tratamientos de cuidado o específicos.
El sistema de salud pública en Chile, que trata al 75% de la población, tiene menos recursos que el sistema privado, que cuenta con la nueva tecnología y un mejor acceso a las medicinas y drogas farrmacéuticos (incluidas terapias dirigidas). Los pacientes con menores recursos a menudo están limitados al sistema público, y los pacientes de bajos ingresos que viven en aldeas distantes tienen aún menos oportunidades y menos acceso a nuevos tratamientos que los pacientes de bajos ingresos en las zonas urbanas.
Cuando los pacientes no pueden ser tratados en otras ciudades, son enviados a la capital. Es preferible que todos los hospitales grandes tengan sus propias instalaciones para el tratamiento de pacientes con cáncer, en lugar de tener un centro de cáncer centralalizado. Aunque hay un Instituto Nacional del Cáncer, este es un centro especializado para determinadas zonas de Santiago, y sólo una clínica privada se dedica exclusivamente a la atención de esta enfermedad.
Los especialistas en Chile
En Chile, la oficina nacional de certificaciones de especialistas en medicina sólo registra 61 oncólogos médicos y 45 especialistas en radiación oncológica.
El programa básico de estudio de medicina en Chile tiene una duración de siete años. Para convertirse en un oncólogo médico, los graduados en medicina deben cumplir una beca de estudios especializados de tres años de duración en medicina interna y luego otra beca de investigación de dos años en oncología médica . Esta trayectoria se compara con la que debe cumplir un cirujano oncológico. Otras especialidades tienen requisitos similares, aunque radioterapia sólo requiere de tres años adicionales después del estudio de medicina regular.
El GES (Garantías Explicitas en Salud), es un esfuerzo innovador establecido en Chile para definir claramente los niveles de calidad y plazos de tratamiento. El gobierno también está trabajando en una política que establezca el acceso al tratamiento como un derecho legal, a pesar de que incluiría sólo unos pocos tipos de cáncer, para ser seleccionados en base a los mejores resultados terapéuticos.
Desde 2006, la Fundación Chilena de Oncología ha colaborado con ASCO (por su sigla en inglés-American Society of Clinical Oncology) organizando cursos y simposios en Chile. Ejemplos son el primer curso multidisciplinario de tratamiento del cáncer (MCMC) en marzo de 2006 y en agosto de 2010 el segundo MCMC. Igualmente, en 2007 y 2009 fue organizado el Simposio Latinoamericano de Gastroenterología Oncológica.
(*) MD - Clínica Alemana, Santiago, Chile
(**) MD - Fundación Arturo López Pérez, Santiago, Chile
Excelente artículo, así da gusto la medicina chilena
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