Por Veronica Smink
BBC
Durante los últimos siete años un hombre acaparó el centro del poder en Argentina: Néstor Kirchner, un gobernador provincial que, tras ganar sorpresivamente la presidencia en 2003, pasó a convertirse en el principal referente político del país.
A pesar de haber sido sucedido en la presidencia por su esposa, Cristina Fernández, en 2007, Kirchner nunca abandonó el protagonismo político y según la mayoría de los medios se convirtió en el "poder detrás del poder".
Elegido diputado nacional a finales de 2009 y secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) en mayo de 2010, Kirchner también era el líder del Partido Justicialista (peronismo).
Su nombre aparecía como uno de los más probables para presentarse como candidato en los próximos comicios de 2011.
Según Marcos Novaro, director del Centro de Investigaciones Políticas (Cipol), la inesperada muerte de Kirchner abre un escenario totalmente nuevo en el futuro político del país.
"Kirchner era un vértice a la vez aglutinador y polarizador y su forma de hacer política era muy personalista, por lo que su liderazgo no será fácilmente transferible, incluso a su esposa, la presidenta", dijo a BBC.
¿Gobernabilidad en riesgo?
Según el experto, es probable que, tras un período de luto, los distintos actores políticos de Argentina comiencen a presionar por el espacio de poder que queda vacante tras la partida de Kirchner.
Además de las fuerzas políticas, Novaro vaticinó que en los próximos meses también ahondarán sus reclamos los distintos grupos de poder que hasta ahora habían estado bajo relativo control del ex presidente, en particular los sindicatos y los empresarios.
"Cristina Fernández enfrentará un mayor número de conflictos y su figura quedará más debilitada", anticipó el analista Marcos Novara. Para Sergio Berensztein, la gobernabilidad del país si "está garantizada" y lo único incierto es lo que puede llegar a ocurrir en los comicios del próximo año.
Los expertos coinciden en que el panorama político argentino cambiará con la muerte de Kirchner.
Según Berensztein, uno de los caminos posibles de cara a 2011 es que Cristina Fernández decida postularse a una reelección, algo que ya estaba contemplado antes del fallecimiento de su esposo. Para ello, el experto cree necesario que la mandataria opte por generar consensos y presente una versión más centrada de sus políticas.
Novaro coincide en que la aparición de un "kirchnerismo moderado" podría ser una de las consecuencias de la pérdida de Néstor Kirchner.
"Todo dependerá de qué hagan los referentes del peronismo", señaló.
En su visión, esa fuerza política es la que "más podría ganar o más podría perder" con la ausencia del líder.
"Kirchner era el gran divisor del peronismo y su muerte podría servir para que los otros referentes del partido formen una gran coalición peronista", dijo.
"Sin embargo, si no logran unificarse y elegir a un líder, el peronismo quedará debilitado y podría desbaratarse, tal como ocurrió tras la muerte de Juan Domingo Perón a mediados de los años 70", advirtió.
Todos los expertos consultados señalan que aún es muy pronto para anticipar lo que ocurrirá, pero coinciden en que lo que es seguro es que a partir de este miércoles el panorama político de Argentina cambiará por siempre.
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