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sábado, 23 de octubre de 2010

El adiós de Locki Schmidt que dejó un enorme legado sobre la vida entre la naturaleza y la política

El adiós de la Deutsche Welle a una destacada personalidad alemana,  Loki Schmidt, la esposa del ex canciller federal alemán Helmut Schmidt.

Helmut y Loki estuvieron casados casi 70 años,  pero ella  fue más que la “esposa de…”. Fue una decidida defensora de la naturaleza y autora comprometida con los debates sociales en Alemania

Loki Schmidt falleció el jueves por la noche en Hamburgo, su ciudad natal. La enérgica defensora de la naturaleza abogó sobre todo por la protección de plantas en peligro de extinción y elegía desde 1980 la “flor del año”.

Este año, su fundación se decidió por la nartecia (Narthecium ossifragum), una especie botánica de Europa Occidental que crece en turbales húmedos, a por lo menos 1000 metros sobre el nivel del mar: Schmidt no concebía al ser humano separado de la naturaleza, sino, por el contrario, parte de ella; las plantas eran su inspiración y su esperanza.

Políticos y numerosas personalidades alemanas se manifestaron consternados por la muerte de Loki Schmidt, ciudadana de honor de Hamburgo con numerosas distinciones. Fue, por ejemplo, senadora de honor y profesora honoris causa de la universidad. En Hamburgo se ordenó izar las banderas a media asta. En la iglesia St. Michaelis se celebró una misa en su memoria.

Entre la biología y la pedagogía

Loki Schmidt vivió hasta su deceso en una sencilla casa unifamiliar en un barrio de Hamburgo, donde falleció acompañada por su hija Susanne. Helmut Schmidt, que se hallaba en Berlín, regresó de inmediato a Hamburgo. “Para mí fue una imprescindible voz del pueblo. Estoy muy orgulloso de ella”, dijo recientemente en una entrevista.

Christian Wulff, el presidente federal, calificó a Loki Schmidt de “una enorme pérdida para todos”, transmitiendo sus condolencias al ex canciller. “Su esposa fue una gran personalidad, (…) y modesta en una forma muy soberana”, escribió el presidente.

Hannelore Glaser, tal su nombre de soltera, hija de un obrero de astillero, nació en Hamburgo en 1919 y muy pronto comenzó a autodenominarse “Loki”. Luego del bachillerato debió ingresar en 1937 en el Servicio Obligatorio de Trabajo del Reich, una organización del aparato nacionalsocialista. Su deseo de estudiar biología no pudo transformarse en realidad debido a que no pudo pagar las tasas universitarias. Más tarde estudió pedagogía y trabajó como maestra hasta 1972.

Con los pies en la tierra

En 1942 se casó con Helmut Schmidt, con el que mantenía una amistad desde la escuela. En mayo de 1944 nació un hijo, que falleció, sin embargo, al poco tiempo. Tres años más tarde dio a luz a su hija, Susanne.

Sus obligaciones representativas como esposa del canciller federal no fueron siempre un placer para Loki Schmidt, que prefería visitar el Jardín Botánico en lugar de asistir a recepciones.

Loki Schmidt amaba viajar: en los años 70 y 80 acompañó a jóvenes científicos de la Sociedad Max Planck en sus apasionantes expediciones a los rincones más alejados del planeta. Más tarde siempre recordaría con placer esos prolongados viajes.

La esposa del ex canciller no sólo tuvo particular interés por el mundo de las plantas. Mucho antes de la fundación de Los Verdes como partido político ya abogaba por la protección de la naturaleza, recurriendo a la popularidad de su marido para llegar con sus mensajes a una vasta opinión pública.

A los 90 años publicó un bestseller: “Erzähl doch mal von früher” (“Cuéntame de los tiempos de antes”). A comienzos de este mes fue editado su último libro, “Auf dem roten Teppich und fest auf der Erde” (“Sobre la alfombra roja, pero con los pies en la tierra”).

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