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lunes, 4 de octubre de 2010

Nerviosismo e incertidumbre originan recaida del Presidente de Paraguay Fernando Lugo

Fernando Lugo cuando aún estaba sano
 La salud le está jugando a Ferrnando Lugo una muy mala pasada. Tanto es así que ya la oposición y la esperanzada nueva izquierda comienzan a “pulir” sus armas políticas como precaución para lo que podría ocurrir si se llegara a quebrar en Paraguay la moderada tranquilidad para pasar otra vez a la lucha sin fronteras que muchas veces caracterizó la historia de este país sudamericano.

Lugo no está bien. Sus asesores han querido aminorar los efectos de su cáncer linfático que le detectaron a principios de agosto, pero se anticipa en algunos sectores que el ex Obispo católico no podría quizá tener la fuerza necesaria para seguir ejerciendo el cargo.

La situación se complica ayudada por la ansiedad que surge entre los políticos y altos funcionarios del Estado que buscan mayor precisión para saber realmente a que atenerse.


Hospital paulista donde está internado

Hay políticos y analistas que proponen que el presidente pida un permiso de 30 a 60 días para que pueda recuperarse bien. “Eso no afectaría en nada su legitimidad presidencial”, dijo el sociólogo Bernardino Cano Radil. Sin embargo, la Constitución no prevé este “permiso”, lo que debería primero ser invocado.

Por su parte, el senador Sixto Pereira, del Partido Tekojoja, quien mantiene un contacto cercano con los médicos del jefe de Estado, dijo que Lugo se encuentra bien, bajo control y mejorando. De igual forma, repudió los comentarios de los parlamentarios que pretenden reglamentar un permiso constitucional para el mandatario. "Acá hay que dejar algo en claro, que la gente deje de especular con la salud del presidente,  afirmó.

"El permiso corresponde a la junta médica, no se debe especular. El parlamento debe buscar un permiso sólo si pasan los 5 días. Dejemos de especular con la enfermedad ajena", concluyó el senador Pereira.

En este mismo tono habló hoy el ministro de Justicia y Trabajo, Humberto Blasco, quien dijo que era "morboso, fuera de lugar y oportunista" hablar de dar un posible permiso de seis meses al presidente, criticando a algunos políticos que comienzan a hablar sobre este punto en el Congreso Nacional, como el polémico senador liberal, Alfredo Luis Jaeggli o también analistas como Cano Radil.

Habla el Presidente

La recaida que sufrió el sábado y que lo llevó a hospitalizarse de urgencia no fue cualquier cosa. Se trató nada menos que de una trombosis en la vena cava superior, aunque el mismo mandatario ha hablado desde el Hospital Sirio Libanés de San Pablo en Brasil, donde actualmente se encuentra, para asegurar que ha superado el último episodio que motivó su traslado de urgencia a ese país y que esperaba retornar al Paraguay el miércoles para retomar el poder "con más ánimo y entusiasmo".

El jefe de Estado, el pasado jueves, consultó con una dentista, lo que derivó en una aparente infección que motivó su inmediata internación en el sanatorio Migone (Paraguay). Dos días después, fue trasladado de urgencia al Hospital paulista Sirio-Libanés de Brasil. El viaje fue motivado porque en la zona de la faringe se detectó una acumulación de líquidos con infección que amenazaba corazón y pulmón.

El diario ABC Digital identificó a la dentista como Sofía Scheid, quien no le habría administrado anestesia al presidente. Ella declaró que no le realizó ninguna extracción de diente, ni implante dentario, sino que realizó una consulta mecánica.

“Esa es una cuestión mecánica, no tiene compromiso biológico, ningun implante, ninguna manipulación biológica porque yo sigo un protocolo con ese señor (Fernando Lugo)”, señaló la dentista Scheid. Reiteró que para los procedimientos mecánicos no se utilizan medicamentos ni anestesias. “Para esos procedimientos no usamos medicamentos”, puntualizó.

"Hoy los últimos análisis me dieron un diagnóstico totalmente libre de trombosis y que en estos días ya estaré de vuelta", expresó Lugo en declaraciones telefónicas a la estatal Radio Nacional.

El doctor Frederico Costa, del equipo médico del Sirio-Libanés, donde Lugo se ha sometido a tres sesiones de quimioterapia, declaró a medios paraguayos que la coagulación "es un riesgo que corre cualquier paciente oncológico". "No creo que (Lugo) tenga limitación alguna para ejercer su función", agregó.

Lugo habló a través de Radio Nacional del Paraguay cerca del mediodía de hoy. Se le escuchaba enérgico y sonriente. En una conversación con la directora de esa emisora, Yudith Vera, habló de varios puntos, incluyendo la situación del país en su ausencia, informó el diario Ultima Hora de Asunción.

Al ser consultado sobre si estaría garantizada la gobernabilidad en Paraguay, Lugo respondió categórico: "Sin ninguna duda" y recordó el diálogo que había iniciado con los partidos políticos, al tiempo de mencionar el proceso de apertura con el Congreso y el Poder Judicial.

"La institucionalidad se está fortaleciendo", remarcó el jefe de Estado, cuya capacidad de gestión es puesta en duda principalmente por algunos sectores de la oposición a causa de su enfermedad.

"Me siento amado por Dios", destacó el mandatario paraguayo, quien hoy dejó la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del hospital paulista.

El médico tratante en Brasil, Alfredo Boccia, indicó, entretanto, que disminuyó prácticamente en un 100 por ciento la trombosis que afecta al gobernante, pero que se debe extremar cuidados para evitar la formación de un nuevo trombo.

Oposición y general Oviedo observan sigilosamente la situacióm

Si bien una buena parte de los referentes de la oposición ha instado a no pretender sacar provecho político de la enfermedad que afronta el jefe de Estado, otros como el general retirado Lino Oviedo insisten en que el mandatario debería anteponer su salud a la política.

El vicepresidente, Federico Franco, actualmente al frente del Ejecutivo y que lidera una fracción del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, de centro derecha), la principal fuerza en la coalición del Gobierno, tiene grandes divergencias casi irreconciliables con Lugo y por allí podría originarse un problema, ya que como Oviedo y otros, ven a Franco como una buena carta para suceder al Presidente, pero sin decirlo abiertamente.

Las divergencias entre Franco y Lugo son principalmente porque el primero desaprueba las políticas sociales del Gobierno, a cargo de los aliados de izquierda, además que el PLRA fue el menos favorecido en la cuota de cargos de la alianza que hace dos años instaló al ex obispo en el poder.

La izquierda paraguaya minimiza la enfermedad de Lugo al insistir que el Presidente “está bien” y afirman que los propios médicos recomiendan al mandatario a seguir con sus actividades normales. Camilo Soares dijo que mientras esté en buena condición mental, el titular del Ejecutivo puede seguir gobernando el país.

Lugo hoy
Aseguran además que el Mandatario no tiene la necesidad de solicitar un permiso prolongado para someterse a su tratamiento de quimioterapia por el cáncer que padece. Camilo Soares, líder del P-MAS y titular con permiso de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), fue claro al manifestar que si Lugo no pierde sus condiciones intelectuales y mentales durante su lucha contra la enfermedad no tiene porqué pedir permiso.

“Pensamos que por más que el vicepresidente Federico Franco tenga posiciones controversiales con nosotros (la izquierda), él es lo suficientemente serio como para mantener el mismo curso y no creer que él es Presidente de la República de manera plena, sino que va a ser en reemplazo”, indicó Camilo Soares al analizar la posibilidad de que Lugo pida un permiso largo.

Sin embargo no piensa así el vicepresidente en ejercicio de la presidencia de la República. Consultado sobre los mecanismos de una eventual sucesión, dijo que él es el único que puede asumir en forma inmediata y con plenos poderes y recalcó:  "es el Vicepresidente”.

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