Dilma Rousseff |
Casi podría asegurarse que Dilma Rousseff será la primera mujer en Brasil en llegar al Palacio de Planalto en Brasilia para convertirse, el próximo 31 de octubre, en sucesora del presidente Lula Inácio da Silva.
Y decimos esto porque la primera vuelta fue una elección de cifras muy claras que casi no permiten especulaciones de ningún tipo: Mientras Dilma logró un 46,8 por ciento, los socialdemócratas con José Serra, los más duros competidores del Partido de los Trabajadores, logró un 32,6%. Finalmente, Marina Silva, la ecologista, terminó la elección con 19,3%, más arriba de todos los pronósticos preelectorales.
Marina Silva |
Este resultado es principalmente un aporte personal del actual Presidente que ha cumplido dos mandatos calificados de muy buenos por algunos analistas y que le han dado un 80% de las preferencias en las encuestas. Pero al mismo tiempo muy criticado por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y las clases más altas y adineradas, que “no se han dado cuenta que Brasil ha cambiado”, al surgir redes de movimientos organizados, de donde vienen Lula y tantos otros líderes, porque ya no hay lugares para coroneles y para los que se sentían caudillos del pueblo”, como escribió el sábado último Leonardo Boff en un análisis.
Dilma Rousseff, economista de profesión, de quien se espera que capte gran parte de los más de 19 millones de sufragios obtenidos por Marina Silva, del Partido Ecologista, quien también fuera ministra del medio ambiente de Lula da Silva, se propone hasta el 31 de octubre a pelear, sin presión pero con energía, voto a voto en todo el Brasil con nuevas propuestas “para hacer que los 190 millones de brasileños puedan disfrutar de la riqueza de este país” y garantizar que Brasil sea una economía desarrollada.
Sin embargo Silva no ha querido adelantar absolutamente nada y ha dicho que primero llamará a una sesión plenaria de su partido para decidir que hará con este capital electoral con un gran "valor político" para una u otra de las dos candidaturas que se medirán en el balotaje.
"Creo que se trata un poco de voto de protesta de un sector del electorado que no fue convencido ni por Dilma ni por Serra”, como explican este fenómeno algunos analistas. Todo hacía pensar que Rousseff ganaría en primera vuelta, pero el efecto Marina Silva tuvo un impacto casi inesperado.
José Serra |
Serra fue castigado por falta de ideas novedosas o por “más de lo mismo” por mirar demasiado a la economía de Lula que el socialdemócrata observaba como una posible continuidad. Lula afectó también la candidatura de Dilma al entrometerse excesivamente en el proceso electoral que originaron enfrentamientos con los medios de comunicación, lo que la candidata lo negó indicando que su relación con la prensa fue siempre muy buena. Pero también algunos casos de corrupción que afectaron al gobierno de Lula, y por rebote complicaron a Rousseff que llegó a tener en un momento 53 puntos de preferencias en algunas encuestas.
El ex gobernador de Sao Paulo, Jose Serra, inicia confiado su campaña para la segunda vuelta. “Brasil no tiene dueño. El único dueño es el pueblo", afirmó.
Mayoría absoluta en el Parlamento para Rousseff
La oficialista Dilma Rousseff tendrá una mayoría absoluta en el Congreso que asumirá en 2011 en caso de que sea elegida presidenta de Brasil, en tanto que el opositor José Serra, si gana, enfrentará un Legislativo adverso, según el escrutinio de las elecciones del domingo completado hoy.
El nuevo balance de fuerzas en el Congreso quedó parcialmente configurado hoy con la conclusión del escrutinio en la mayor parte de los estados, pero la lista definitiva aún depende de decisiones judiciales, pues el Tribunal Superior Electoral (TSE) no divulgó la votación de candidatos que, pese a estar inhabilitados, eran favoritos del electorado.
Los partidos que apoyan al Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y que apoyaron a la cndidatura de Rousseff tendrán la mayoría absoluta tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, según los escrutinios.
En la próxima legislatura, de los 81 miembros del Senado, 52 son de partidos que apoyan a Lula (64,2%), 23 son opositores (28,4%) y 6 son del Partido Laborista Brasileño (PTB), que no está en la coalición oficialista pero cuyos senadores, entre ellos el ex presidente Fernando Collor de Melo, suelen apoyar las iniciativas del Gobierno.
De los 513 miembros de la Cámara de Diputados elegidos ayer, 402 (78%), son de partidos que apoyan al Gobierno y 111 (22%) de la oposición, según proyecciones del portal especializado "Congreso en Foco" con base en los escrutinios.
Eso significa que, en caso de que venza en la segunda vuelta, Rousseff tendrá el apoyo de ambas cámaras, incluso de los tres quintos que necesita para aprobar enmiendas constitucionales: al menos 49 senadores y 308 diputados.
Según analistas, Serra, en caso de ganar, podría ampliar su base parlamentaria mediante una negociación con el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la mayor fuerza electoral del país que hoy es el principal aliado del Gobierno de Lula pero que también lo fue del de Fernando Henrique Cardoso (1995-2003).
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