kradiario.cl

jueves, 24 de julio de 2014

ANÁLISIS DE EL MOSTRADOR SOBRE LA INTERPELACIÓN A PEÑAILILLO

Cómo Peñailillo preparó la interpelación y apostó a construirse un perfil de “estadista” (*)

El acento que se jugó el titular del Interior al comparecer ante la Cámara de Diputados fue mucho más allá de un impecable terno azul y corbata a tono: utilizó un timbre de voz sereno que en todo momento dejó claro que tenía control de la situación –al contrario de Edwards, que repitió ideas y gritaba constantemente–, lo que quedó reflejado en el tenor de sus afirmaciones, los puntos que quiso destacar y su planteamiento, en todo momento, de que el conflicto mapuche es un tema de Estado.

El hombre fuerte de La Moneda y brazo político de la Presidenta Michelle Bachelet, se preparó por semanas para esta cita, trabajo que rindió frutos con el nítido perfil de estadista que lució en el Congreso.

Ya la semana pasada en la sede del Ejecutivo y en el entorno del ministro se explicaba que Peñailillo “se estaba preparando a full” en un trabajo que tuvo varias etapas, una técnica y otra política, muy en el estilo “mateo y estudioso” que se le conoce al jefe de gabinete.

La parte técnica pasó por estudiar durante días un exhaustivo mapeo, con estadísticas detalladas de la zona en materia de seguridad, sobre retenes, contingente policial, escuelas. En paralelo, constantemente en Interior se recibían informes completos elaborados in situ en la Región, elaborados por asesores del Ministerio, sobre el clima real de la tensión política y el estado del traspaso de tierras.

En el gobierno hace días se comentaba que el ministro quería marcar varios puntos: demostrar su manejo del tema, que “está encima” de lo que pasa en La Araucanía desde el primer día y no por la interpelación, que hay “un trabajo intenso en la zona” y, de paso, dejar en evidencia –explicaron en Palacio– la utilización política del conflicto mapuche y del instrumento de las interpelaciones.

“El ministro quiere marcar varios puntos políticos ese día”, reconocían asesores en La Moneda, lo que quedó en evidencia durante la interpelación: el blindaje absoluto al intendente Francisco Huenchumilla (DC), con quien ya ha logrado –afirman– trabajar más directamente. Esto, porque –a pesar de demostrar ser bien llevado a sus ideas y que se manda solo– la autoridad regional “no se sale de la cancha definida” por la Presidenta Bachelet para manejar el conflicto en la zona. Por esta razones fueron los roces y tensiones que justamente mantuvo con el titular de Interior y el de Justicia, José Antonio Gómez, cuando empezó a mostrar audacia y autonomía para encarar el tema mapuche.

“El gobierno respalda totalmente al intendente Huenchumilla, porque tiene un mandato, buscar la paz social”, dijo en la Sala de la Cámara. Luego, agregó que “visitar a un mapuche en huelga de hambre es parte de la tarea que tiene que realizar el intendente y lo seguirá haciendo” y remató el punto cuando le enrostró a su interpelador, el diputado de RN José Manuel Edwards, las declaraciones del senador de su propio partido y parlamentario de la Región de La Araucanía, Alberto Espina, quien ha señalado en estos días que “al intendente Huenchumilla hay que apoyarlo, porque está buscando una solución”.

En La Moneda se vio la interpelación como una oportunidad, según se zanjó en algunas reuniones preparatorias de Interior, la Segpres y Secom los días previos, en las que nunca hubo preocupación por el diputado Edwards en sí.

Hubo pasajes nítidos en la interpelación en que Peñailillo mostró un buen manejo político.

“Cuando usted estaba en el gobierno y enfrentó a La Araucanía todo lo que podían, yo le quiero pedir una explicación a esa coalición que fue gobierno: por qué aumentaron en 67% los hechos de violencia en La Araucanía. Nosotros estamos buscando una solución de fondo, un mandato muy claro (…). Recibimos la Región de La Araucanía en una situación muy complicada, con muchos atentados en el mes de enero. Lo que ustedes hicieron (en el gobierno de Piñera) no resultó, fue un rotundo fracaso. Lo que pido es que pensemos en conjunto una solución para la región, que de verdad permita mirarnos a los ojos entre todos. Y no le quepa duda, todas las autoridades se rigen bajo el Estado de derecho”, recalcó.

El acento que se jugó Peñailillo en la interpelación fue mucho más allá de un impecable terno azul y corbata a tono: utilizó un timbre de voz sereno que en todo momento dejó claro que tenía control de la situación –al contrario de Edwards, que repitió ideas y gritaba constantemente–, lo que quedó reflejado en el tenor de sus afirmaciones, los puntos que quiso destacar y su planteamiento en todo momento de que el conflicto mapuche es un tema de Estado.

“Este no es un tema de un gobierno ‘A’ a un gobierno ‘B’. Esta es una discusión que tenemos que dar entre todos los chilenos y los pueblos indígenas para buscar una solución, como lo han hecho muchos países del mundo. Pero para eso se necesita voluntad de diálogo. Yo invito a debatir un poco más de fondo (…). No sigamos con políticas que se probaron ya en los cuatro años anteriores y fracasaron rotundamente. Yo espero que podamos ocupar este espacio para pensar en todos”, dijo.

Lo mismo sobre la polémica Ley Antiterrorista. “Hay que hacerle modificaciones importantes y la vamos a llevar a estándares internacionales con un comité de expertos de todos los sectores políticos, cumpliendo con el mandato de la ONU. Nosotros no la vamos a ocupar para resolver conflictos sociales, para eso no está hecha la ley. Queremos que cuando haya algún delito terrorista apliquemos el mejor instrumento, y en el caso del Metro nosotros vamos a lograr demostrar que estas personas efectivamente quisieron lograr temor entre las personas que viajaban en el Metro”, sentenció.

Remató con una afirmación: “Lo que no vamos a hacer es lo que se hizo en los últimos cuatro años, prometer y no cumplir; aumentó la violencia, recibimos la Región de La Araucanía en una compleja situación”.

El despliegue estilo estadista que pretende Peñailillo no es un elemento menor. Sí, es el jefe del gabinete, el conductor de las riendas políticas del gobierno y, en ese sentido, dicho papel salió reforzado en términos de imagen tras su comparecencia este jueves ante la Cámara, tanto por su rendimiento como por tratar de demostrar en todo momento que está al frente de una coalición alineada. Esta misma semana Peñailillo ha debido enfrentar la soterrada pugna con el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, cartera desde donde lo acusan de tratar de remarcar su rol de jefe político construyendo en los medios la idea de que tiene “intervenido” dicho Ministerio con hombres de su confianza. Desde el Mineduc recalcan justamente que ha buscado construir su aura de poder en la lógica de control de sus pares, pero que no ha operado para contener lo que consideran el verdadero problema político de la Nueva Mayoría, que sería la oposición interna que ejerce el presidente de la DC, Ignacio Walker, junto a otros senadores de ese partido, y que horada el programa reformista de la Presidenta Bachelet.

Pero ese mismo perfil exhibido hoy inevitablemente aumenta ese “aire” presidenciable que rodea a Peñailillo con miras al 2017, ya que si bien es un tema del que no se habla pública ni abiertamente en el gobierno, está instalado ya. Todos miran las encuestas, que en estos cuatro meses le han favorecido. Moros y cristianos han alabado su buen desempeño como ministro del Interior –incluso la propia derecha más allá de la interpelación– y, por lo mismo, se le considera una de las sorpresas del equipo ministerial.

En La Moneda se da por cerrado el capítulo de la interpelación con cifras azules. El vocero de La Moneda, Álvaro Elizalde, dijo, al terminar la interpelación, que esta tuvo un “efecto búmeran” para la derecha, porque lo único que lograron fue que quedaran en evidencia –en voz del ministro Peñailillo– todos los compromisos no cumplidos durante el gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera.
(*) - Escrito por Marcela Jiménez.

Frustración en la oposición


Contrariamente a la exitosa presentación del Jefe del Gabinete, el diputado José Manuel Edwards (RN) dijo estar "muy frustrado" luego de escuchar al secretario de Estado, acusando que éste no respondió a sus preguntas sino que "vino a hablar de cualquier cosa".

Así, el legislador explicó que durante la sesión en la Cámara "le pedimos que se comprometiera con los pueblos originarios y no lo hizo, le pedimos que se comprometiera con las víctimas y no lo hizo, le pedimos que diera señales correctas de apoyo al trabajo de los fiscales y de que no es razonable ir a visitar a un asesino antes que a la víctima y no lo obtuvimos".

"Estoy frustrado  también porque el ministro tampoco vino a responder, él vino simplemente a hablar de cualquier cosa, sin ninguna relación con la pregunta que se le hacía", enfatizó Edwards.

Con ello, el parlamentario de RN manifestó que parece que "para el ministro las víctimas son menos importantes que los victimarios, que los delincuentes. Creo que el ministro todavía no entiende que una persona de Santiago vale lo mismo que una persona de Temuco, que si se pone una bomba en un metro en Santiago tiene aplicarse todo el rigor de la ley, sí, pero también debe aplicarse todo el rigor de la ley cuando se descarrila un tren en Temuco".

El diputado interpelador al igual que el jefe de la bancada de su partido, Nicolás Monckeberg, y su par de la UDI Gustavo Hasbún, insistieron en que Peñailillo no adquirió ningún compromiso concreto con la zona.

"Nos parece que la interpelación fue muy bien conducida, nos habría gustado que así como habían buenas preguntas, hubiesen habido buenas respuestas, porque si tuviésemos que escribir un discurso retórico o una frase de poesía probablemente el ministro del Interior habría sacado muchos premios, pero lo que queríamos hoy no eran palabras bonitas sino compromisos", acotó Monckeberg.

En esa misma línea, el diputado Hasbún aseguró que "ha quedado demostrado que el ministro no tiene ninguna propuesta, no existe ninguna planificación que asegure y que garantice que va a terminar con la violencia en La Araucanía, solo se ha hablado de buscar soluciones en el mediano y largo plazo".


1 comentario:

  1. Pero, preocupado de verse bien y "estadista", Peñailillo no cumple lo prometido al pueblo y a los presos políticos Mapuche:
    Persiste la represión contra comunidades, balos y escopetazos,
    No se respeta el Convenio 169 de la OIT Y, SIN EMBARGO SE USA UN DECRETO 66 que impide la participación en sus asuntos.
    El ministro de Justicia prometió revisar los juicios basados en montaje de los jóvenes en huelga de hambre y no lo hizo
    Lo mismo sucede con el maltrato de los presos y el traslado a un centro de estudio y trabajo para que estos jóvenes que llevan años detenidos inmoralmente no sigan eternamente presos por la simple razón de ser Mapuche
    Tampoco han cumplido en establecer las instancias de negociación directa
    La militarización de la Araucanía no para
    La reposición de la Ley anti- terrorista es una movida represiva para tranquilizar a la ultra derecha
    Y nada ocurre en los proyectos para mejorar las condiciones de salud, educación, apoyo técnico y financiero al pueblo Mapuche
    Se pusieron nuevamente en marcha dos proyectos hidroeléctricos que fueron suspendidos por el gobierno anterior

    En realidad, la verdadera interpelación es la que le hace el pueblo Mapuche y a los que no se digna responder (ver diario Electrónico de Radio U de Chile, con notas de entrevista a Aucán Huilcaman y de otra sobré "interpelación Mapuche"

    No basta que se preocupe de "su estilo, pinta de estadista o del color del terno": Debe responder a lo prometido, es decir respetar al Mapuche y no prepararse para las próximas elecciones!!

    ResponderBorrar