kradiario.cl

lunes, 11 de junio de 2012

CHILE: UN SISTEMA EMPRESOCÉNTRICO


Por Hugo Latorre Fuenzalida.

Oscar Varsasvsky diferenció, por los años 70, los modelos de desarrollo en dos tipos: “pueblocéntrico” y “empresocéntrico”. Esto referido a los países en desarrollo.

Chile, en la actualidad implementa claramente un modelo “empresocéntrico”. Las características de un modelo de este tipo están “estructuradas”, es decir pertenecen a lo que Carlos Matus llamó el “genotipo” del sistema, para diferenciarlos del “fenotipo”, que muestran las acciones cotidianas y más visibles de la organización y funcionamiento rutinario del modelo.

Toda la osamenta, todas las vigas estructurales del sistema chileno están pensadas y ejecutadas para favorecer la acumulación de capital por el sector empresarial, cualquiera sea el tipo de empresa, con tal que sea de mediana a grande. Las microempresas no caen dentro del estatus de empresas que interesen al sistema; son, existen, pero no son relevantes ni afectas a políticas de Estado.

Un diputado muy destacado de la Concertación me dijo en un programa de radio que ellos, al llegar al poder, habían pensado en mantener un sistema que alentara la concentración de capital en las empresas, justamente para poder competir con las empresas extranjeras que concurrirían al mercado chileno fruto de los acuerdos de integración comercial que Chile firmaría con diferentes países del Globo.

En consecuencia, la estructura que tenemos no es casual; ha sido diseñada de manera específica para lograr el objetivo de acumulación económica y de concentración del ingreso en un segmento específico de la sociedad chilena.

Esto se inició, obviamente durante el régimen militar; lo que hizo la Concertación fue darle continuidad y, más aún, profundizarlo.

¿En qué se denota un modelo “empresocéntrico”?

1.- En la política fiscal: el Fisco, en este tipo de modelo relaja enormemente sus facultades fiscalizadora y activa sus políticas de incentivo hacia el sector empresarial.

También el Fisco transfiere recursos al sector empresarial privado para que desarrolle actividades que antes las ejercía el Estado: salud, educación, vivienda, judicial, infraestructura, ciencia y desarrollo, etc.

El Fisco dispone de un capital financiero que concede o facilita a los intereses privados empresariales para su exclusivo uso: reservas internacionales, fondos de pensiones, bonos de deuda, los que sirven para respaldar los créditos que las empresas solicitan en la banca internacional o nacional; sin ese respaldo, los intereses serían muy superiores. Los fondos de pensión se transan en la bolsa chilena y externa, con lo cual alimenta la solvencia para invertir de esas empresas, que son necesariamente de tamaño mayor. También desde las AFP, los privados obtienen comisiones sustanciales, que sacan del ahorro obligatorio de los trabajadores chilenos.

Para las pequeñas empresas no existe ningún mecanismo que desvíe recursos públicos de manera permanente, y tan abundantes.

2.- La política tributaria

Las tasas impositivas al sector empresarial, en Chile, son tremendamente benignas, por no decir puramente formales. Los impuestos de primera categoría se pagan como crédito y los de segunda categoría, si es que se retiran utilidades. Esto unido a las facultades que otorga la ley para no pagar, incluso en esta condiciones, mediante la colocación de excedentes tributables en los “Fondos tributables”, los cuales se derivan a inversiones donde también se inhibe el Estado de cobrar impuestos, mediante normas de exención.

Esta normativa estructura un sistema sesgado de reducción del aporte financiero del sector más rico y traslado de ese aporte a los sectores menos favorecidos, quienes son los consumidores, los que pagan tasas por el IVA del 19%, tributo ante el cual las empresas también pueden reducir su aporte al mínimo, no así los consumidores sociales, que no tienen mecanismos de elusión.

3.- Las políticas salariales

La flexibilidad laboral se impone en Chile como una política dirigida a mantener la empleabilidad a costes bajos. A esto se suma la eliminación del aporte de los empresarios a los fondos de seguridad social de los trabajadores, dejando este aporte de manera unilateral a los propios trabajadores. Los seguros de salud y de desempleo también son aportados por descuento al salario y muchos de estos seguros son gestionados por empresas ligadas a los mismos capitales empresariales matrices.

4.- Política sindical

La legislación sindical ha roto su viejo compromiso con las organizaciones de trabajadores y ha dejado a merced de la empresa a este segmento económico, quienes se dispersan en infinidad de sindicatos con escasa o nula capacidad negociadora, pues no se acepta aún las negociaciones colectivas.

Los ajustes de remuneraciones mínimas se negocian cada año de manera que son referidas a la inflación pasada, lo que instala un principio de rezago lesivo al ingreso real. Por otra parte, quedan indexados sobre una canasta que no considera el peso específico que tienen ciertos artículos de fuerte incidencia en el salario y el consumo de los pobres.

Esto hace decir a los estudios comparados de la Cepal, que el ingreso de los sectores asalariados viene perdiendo poder adquisitivo real en los dos últimos decenios.

Las crisis sucesivas (Asiática, inmobiliaria y del Euro), afectan directamente a estos segmentos y sus ingresos. Lo hace de manera inmediata y la recuperación es lenta. Ahora es la estampida de los precios de los alimentos el factor que viene afectando el ingreso de los trabajadores. De hecho, se calcula que la inflación de los pobres viene siendo del11% o más en el último año, mientras que el reajuste del pasado año sólo llegó a cifras cercanas a la mitad de ese porcentaje.

Conclusión

Como se puede apreciar, la estructura jurídica en que se ordena y jerarquiza el rol del Estado, viene produciendo y reproduciendo con “éxito” un modelo fuertemente “empresocéntrico”, lo que deriva necesariamente en un efecto concentrador de la riqueza y de inequidad enorme y progresivamente creciente.

En un próximo artículo hablaremos de las formas organizativas propias de un modelo “pueblocéntrico”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario